Hablamos de moda ética con las actrices Irene Visedo y Nathalie Poza que dan la cara por el proyecto cinematográfico Slay en la 7º edición del festival de cine documental de moda Moritz Feed Dog 2023.
La moda es una industria que, desde fuera, puede ser vista como superficial, materialista y vanidosa. Pero, para la gente que tenemos contacto con ella, la moda es muchísimo más. Es un vehículo de expresión para nosotros mismos y un potente altavoz del cambio. Por eso, iniciativas como el festival Moritz Feed Dog 2023, que se celebra estos días en Barcelona, del 22 al 26 de abril, sirven para poner en valor la moda ética a través del formato documental y darle el lugar que se merece como imaginario cultural y artístico de pleno derecho.
La moda ética llevada al cine
Por el completo cartel de esta 7º edición del Moritz Feed Dog desfilan algunas de las mentes creativas más definitivas y definitorias de la moda, como Vivienne Westwood o Azzedine Aläia. Sus documentales funcionan como ventanas que nos dejan visitar todos y cada uno de los recovecos de su excitante proceso de creación.
No obstante, si algo nos llama poderosamente la atención de la propuesta del festival, es su selección de metrajes con un tono más diferente y reivndicativo. Este es el caso de “Slay”. Un documental que denuncia la realidad de la moda sobre el uso de pieles animales. Una fotografía triste pero que se trata desde una visión de cambio y evolución durante los 86 minutos que dura.
Hemos tenido la inmensa suerte de poder charlas con Irene Visedo y Nathalie Poza, dos de las actrices más importantes del panorama actual, que han presentado “Slay” en el Moritz Feed Dog 2023. Con ellas hemos hablado de moda ética y no ética, animales, bienestar, conciencia y, en definitiva, de futuro y evolución.
Irene Visedo y Nathalie Poza nos hablan de moda ética
Aunque sabemos que ambas sois activistas en contra del maltrato animal, tras ver “Slay”, ¿cómo ha cambiado vuestra relación con la moda en el día a día?
Irene Visedo: “Para empezar, yo no me considero activista. Para mí eso es otro nivel en el que creo que no me encuentro. En mi opinión una activista vegana es Amanda Romero, Lucía Arana (compañeras del coloquio) o Carlota Saorsa que destapó la mala praxis del laboratorio Vivotecnia. Lo que yo soy es una actriz popular que está colaborando en poner en la palestra la conciencia vegana al igual que en su día hice con la atención plena o mindfulness”.
Nathalie Poza: “Ver «Slay» ha sido un punto de inflexión .Desconocía muchos asuntos que se tratan en el documental, especialmente las trampas detrás del “made in Italy” y las terribles condiciones de trabajo en la fábricas, así como el peligro para la salud provocado por los químicos que se utilizan para fabricar la piel. En definitiva, la perversión del lenguaje que utiliza la moda para enmascarar la violencia de lujo y belleza.
Donde hay maltrato hay fealdad, pero se nos oculta, de ahí que el activismo medioambiental sea tan peligroso y perseguido por el sistema porque si viéramos lo que ocurre en las granjas, las fábricas, los mataderos, dejaríamos de comprar. El sistema no quiere que tomemos conciencia, de ahí la importancia de documentales como este. Lo importante es saber que tomar conciencia no es un castigo, sino una liberación. No necesitar consumir es una liberación”.
El documental “Slay” expone y visibiliza una realidad muy dura del mundo de la moda: el maltrato animal para obtener las pieles destinadas a la confección de prendas. ¿En qué punto creéis que se encuentra la industria en este momento? ¿Opináis que algunas marcas de fama internacional siguen haciendo oídos sordos y mirando hacia otro lado?
Irene Visedo: “Pienso que el asunto es precisamente que a las empresas con más poder, que son las que a mi modo de ver más podrían hacer por un cambio, les sigue compensando el Sistema que han creado para sacar el máximo beneficio. También creo que muchos de esos Goliaths no se cuestionan su forma de operar. Si no les importa ni tienen empatía por los esclavos que trabajan para ellos y que están atrapados en esa rueda depredadora, imagino que tener en cuenta a los animales les queda muy lejos, tanto, que no es que miren para otro lado tras haberse percatado sino que no reparan en ello. Sencillamente, no hay conciencia sino lo contrario”.
Nathalie Poza: “Las marcas miran hacia otro lado pero de nosotros depende que cambien de paradigma. Como dicen en «Slay», por ejemplo, los representantes de Save the Duck, ser moderno y progresar es alejarse del sufrimiento y la muerte, invertir en innovación tecnológica y apostar por alternativas llenas de vida y útiles, que se saca piel de los cactus, las flores, los elementos naturales, eso es Belleza. Que ningún ser sufra cuando además es innecesario”.
El documental Slay sobre moda ética
Echando la vista atrás y en vuestra opinión, ¿cómo se ha transformado el mundo? ¿Pensáis que cada vez existe más conciencia sobre los problemas que ocasionan a los ecosistemas el daño a los animales? ¿Lo veis reflejado en rostros famosos, en vuestros compañeros y en vuestro día a día?
Irene Visedo: “A mi me parece que la información cada vez está más sobre la mesa y al alcance de todos. Y o bien despertamos a través suya o lo haremos si no, inevitablemente, a través del sufrimiento. Que Neo2 esté publicando y dando a conocer este tipo de cuestiones o que un Festival de Moda ponga la atención en un documental como «Slay» para mi son sinónimos de que algo está cambiando y que cada vez va calando y resonando más en todos nosotros o por lo menos existe una grieta en el Sistema por la que colarse y ampliar puntos de vista. Ojalá fuesen temas recurrentes a tratar en el parlamento que nos representa”.
Nathalie Poza: “Si estoy aquí es gracias a todas esas personas que me han abierto la mente. Compañeros como Irene, activistas, cineastas, periodistas, arquitectos, santuarios, protectoras, todo tipo de personas que forman colectivos que son el germen de lo que ha de venir, y ya tengo 51 años. Nunca es tarde. Como dice Juliette Binoche, «lo injusto ha de ser visibilizado, de manera urgente en el cine, el teatro, la moda, la calle»”.
En vuestra profesión como actrices, la moda juega un papel fundamental. ¿Creéis que los departamentos de vestuario también han tomado parte conciencia sobre esta problemática? ¿Habéis dicho “no” a algún look de origen animal que os han propuesto? ¿Cómo ha sido la reacción?
Irene Visedo: “Mi experiencia con respecto a mi profesión es que no es un tema prioritario y en el que tampoco, por lo general, le prestan mucha atención. Pero reconozco que siempre que he pedido no hacer uso de animales me he sentido respetada aunque hay veces que es difícil o complicado como en el caso de utilizar un maquillaje libre de crueldad y zapatos de vestir que no estén hechos con piel. Cuando las cosas se organizan con tiempo es más fácil conseguirlo para mi agente o estilista o en el caso de un proyecto para el equipo de vestuario”.
Nathalie Poza: “Mi concienciación es muy reciente. Tampoco me dedico a la moda pero sí podemos aportar:cada vez se hace menos difícil el maquillaje vegano por ejemplo, aunque cuantas más seamos más fuertes se harán esas firmas también y menos tardarán las más reticentes a hacer el cambio en unirse a ser completamente libres de crueldad animal y toxicidad”.
La moda es la punta del iceberg. La industria alimentaria juega un papel absolutamente devastador en lo que a los animales y su bienestar se refiere. Ambas seguís dietas libres de carne y productos de origen animal. ¿Qué consejo le daríais a todas estas personas que no se atreven a dar el paso para iniciarse en esta nueva forma de alimentación y, en definitiva, de vida?
Irene Visedo: “Yo no soy vegana; sólo durante dos años estuve llevando un dieta exclusivamente vegana y la mayor parte de mi vida he comido de forma ovo-vegetariana. Lo que sí estoy en contra es del maltrato animal y rechazo frontalmente el uso de animales en cosméticos. Para llevar una dieta vegana, sugiero acudir a un nutricionista o investigar por cuenta propia en fuentes fidedignas qué suplementos tomar”.
Nathalie Poza: “El consejo es sobre todo no sentirse acusado, exigido, ir poco a poco detectando explorando y haciendo los cambios que necesite cada uno. No se trata de tirar la ropa a la basura si no de consumir menos y con más atención: ¿qué es esto que voy a introducir en mi cuerpo? ¿Me va a nutrir de verdad? ¿Hay sufrimiento detrás de este queso que no necesito? Entrar en un centro comercial y no necesitar nada de lo que asalta nuestros sentidos violentamente es una sensación de alivio muy gratificante. Retomar el poder de decisión, el propio, y no creer que valgo lo que me pongo”.
El documental Slay sobre moda ética
Por ultimo, ¿qué le diríais a ese espectadore de “Slay” que, tras ver el documental, tiene una voz interna que le pide un cambio en su manera de relacionarse con los animales? ¿Cómo le animaríais a empezar abrazar alternativas más responsables con el bienestar animal?
Irene Visedo: “Despertar a la conciencia vegana no es de un día para otro, es un camino vital que va tomando consistencia a través de pequeños pasos comprometidos con la coherencia y responsabilidad. Les diría que apostaran por un pequeño paso y luego otro y otro y que “al volver la vista atrás sólo quedará la senda que nunca más van a volver a pisar”.
Nathalie Poza: “Como he dicho antes, con la alegría de saberse libre de decidir. Y de unirte a todo lo que está bien, sabiendo que no estás solo, que hay personas fascinantes en el camino. Somos parte de esta comunidad natural que queremos cuidar y regenerar, es un momento vertiginoso por lo desconocido pero fascinante por las posibilidades y el potencial”