Detrás de esta agencia creativa está Marco Magalini de 29 años y Manuel Barbieri de 28. Hace 4 años que abrieron MM company en Milán, un lugar de trabajo especializado en Brand Experience, o como aquí decimos, en Experiencia de Marca. Lo suyo es una forma de trabajar que busca generar emociones y sentimientos para que el consumidor se sienta plenamente involucrado con la marca.
MM Company trabaja, sobre todo, con clientes del mundo de la moda y del home design. En su trabajo aplican el estilo como Giorgio Armani sintetizó con las tres D: Discreción, disciplina y deber. En un mundo que tiende a la superficialidad y a la anarquía, ellos aplican laboriosidad y cuidado a cada uno de sus proyectos.
Una de las M de su nombre bien podría representar Milán ya que para ellos es una ciudad llena de contrastes y de inspiración. “En Milán tienes la sensación de vivir en una ciudad auténtica, espontánea y sin falsificaciones. Por las calles se puede ver un equilibrio entre espacios comerciales y residenciales, antiguo y nuevo, público y privado, caro y barato, accesible y exclusivo” nos explican.
Imagen superior: SS18 Fragiacomo Lookbook. Foto: Fabrizio Scarpa
Imagen superior: Moodboard proceso de trabajo para su cliente Sitia
Su filosofía de trabajo te lleva al “menos es más” de Mies Van der Rohe y de Albini, se inspiran en ideas de modernidad y futuro. La sencillez es para ellos un ejercicio para perdurar en el tiempo, es una forma de luchar por las ideas efímeras y pasajeras.
Dirección creativa, diseño de marca, identidad corporativa, fotografía, vídeos, publicaciones impresas, webs, copywriting, diseño expositivos, contenidos editoriales son solo algunas de las tareas que MM Company realiza. Gruppo Prada, cc-tapis, Natuzzi, Vogue.it, Sitia, Linea Zero, Fragiacomo, ArjoWiggings, Laufen o Henge son solo una selección de proyectos en los que MM Company ha trabajado en estos cuatro años de vida.
Imagen superior: Manuel y Marco. Foto: Fabrizio Scarpa
Hablamos con Manuel Barbieri y con Marco Magalini para que nos cuenten sus obsesiones y su forma de trabajo
Marco Magalini: “Yo pienso siempre, de manera casi obsesiva. Estoy encantado por cada forma de creatividad y me gustan las personas que no se ponen limites. Para mi esto es difícil, porque yo intento encasillar, catalogar y organizar todo porque tengo miedo de perderme en un espacio que no conozco. Cuando era pequeño yo soñaba de ser un creativo, pero no sabía si un día podría llegar a serlo. Entonces, para no arriesgarme demasiado, por un tiempo decidí transformarlo en un pasatiempo y concentrarme en otros estudios. Pero todo ha vuelto y no he podido resistir. Empecé organizando eventos, luego escribiendo para revistas de moda y finalmente yo y Manuel abrimos MM, nuestra agencia creativa donde nos ocupamos de las muchas facetas de la creatividad: desde la gráfica hasta el diseño del producto”.
Imagen superior: Pieza gráfica para cc-tapis
Manuel Barbieri: “En mis proyectos me encuentro siempre, a veces sin darme cuenta, a moviéndome en la filosofía del ‘menos es más’ de Mies Van der Rohe y de Albini, en la constante búsqueda de proyectar inspirándome en las ideas de modernidad y futuro, que llevan consigo los conceptos de ligereza, suspensión y esencialidad. Desde las encuestas proyectuales que aspiran a la funcionalidad sin compromisos, a través de formas inspiradas por una elegancia simple pero llena de referencias. Una sencillez que es ejercicio continuo de la duda, para llegar al ‘sin tiempo’. ¿Cuando en diez años nos volvamos a sentar sobre esta silla, estaremos preparados para quererla también para los siguientes diez años? La respuesta afirmativa a esta pregunta es muy importante para mí y a menudo me encuentro en oposición con mis compañeros más ‘de moda’. Esta es una afirmación en contradicción con lo que nos rodea, donde todo es props y su valor intrínseco pasa en segundo lugar. En MM queremos hacer cosas significativas, de valor, reales”.
Imagen superior: SS18 Fragiacomo Lookbook. Foto: Fabrizio Scarpa
Marco Magalini: “Siempre busco la perfección en mi trabajo y en los de mis colaboradores. A menudo me defino determinado y cabezón. Estoy orgulloso – aún que a veces esto me ha provocado un alejamiento desde algunas personas – porque creo que hacer las cosas bien es la única manera aceptable. No puedo dejar correr, me paro en detalles y practico interminables sesiones de revisión. Fijarme sobre algo, verlo más y más veces, me permite capturar cada nivel compositivo: puedo escuchar una canción treinta veces seguidas y desde pequeño volvía a ver la misma película para miles de veces. El juego que me gusta es el proceso de perfeccionamiento, más que su mismo resultado. Yo pasaba días enteros a construir el escenario perfecto de los Playmobil, y una vez que todo estaba listo a mi manera, yo salía. El juego estaba acabado.”
Imagen superior: “Marmo Metafisico” Para Scandola Marmi. Foto: Massimo Scuri
Manuel y Marco: “Cuando abrimos MM Company, uno de los primeros desafíos fue lograr establecer nuestro propio método de trabajo, sobre todo decidir cuando estar satisfechos de un resultado. En la creatividad no hay parámetros objetivos para esto, unas listas de verificación punteadas no son suficientes. Para lograr hace falta ser determinados, ambiciosos y pragmáticos. Valores que respaldan nuestra agencia. Manuel quiere construir los modelos en escala de los proyectos de diseño de producto y de interiores, con precisión cartuja.”
“The Human Rooms” Para Sitia. Foto: Fabio Baggio
Manuel Barbieri: “La dimensión física, táctil, es fundamental. Solamente así puedes darte cuenta de lo que no funciona. El ordenador nos ayuda a visualizar el detalle, pero las ideas principales se construyen con las manos. Está claro que esta esquizofrenia creativa necesita de un numero más grande de horas de trabajo y la disponibilidad de las personas con las que trabajamos. Si tuviéramos que limitarnos a responderle exclusivamente a las peticiones de los clientes, trabajaríamos la mitad de las horas y con menos personal. Y este mismo trabajo añadido, que quiere sugerir soluciones y guiarle a las directivas de los clientes – sin cumplirlas justo porque pagan – es nuestro valor añadido. No nos contentamos de adoptar soluciones preempaquetadas o que no representan el mismo espejo de lo que nos preguntan. Ha pasado que dijéramos unos no, porque nos pidieron hacer un proyecto ejecutivo si método, sin análisis, sin dialogo. En la vida estamos aprendiendo a hacer solo las cosas de las que estamos convencidos, que vemos como partes importantes de un recorrido recíproco de investigación y conocimiento con nuestros clientes”.
Imagen superior: Manuel y Marco. Foto: Fabrizio Scarpa
Nuestra oficina es nuestra casa, es el epicentro de nuestra manera de actuar, que a menudo crea confusión entre trabajo y vida privada. Es el lugar de acción de nuestra pareja creativa, en la que discutimos de proyectos mientras que comemos o bien mientras que sacamos la basura. A veces peleando, discutiendo hasta llegar a un encuentro, quizás después de días de luchas, alternadas a interminables sesiones de Netflix.
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