CON “TOO MUCH INFORMATION” MAXÏMO PARK SE LANZAN AL ESPACIO
Cuentan que durante la carrera espacial, la URSS y Estados Unidos no competían por lo que eran capaces de lograr sino que enfrentaban dos filosofías distintas. La soviética, en la que todo aquello que funcionaba no se tocaba y la norteamericana, empeñada en avanzar, en que si algo funcionaba, lo hiciera en menos tiempo, aun a costa de asumir fallos en el trayecto. Los rusos te ponían en el espacio y te devolvían a tierra en pesadas plataformas tambaleantes, entre crujido de metal y olor a quemado. Los americanos te dejaban en el espacio como si fueras en metro… o te desintegrabas. Paul Smith ya dejó clara su opción cuando habló con esta revista el año pasado, durante la presentación de ‘The National Health’, el anterior trabajo de Maxïmo Park. “Tienes que seguir evolucionando, así que en cada nuevo disco hemos profundizado en el sonido que le interesa a cada uno de nosotros por separado”, decía entonces. Cuando escuchas su nuevo disco,‘Too Much Information’, entiendes que no era una pose. La banda ha asumido el riesgo de un trabajo heterodoxo, en el contenido y en la carrera de Maxïmo Park. Aquel trabajo del que hablaba Smith de “integrar las nuevas influencias en el sonido de la banda sin romperlo”, se ha traducido en temas intensos de poquito guitarreo como “Brain Cells” o “Is It true?”, aunque se les vaya de las manos en “Leave The Island”. Por encima de todos, el que más parece experimentar es el propio Paul Smith, tratando de encontrar distintos tonos, quizá temeroso de que su soniquete llegue a cansar. Por supuesto, siguen accesibles a su parroquia, que adorará “Lydia, The Ink Will Never Dry”, aunque solo con cuentagotas, “Her Name Was Andre”, respondan a su lado más punk y a la portada que han elegido. La mezcla queda deslavazada, aunque en ocasiones aparezcan caminos prometedores como “My Blood Mind”. Mejor eso que imitar a Franz Ferdinand (“Drinking Martinis”), desde luego. Han hecho su apuesta, y nadie les puede acusar de haberse acomodado en un modelo que durante tres discos (no se cuenta el penúltimo) les había funcionado razonablemente bien. A partir de ahora es cosa de sentarse a ver adónde les lleva el experimento. Si son capaces de llegar a las estrellas o se fríen en las capas altas de la atmósfera.
30 de enero de 2014 a las 16:51
Buen análisis de esta banda