Los estudios de arquitectura Marmolbravo (Marina del Mármol y Mauro Bravo) y MADhel (Miguel Herraiz y Daniel Bergman) completan SFJ6, un edificio de 102 viviendas sociales en el barrio madrileño del Puente de Vallecas.
SFJ6 es una de las nuevas promociones de vivienda pública sostenible que actualmente integran el distrito conocido como Ecobarrio, dentro del tejido urbano del Puente de Vallecas. Un proyecto que es resultado del proceso de regeneración urbana de la antigua colonia municipal de San Francisco Javier, hoy convertida en una zona residencial donde los vecinos disponen de un sistema de recogida neumática de residuos y ‘District Heating’ (sistema centralizado de agua caliente y calefacción).
Las 102 viviendas de SFJ6 diseñadas por Marmolbravo y MADhel se erigen en un solar en esquina, condicionado por un desnivel de seis metros y cuatro bloques residenciales colindantes “con unas medianeras que hacían que la ciudad fuera bastante fea en este punto del Puente de Vallecas. Para resolver el problema urbano, decidimos que nuestro proyecto abrazara esas cuatro edificaciones”, afirma Mauro Bravo de Marmolbravo. Y lo hace con una fachada blanca, que se despliega experimentando un juego de alturas entre las cinco y las ocho plantas. Una envolvente que “se ha podido construir gracias a que propusimos a Gerencia de Urbanismo la modificación de la alineación obligatoria oficial de la fachada. De ahí, el plegado, porque lo establecido era una línea recta”, detalla Marina del Mármol de Marmolbravo. Con el objetivo final de “conseguir que un edificio tan grande tuviera una escala más amable”, añade Bravo.
SFJ6: ecosistema verde con cuatro patios ajardinados
En el interior, cuatro patios ajardinados dividen el gran volumen en cuatro bloques independientes, exclusivamente conectados por el parking en planta sótano. Los arquitectos decidieron proyectar estos patios unidos a los cuatro de las viviendas colindantes para poder maximizar su amplitud. El acceso desde la calle se produce a través de los cuatro portales que conducen a cada uno de los patios de la planta baja (donde también se ha reservado espacio para cuatro locales comerciales). Nada más entrar llaman la atención los vivos tonos anaranjados de las fachadas interiores, atravesadas por las galerías corridas que dan acceso a las viviendas en las distintas alturas. Y la exuberante vegetación de los patios, con la que los arquitectos recrean: “esa atmósfera emocional de cruzar el umbral y trasladarte a un lugar completamente distinto. Pensamos que los espacios comunes deben tener una dignidad muy alta y más en vivienda social”, precisa Bravo.
Los patios dotan a las viviendas de ventilación cruzada y mayor iluminación, jugando un papel fundamental al ser “una estrategia climática de arquitectura pasiva, que permite reducir tres grados la temperatura respecto al exterior y hacer que estos espacios sean agradables incluso en verano en Madrid. Además, queríamos que los patios tuvieran un estilo muy mediterráneo. Optamos por la cerámica, tanto en el solado de las galerías como en los elementos de celosía de los tendederos. En las fachadas interiores, generamos una textura inspirada en los revocos tradicionales encalados de Granada o Marrakech, utilizando dos tonos de color que fuimos alternando en los cuatro patios. Y añadimos la vegetación, que hemos seleccionado cuidadosamente para que apenas requiera agua y se de bien a la sombra”, detalla Del Mármol.
Marmolbravo y MADhel: viviendas con luz y color
Los tonos anaranjados se convirtieron en el protagonista de este proyecto por su buen maridaje estético con las fachadas de ladrillo tan populares en el barrio. Por este motivo, los arquitectos decidieron utilizar el color no solo en los interiores de los patios, sino también en los dos pliegues de la fachada exterior más próximos a los bloques vecinos. Además, las cubiertas del proyecto también se amoldan a las alturas colindantes: “Adoptamos volumétricamente la estrategia del plegado de la fachada. Es decir, que la aplicamos también en la cubierta inclinada. Tiene unos planos que suben en la parte central y bajan en los extremos, cuando contactan con las edificaciones existentes”, explica Del Mármol. Una solución que genera unas lujosas dobles alturas en los espacios interiores de las últimas plantas.
El programa del proyecto incluye diversos tipos de viviendas: de uno, dos, tres y cuatro dormitorios y algunos dúplex. Cuatro bloques preparados para acoger a diferentes tipos de familias con distintas necesidades. Los arquitectos han perseguido explotar al máximo la calidad de la iluminación natural y los espacios exteriores en cada una de las viviendas: “Una de las estrategias ha sido hacer que los huecos sean suficientemente grandes para que los interiores no acaben en un muro, sino que se extiendan al horizonte. Y más en un edificio en el que tenemos muy buenas vistas. Al ampliar la escala de los huecos, hemos convertido las ventanas en terrazas. Además, hemos incluido balcones en todas las partes que estaban permitidas y también utilizado la cubierta del edificio como terraza”, cuenta Bravo.
Parking con ventilación natural
La iluminación de los espacios se extiende a la planta sótano en versión fluorescencia: “flipamos con el tono atornasolado”, expresa Bravo. Y es que las paredes del parking están revestidas con una chapa ondulada cincada en dorado que “refleja los colores del entorno y genera ese efecto de discoteca”, describe Del Mármol. Un espacio de aparcamiento cubierto, pero abierto para gozar de ventilación natural y de conexión visual directa con los patios y las viviendas. Esta decisión de diseño responde a cuestiones de movilidad: “El parking debe cuidarse igual que los espacios comunes porque mucha gente va a llegar la mayoría de las veces en coche al edificio. Pero, además, porque estos espacios van a ser repensados en un futuro muy cercano, ya que la movilidad está cambiando. Por eso nos pareció muy importante que tuviera iluminación natural y vegetación, para que pueda servir para otros usos”, detalla Bravo.
Marmolbravo: acerca de las viviendas sociales en el futuro
Marmolbravo, que cuenta con ocho primeros premios en concursos de vivienda colectiva en su trayectoria, opina que en el futuro: “hay claramente que innovar en tipología de viviendas, pero para eso la regulación tiene que adaptarse. Todos decimos que la vivienda tiene que ser flexible, porque hay nuevos tipos de familias y formas de usar la vivienda. Sin embargo, las normativas siguen ancladas en unos pasados obsoletos”, describe Del Mármol. Respecto a la vertiente energética, los arquitectos sostienen que los diseños deben sustentarse en estrategias pasivas. Principio que han aplicado en SFJ6, que cuenta con certificación energética A, la máxima calificación que se le puede otorgar a una vivienda. Y es que, como afirma Bravo: “Para que los edificios consuman menos, hay técnicas pasivas del pasado que, si se retoman, harán que la vivienda colectiva sea mucho mejor en el futuro”.
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Créditos del proyecto
Nombre del proyecto: SFJ6
Arquitectura: Marmolbravo + MADhel
Promotor: Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS)
Año finalización construcción: 2023
Superficie construida: 13.267,87 m²
Ubicación: Plaza Peña Gudina y calles Martínez de la Riva, Eduardo Rojo e Higinio Rodríguez, Distrito Puente de Vallecas, Madrid (España)
Programa: 102 viviendas, 4 locales y 109 plazas de garaje
Fotografía: José Hevia