Para el artista brasileño Mario Bands, el Street art es la expresión artística que se extiende a través de él. Muy joven, toma la iniciativa de escribir su nombre por toda la ciudad de Río de Janeiro, con un grupo practicando el pixaçao, el graffiti- casi exclusivamente brasileño con su propio estilo ortografíco y su práctica ilegal peligrosa en las alturas de la ciudad.
Hoy, el universo de Mario ha cambiado. Reinventa la imagen de la ciudad. Todavía alistado en el espacio urbano, difunde sus intensas y coloridas obras geométricas sobre objetos sin interés de la ciudad. Los rectángulos y los cubos parecen ser edificios simplificados. Esta nueva identidad dada perturba a los transeúntes.
Nuevas formas están tomando la calle ofreciendo al público una galería de arte al aire libre. Estos dispersos “monolitos urbanos”, en referencia a una de sus series, crean un mapa donde se conoce la historia personal de Mario Bands. De hecho, cada intervención realizada y pensada está conectada con Mario. Conoce el barrio: sus hábitos, sus dificultades y sus posibilidades. Invierte la calle como una reivindicación de lo que hace la ciudad: su cultura popular. La obra abstracta de Mario da un nuevo significado a las aventuras cotidianas de los habitantes de Río de Janeiro. En contacto con este efímero trabajo, cada uno vive una experiencia íntima, buena o mala, aquí no es la cuestión.
Algunas obras de Mario forman un efecto de túnel donde la anidación espacial y temporal compone innumerables historias. La imagen es cada vez incluida en otra como una metáfora de la sociedad brasileña. La ciudad es la suma de todos los individuos que lo componen, independientemente de su origen, estatus social, orientación sexual o religión.
Paseando por la ciudad con sus bombas multicolores, Mario surge para permitir que todos recuperen los objetos del espacio público. Los colores y formas de Mario expresan la intensidad vivida y sentida en los distritos de Río de Janeiro. Afirma que el arte, en resumen, es de todos para todos, porque en palabras de André Malraux, escritor francés, “El arte es el camino más corto del hombre al hombre.” Las obras de Mario fluyen en la vida de la ciudad de una manera anónima y silenciosa, porque para Mario lo que es importante es dar a conocer la profundidad vital del arte.
Sin abandonar su práctica urbana, Mario Bands quiere contaminar a otro público por sus cuadros. Manteniendo su firma gráfica y su energía, descubre otro viaje, más íntimo y personal. La inspiración es diferente, pero en su estudio ubicado en un barrio antiguo de la fábrica de la Penha, representa edificios eternos donde la atmósfera de Río de Janeiro sigue vibrando.
Séverine grosjean
