Con su imaginación radical, la obra de Marianna Simnett traza un perturbador mapa visual que fusiona lo biológico, lo mitológico y lo tecnológico.
Marianna Simnett (nacida en 1986) emplea lo grotesco y lo sublime para criticar y cuestionar las estructuras de poder. Su estética, entre siniestra y desconcertante, reflexiona sobre la disolución de la naturaleza ante la omnipresencia de lo tecnológico, donde lo familiar se en convierte criaturas extrañas y lo ajeno emerge como una metáfora de lo reprimido.
Foto de portada: Vista de la instalación Winner in Hamburger Bahnhof, Berlín, Mayo 2024 © Jacopo La Forgia
Gorgon, opera de flauta, 2023. Comisionado por Las Art Foundation. Cortesía de la artista, Las Art Foundation y Société, Berlín. Foto: Dorothea Tuch.
Cine, música, pintura, performance y escultura se combinan en la obra de la artista visual Marianna Simnett para explorar la transformación, la violencia o la automatización. La mitología, para ella, no es solo estética, sino una herramienta para reconfigurar arquetipos renovados sobre construcciones sociales contemporáneas. Con su visión transgresora, invita a repensar la fragilidad humana en un diálogo constante entre lo físico y lo intangible. Conversamos con ella para explorar su universo y su visión de un futuro donde el arte no tiene un solo rostro, sino todos.
Retrato de Marianna Simnett por Femke Thurmann
Marianna, ¿cuándo supiste que querías ser artista? ¿Y cómo empezaste?
Marianna Simnett: De niña me golpeé un diente y con la sangre dibujé una cara. Cuando una maestra me pidió que dibujara una casa, hice un avión Concorde de papel y lo lancé por el aula. Cuando me dijeron que me pusiese cara a la pared, vi monstruos en las grietas. Todas esto me hizo saber desde muy pequeña que quería ser artista. Tenía unos 3 o 4 años.
Tu trabajo examina la intersección entre naturaleza y tecnología. ¿Cómo influye la naturaleza en tu proceso creativo y en la conceptualización de tus piezas?
Marianna Simnett: Mi trabajo ha tratado sobre la extracción robótica de leche, cucarachas biónicas, la toxina botulínica y otros temas tanto orgánicos como inorgánicos. Siempre oscilando entre medios digitales y físicos y usando cine, acuarela, música, escultura, pintura al óleo y performance. Los humanos somos extensiones de la naturaleza, y al igual que nosotros, la naturaleza puede ser caótica, salvaje, indomable y difícil de controlar. Crecí siendo una pequeña pirómana, viviendo en un barco y tocando la flauta, siempre he tendido una proximidad inherente a los elementos naturales.
Marianna Simnett en Blood in My Milk, fotograma, 2018
¿Hay en tus obras preocupación por la identidad y la representación?
Marianna Simnett: Pues mira, la identidad nunca ha sido una preocupación, me gusta jugar, la experimentación y las posibilidades transformadoras. Somos criaturas en continuo cambio. Como dice Tilda Swinton: “No creo en la identidad. Creo que deberíamos ser más flexibles con nosotros mismos”. En mi película “The Severed Tail” (2022), me sumergí en las comunidades PupPlay y Larp, donde el juego de roles permite a las personas probar nuevas identidades en un espacio seguro sin ser juzgadas.
Hablado de roles, la transformación, en especial respecto al género, es un tema recurrente en tu trabajo. ¿Cómo abordas el concepto del cuerpo como entidad fluida, capaz de cambio y reinvención, y qué te atrae de estos temas?
Marianna Simnett: Siempre vuelvo a Ovidio. Me encanta “Las Metamorfosis”, aunque me gusta añadir un poco de venganza por cortar la lengua y la violación. Intento revisar algunos mitos a través de obras como “Gorgon” (2023), “Blue Moon” (2022) y recientemente “Leda Was a Swan”. Sobre acciones en mi propio cuerpo, en “The Needle and the Larynx” (2016) modifiqué el tono de mi voz inyectándome Botox en la laringe. El efecto fue una voz mas profunda y débil. En “Winner” (2024), convierto faltas brutales de fútbol en una danza fluida. En general jugueteo con las expectativas y desafío reglas impuestas sobre violencia y género.
Blue Moon, videograma, 2022
Ahora que mencionas Leda, trabajo que desarrollado en Pompeii Commitment. Archaeological Matters, ¿qué papel desempeña en él la inteligencia artificial?
Marianna Simnett: No es la primera vez que utilizo la Ia para reinterpretar mitos: “Blue Moon” esta dedicada a Atenea y su flauta, y “Gorgon” recontextualiza la entidad mitológica en un cuento de hadas contemporáneo sobre amor, envidia, poder y empatía en la era del aprendizaje automático. Como hay tantos mitos en torno al aprendizaje automático, me parece una herramienta increíblemente adecuada para volver a contar mitos de la antigüedad y trasladarlos a lo contemporáneo. Me encanta mezclar épocas y acercarlas para ver qué tienen que decirse unas a otras.
Además, me encanta tener control sobre los resultados, pero también perderlo. Es muy alentador compartir el resultado con una máquina, aunque yo diría que es una lucha y no una entrega, como un concurso de rodeo. Al final es la imprevisibilidad y el azar lo que me fascina. Lo que más me impacta son siempre los momentos inesperados.
Gorgon, fotograma, 2023, video Ia. Cortesía de la artista, Las Art Foundation y Société, Berlin
Tienes formación en teatro y música, ¿como influyen en tu práctica?, ¿cómo seleccionas los medios para transmitir un mensaje?
Marianna Simnett: Insisto en un flujo entre medios. La materia es maleable. Las habilidades se pueden aprender en YouTube. No creo en la especialización o la maestría, pero sí creo que una puede ser buena en algo si se emplea tiempo y dedicación. A veces le he dado mucho valor a ser ‘buena’ o ‘la mejor’ en algo. Ser una niña de teatro me enseñó a valorar la audiencia y la entrega. Comencé con la música clásica a los 5 años, luego evolucionó hacia la improvisación y el jazz. Tanto la música como el teatro son inherentemente colaborativos, y a través de ellos he encontrado mi comunidad artística y amigos, como Colin Self, Kiani del Valle, Oliver Coates, Bendik Giske y Lydia Lunch. Todes elles artistas increíbles, ¡me siento muy afortunada de trabajar con elles!
Faint with Light, 2016, vista instalación en Seizure, Copenhagen Contemporary, 2019. Fotos: Anders Sune Berg
Cambiando de tema, en tu película “The Bird Game” (2019), niños son alentados por un cuervo malévolo a participar en juegos cada vez más oscuros y violentos. ¿Por qué usas esa dinámica?
Marianna Simnett: Hay una fascinación secreta por los cuervos. Históricamente, los cuervos han impresionado a los humanos con su inteligencia. Tienen una memoria enorme y recuerdan rostros. Los científicos tienen que usar máscaras cuando estudian sus muertes porque los cuervos atacan a cualquiera que recoja a sus muertos, recordándolos hasta 5 años. Teníamos un cuervo llamado Yum Yum en el set. Era un cuervo muy inteligente. Le enseñamos a recoger una cuchara de plata y a realizar muchos trucos desagradables… ¡A veces desearía poder ser un cuervo!
The Severed Tail, fotograma, 2022
Quizás por ese deseo de ser cuervo, desde 2019, parece haber un giro hacia filmes centrados en los animales. ¿Cómo has evolucionado hacia ahí y qué eventos clave han marcado esa evolución?
Marianna Simnett: No exactamente. En 2013 hice una película llamada “Dog” sobre entrenamiento y obediencia, y en 2014 “The Udder” sobre la pureza de la leche y la mastitis. Pero sí que hubo un giro marcado de un lenguaje a otro alrededor de 2019. Es cuando decidí disfrutar creando, o dejar de crear. Hubo un cambio deliberado en mi enfoque, pasando de los sistemas biológicos internos a la mitología, la animalidad y otras formas de narración. El primero de estos fue “The Bird Game” que hemos mencionado ya y “Hyena and Swan in the Midst of Sexual Congress” también de 2019. En 2022 hice “Prayers for Roadkill”, una animación en stop-frame de 16mm. Era en medio de la pandemia y no podíamos ver a humanos, por eso desvié mi atención hacia los animales atropellados por coches y decidí devolverlos a la vida.
Blood in My Milk, 2018. Vista instalación en New Museum, Nueva York, 2018. Foto: Maris Hutchinson Epw Studio
Pues en “Prayers for Roadkill” hay una escena en la que el balance suave de un bebé se convierte en una sacudida violenta, ¿hay una delgada línea entre el cuidado y el abuso?
Marianna Simnett: Sí, con frecuencia son indistinguibles. Cuando algo me atrae mucho, me repugna en igual medida. En la película, los animales, que ya están muertos, repiten diferentes formas de violencia entre ellos. Por eso hay estas dobles muertes con el zorro, el mapache, los ratones, la ardilla y los pájaros, todos interpretando a la vez víctimas y perpetradores en escenarios grotescos pero entrañables.
¿Intentas comunicar conceptos complejos a través de tu trabajo?
Marianna Simnett: No intento comunicar conceptos complejos, pero no me molesta que la gente interprete lo que quiera. De verdad trato de hacer que el trabajo sea lo más accesible posible. Cuando los niños ven una de mis películas, dicen “¡otra vez, otra vez, otra vez!” Creo que lo más difícil de hacer arte es mantener la resistencia, las relaciones y el dinero. Mi táctica de supervivencia es rodearme de personas que amo, confío y respeto.
Gorgon, ópera de flauta, 2023. Comisionado por Las Art Foundation. Cortesía de la artista, Las Art Foundation y Société, Berlín. Foto: Dorothea Tuch.
¡Con amor todo siempre! Entonces, ¿ni concepto, ni mensaje, ni intención para el espectador?
Marianna Simnett: No me gusta la palabra “mensaje”, pero diría que espero que la gente encuentre el valor para explorarse a sí mismos y sus sueños.
¿Cómo equilibras la influencia de las tradiciones artísticas con tu deseo de innovar?
Marianna Simnett: En cuanto a las tradiciones artísticas, mis influencias van desde los cuentos de monjas del siglo XII, la mitología griega antigua, hasta videos de TikTok y conversaciones con amigos. No hay una trayectoria lineal, saco lo que me gusta y lo sintetizo en una mezcla dulce.
Faint with Light, 2016, vista instalación en Seizure, Copenhagen Contemporary, 2019. Fotos: Anders Sune Berg
Mas influencias, como mujer, ¿te han influido artistas feministas del siglo pasado? ¿Qué opinas del feminismo en Europa hoy en día?
Marianna Simnett: Sí, claro que me han influido. Creo que no existe un solo tipo de feminismo. Recientemente leí “Against White Feminism” de Rafia Zakaria, que reubica las preocupaciones de las mujeres no blancas dentro de las agendas universalistas y a menudo excluyentes del feminismo blanco. El término feminismo está ahí para ser desafiado, revisado y escrutinizado. No hay una definición única para todas, y hay demasiados matices y diferencias para condensarlo en una sola palabra.
Winner, fotograma, 2024. Película Super 16mm transferido a video
Y del feminismo a la masculinidad tóxica y el fútbol: tu pieza “Winner” fue comisionada con motivo del Campeonato Europeo de Fútbol 2024 que tuvo lugar en Alemania. Dada la cultura tradicionalmente hipermasculina del fútbol, ¿qué te interesó de esta comisión?
Marianna Simnett: Fue una oportunidad para poner un espejo hacia la masculinidad y encontrar un nuevo tipo de sensualidad en este fascinante y complejo juego. Me sentí atraída por los vendedores de hotdogs y las figuras marginadas. Y por supuesto, era imposible ignorar la brutalidad y la violencia, pero también fue increíble inspirarme en el amor y la pasión irracional. Fue una experiencia llena de adrenalina, me dio una gran oportunidad para entrar en un tema como impostora con licencia para ser ingenua con mi punto de vista especial como outsider.
Winner, fotograma, 2024. Película Super 16mm transferido a video
¿Cómo ha afectado a tu vida este torbellino de experiencias recientes, bienales como la 59ª edición de Venecia, Manifesta 15 en Barcelona y ferias de arte en Basilea?
Marianna Simnett: Intento no ser demasiado cínica con los grandes eventos. Son plataformas increíbles y estoy muy agradecida de ser parte de ellas, pero creo que seguiría siendo la misma persona sin ellas. No ha cambiado mucho, sigo haciendo lo que quiero hacer, solo que con equipos más grandes. Aunque en el fondo siempre he llevado los recursos al límite en cualquier proyecto en el que he trabajado.
Una de las cosas buenas de Manifesta 15 ha sido el uso de lugares históricos (como el Monasterio de Sant Cugat, donde se instaló tu obra) como escenarios para el diálogo contemporáneo. ¿Qué feedback tienes de tu participación en esta edición tan controvertida —al menos entre los locales—?
Marianna Simnett: Pues en general, he recibido comentarios positivos de los que visitaron y vieron mis acuarelas “Banquet”.
Gorgon, ópera de flauta, 2023. Comisionado por Las Art Foundation. Cortesía de la artista, Las Art Foundation y Société, Berlín. Foto: Dorothea Tuch.
Y sobre tu galería, ¿puedes compartir como será tu participación en Arco 2025?
Marianna Simnett: He entrado con retraso en el mercado del arte, sin embargo, en los últimos cuatro años desde que me uní a la galería Société en Berlín mi trabajo ha explotado en diferentes direcciones. Estoy muy feliz de mostrar mi trabajo nuevamente en Arco este año con Société. He producido nuevas esculturas de bronce que surgieron del proyecto “Winner”. Arco es una feria maravillosa, además con la semana del arte en Madrid, y es que tengo muchos coleccionistas leales en España. Por si fuera poco, el mánager de mi estudio también está basado en Madrid, como ves, tengo una conexión profunda con la ciudad y la feria. Además, me hizo muy feliz presentar una de mis obras de gran formato, “Faint with Light” (2016), en Arco 2022, donde tuvo una gran recepción.
Winner, 2023, acuarela en papel. Foto: Trevor Good
Algo más personal, te estás instalando en Nueva York después de vivir en Berlín. El actual clima político alemán, especialmente en relación con el panorama cultural berlinés, y Nueva York, con la vuelta de Trump. Parece todo un escenario distópico, ¿eres una persona optimista?
Marianna Simnett: Soy hija de un hombre capaz de encontrar cualquier excusa para sacar lo positivo de cualquier situación terrible. Espero haber heredado un poco de ese talento. Encuentro pequeños placeres en grandes extensiones de agua, la naturaleza y mi maravilloso equipo, que me rodea de auténtico amor y alegría.
Actualmente estás trabajando en tu debut como cineasta. ¿Puedes compartir algo?
Marianna Simnett: Pues estoy desarrollando el guión de un filme y manteniendo reuniones con académicos e investigadores. Lo siento, pero no puedo revelar mucho de momento, pero puedo decir que estoy investigando con dos psicólogos increíbles en Londres y los resultados de nuestra investigación están alimentando el desarrollo de los personajes y la trama. Nuestras conversaciones proporcionan una gran perspectiva y materiales para incluir en la pieza final. ¡Revelaré más tan pronto como sea posible!
Blood in My Milk, 2018. Vista instalación en Mmk, Frankfurt, 2019. Foto: Axel Schneider
¿Cómo imaginas el futuro de tu trabajo y tu evolución artística?
Marianna Simnett: Espero no quedarme quieta nunca. Mis proyectos abarcan video, pintura, aprendizaje automático, música, performance y escultura. Espero que este año la gente deje de preguntarme en qué medio trabajo … No pretendo ofender a nadie, ¡pero el día que nadie me pregunte eso, será un buen día!
Finalmente, ¿cómo ves este recién comenzado 2025? ¿Hay algún proyecto que te emocione particularmente?
Marianna Simnett: Parece que será un año muy ocupado con varias exposiciones planificadas, comenzando con “Charades” en mi galería Société, que abre para el Gallery Weekend de Berlín en mayo. Después, hay una serie de exposiciones y eventos por toda Europa y, con suerte, algunos más en Estados Unidos donde vivo ahora.
Tartarus, 2024, bronce, hilo y mármol. Foto: Trevor Good
Todas las fotos cortesía de la artista y Société, Berlin, menos donde indicado.
Más info sobre la artista en su web.