María Arnal y John Talabot crean un nuevo proyecto musical de ARIA, obra que se puede ver en la 17º Bienal de Arquitectura de Venecia. Está compuesta por tres piezas musicales que reflexionan sobre la importancia del aire.
María Arnal es una mujer artista incombustible, y presenta junto a John Talabot el proyecto musical llamado ARIA I,II,III. Arnal y Talabot, dos artistas referentes cada uno en su género, se han unido para crear esta pieza musical, un corte de 12 minutos que funciona a modo de banda sonora exclusiva para la instalación sonora multicanal del proyecto expositivo air/aria/aire, comisariado y diseñado por Olga Subirós. Se puede escuchar en directo hasta el 21 de noviembre en el pabellón Catalán de la 17º Bienal de Arquitectura de Venecia. Si tienes ganas de escucharla en directo -pero no puedes ir a Venecia- no te preocupes, porque podrás disfrutar de su versión estéreo, accesible para la escucha pública, será distribuida digitalmente y también como disco edición limitada por el sub-sello AIRE (Aire01) de Hivern Discs, creado exclusivamente para este proyecto en el que se han unido dos de las mentes más talentosas de la música española. Por un lado tenemos a la catalana, de Badalona, María Arnal de 34 años. Música, compositora y cantante que ya conoces, desde al menos 2015, bajo el nombre de María Arnal i Marcel Bagés. Y por otro nos encontramos al famoso productor barcelonés de 38 años, John Talabot. Reconocido a nivel internacional, su nombre es sinónimo de electrónica española de calidad.
Aria i, II y III de María Arnal (@mariaarnaldimas) y John Talabot (@john_talabot)
María Arnal
La artista catalana nos habla del proyecto Aire que se estrena en la bienal de arquitectura de Venecia
Has estado en Venecia montando la exposición, ¿cómo ha sido vivir y sentir una ciudad tan llena de turistas, vacía, limpia y tan cambiada?
Es la primera vez que vengo a Venecia en toda mi vida y, sin embargo, he viajado mucho por Italia, así que venir aquí para trabajar y poder disfrutar de la ciudad en estas circunstancias tan extraordinarias… Porque efectivamente, hay muy poca gente y se puede andar tranquilamente casi sin cruzarse con nadie, incluso en un evento tan internacional como es el de la Bienal. No lo he podido comparar con la ciudad llena de turistas pero todos me dicen que es una suerte poder verla así. Han sido desde luego unos días muy especiales.
¿Crees que la gente está completamente concienciada sobre la importancia del aire y su pureza?
Algo que me ha sorprendido de este proyecto es justamente que ayuda a concientizar, gracias a evidencias claras, sobre la toxicidad del aire que respiramos, las vulnerabilidades y las enfermedades asociadas a determinadas partículas… Este proyecto permite entrar en todo este conocimiento de golpe y, además, también lo hace de la mano de un proyecto sonoro: una pieza sonora multicanal con 75 altavoces que es muy inmersiva y que por supuesto, también es como hablar del aire desde el sonido y desde la propia voz. La intención del proyecto es desbordar los espacios instalativos de la Bienal, y que realmente, lo integremos en nuestra vida cotidiana y sepamos qué trae ese aire. Por ejemplo, la investigación pone el foco en los espacios más contaminados de Barcelona y nos explica cómo el aire contaminado afecta también a muchos lugares en los que pensamos que respiramos aire puro como por ejemplo, los mismos Pirineos. Participar en este proyecto me ha transformado realmente.
John Talabot y María Arnal
En esta exposición se reflexiona sobre la importancia de la arquitectura y el aire pero, ¿ves viable llevarlo a la práctica?
Algo que tiene este proyecto es que tiene muchas posibles propuestas a corto, medio y largo plazo. En este sentido, creo que no hay que pensar que no vale la pena hacer nada porque el cambio está demasiado lejos ya que, es posible tener actitudes distintas y una buena manera de empezar es, por ejemplo, saber cuáles son las calles más perjudiciales para nuestra salud en el caso de Barcelona y empezar con pequeñas acciones. Luego, también es importante generar contextos no solamente políticos o sociales colectivos, sino también artísticos en los que se pueda hablar de estos temas sin caer en clichés y pensando en un futuro en el que sea posible convivir.
Parece que la reflexión sobre el futuro y sus cambios es algo que solo está reservado a las élites, ¿qué consejos o qué le dirías al ciudadano de a pie para que mejore el aire y su entorno?
Yo no creo que el aire que respiramos sea un tema que le pueda interesar solo a las élites. Todos necesitamos respirar aire que no sea nocivo. Una parte interesante del proyecto es, por ejemplo, la generación de apps para saber exactamente cuál es la toxicidad del aire a pie de calle. Los cambios revolucionarios y a gran escala se hacen cuando la gente pide y presiona para que haya responsabilidad. Generar conciencia es una buena manera de movilizar.
María Arnal
ARIA I,II,III (Continous) es el nombre de la pieza para AIR/AIRE/ARIA, ¿cómo ha sido la sinergia a la hora de trabajar y componer la pieza? Además, la música de la exposición se publicará en el disco AIRE, con el sello Hivern Discs, ¿qué puedes contarnos de este disco?
El encargo fue realizar una aira polifónica sobre el aire como bien común. No tenía experiencia en trabajar por encargo y sin embargo me he sentido siempre muy cómoda porque la comisaria me ha dado total libertad. Como también estaba preparando el disco, que John Talabot me acompañara fue una gran oportunidad. Tan bien nos lo pasamos que decidimos que esta aira polifónica se convirtiera también en edición limitada de vinilos que iba a acompañar lo que sería el catálogo de la exposición. El vinilo, es una consecuencia de este trabajo conjunto del que estamos tan contentos, por lo que hemos decidido plasmarla en esta edición limitada.
El aire, además de un elemento, es algo completamente intangible, ¿cómo habéis materializado en sonidos lo que es el aire para vosotros?
La primera referencia que cogí fue una paleta sonora relacionada con el aire, que entonces pudiera ayudarme a materializar este elemento intangible. Por un lado, quería hacer un procesado de voces y respiraciones que me dieran la textura más coral procesada y las respiraciones como si pudieras estar de repente dentro la laringe o la boca y que sintieras alrededor de tu cuello a alguien respirando muy fuerte. También trabajar con datos pasados a MIDI desde donde trabajar los elementos rítmicos y datos de la contaminación recogidos de las estaciones que miden la calidad del aire en Barcelona. Otras referencias han sido los instrumentos de viento que tuvieran esta textura con mucho aire. Me interesaba particularmente el arpa eólica, que es un instrumento antiguo que se solía poner en espacios con mucho viento y que la tocaba el viento y quería conseguir esta sensación. Hay una parte más ambiental y otra más pop, en el sentido de una canción con una letra que funcionara como una canción reconocible que canta una voz solista. Entonces, todo el tiempo ha sido jugar con esto, intentar que todos los elementos pertenecieran a la misma paleta sonora para que, aunque rítmicamente y compositivamente fueran muy distintos, el tono no desencajara del resto de piezas.
John Talabot
¿Crees que somos conscientes de su importancia?
Yo creo que poco a poco y mediante proyectos como este se conseguirá tomar más conciencia de todo esto.
¿Cómo conociste a John Talabot?
Conocía a John Talabot porque colaboró en un par de canciones de Clamor (disco de María Arnal i Marcel Mages). Nos llevamos muy bien y ya vimos que teníamos ganas de trabajar más. La verdad es que ha sido una colaboración increíble y me encantaría repetir porque tenemos mucha química creativa y además, nos lo pasamos muy bien trabajando juntos.
Con María Arnal i Marcel Bages estás teniendo un gran éxito, ¿te lo esperabas?
Con Marcel Bages y David Soler llevamos una trayectoria de varios años, es un equipo que ya tiene su madurez y me encanta porque están ahí todas mis ideas y mi alma. Estoy muy agradecida y contenta con ello.
Clamor es tu último disco y también reflexionas y criticas la crisis mundial, ¿qué relación sientes que existe entre ARIA I,II,III (Continous) y Clamor?
Creo que hay un interés en hablar del presente desde un lugar que pueda emocionar y provocar y sí que hay mucho en común pero porque son cosas que ahora me preocupan y me interesan. Sobre todo me interesa no recurrir a las mismas imágenes, a las mismas palabras, a los mismos escenarios, que ya sabemos que cuando hablamos de finales y de fines del mundo son súper aburridos. Entonces, en los últimos años, he estado muy interesada en cómo hablar de todo esto desde lugares distintos, con historias distintas y el resultado se está viendo ahora desde las historias de Clamor y el tratamiento de ARIA.
También tienes una gran pasión por el arte, la portada de Clamor es un diseño en 3D, ahora esta BSO para una instalación artística y, en tus directos, juegas mucho con el espacio, la arquitectura y la escenografía, ¿cuál es tu relación con el arte?
Es absolutamente fundamental. Me gusta cuidar cada detalle con el arte. Cada intervención artística, sea la portada de disco, una actuación o una canción, es una historia que se puede contar escogiendo unas determinadas palabras o una rima, escogiendo unos instrumentos o unas melodías, un diseño de iluminación, un vestuario, un movimiento o espacio escénico, una tipografía, un color… Para mí la música y la voz son el centro, pero mi formación en dirección escénica y muchos años trabajando en el Teatre Lliure, me hacen inevitablemente pensar en todo un amplio espectro de herramientas artísticas que se pueden adoptar. La verdad es que es un momento muy especial para mí, porque después del éxito de 45 Cerebros y un Corazón, he tenido más recursos e inspiraciones para poder dedicarme a todo esto aspectos y satisfacer mi necesidad de crear storytelling… Porque me encantan las historias. Es para mí inevitable, cuando estoy haciendo canciones con David y con Marcel, imaginar qué luces, qué movimientos va a tener este disco, el “lugar” que estás construyendo, un lugar con sus propias maneras y su carácter. Después de 45 Cerebros hicimos un equipo muy potente y creo que con Clamor este equipo ha madurado, cada uno ha ido creciendo hacia diferentes lugares. Y, al menos para mí, lo que ha significado es poder realmente adquirir esa libertad para compartir mi visión y desplazar el proyecto hacia otros lugares que igual no eran tan evidentes con el primer disco y que sin embargo alimentan la parte musical muchísimo.
¿Con quién te gustaría colaborar en el plano artístico y en el plano musical si pudieses?
Hay mucha gente con la que me gustaría colaborar, con Björk, por ejemplo.
María Arnal tiene varias facetas artísticas, ¿cómo compaginas tus diferentes facetas musicales?
Creo que lo puedes escuchar en todas las canciones que estoy sacando. Para mí es fundamental imaginar el lugar que estás construyendo, un lugar con sus propias maneras y su carácter.
Como María Arnal i Marcel Bagés ya has publicado varios discos y cuentas con una larga trayectoria musical, ¿cómo te sientes con todo esto?
Muy agradecida porque no es una trayectoria directa ni de mucho tiempo. Es una trayectoria muy silvestre y estoy agradecida de que la respuesta sea así de generosa.
El arte y la música son dos ramas de un mismo árbol, ¿por qué crees que no se tienen en cuenta o no se valoran juntas lo suficiente?
Porque hay una tendencia generalizada en dividir las artes por disciplinas. Es algo útil para las industrias culturales, pero a veces, como artistas, tenemos la sensación que estás categorías, nos quedan apretadas. En mi caso, mi formación e interés por el teatro ha influido muchísimo a la hora de alimentar mi relación con la música. Cuando me imagino un concierto, se que no solamente a escuchar o ver algo. En este sentido pienso en todas las sensaciones que se pueden despertar en el espectador…
¿Qué música has escuchado recientemente que te haya impactado
El otro día fui a la tumba de Claudio Monteverdi aquí en Venecia en la Iglesia de Santa María dei Frari y estoy escuchando sus polifonías, sus misas polifónicas que son una pasada y la verdad es que voy a copiar muchas ideas que hay ahí segurísimo (ríe).
¿Qué planes puedes contarnos para 2021?
Muchísimos conciertos, algunos internacionales, proyectos paralelos que tienen que ver con Clamor y, al final de año, algunas sorpresas. Mucho trabajo porque al final es lo que más me gusta. Esto para mí no es trabajo. Trabajo mucho pero desde la pasión y por ahora, al menos para mí, es inagotable.