Marc Bibiloni, galerista comprometido con el arte contemporáneo, crea espacios donde el pensamiento y la reflexión se encuentran.
En su nueva galería en Madrid, Marc Bibiloni busca ofrecer un refugio para el espíritu, tal como decía John Updike: “Lo que el arte ofrece es espacio, un respiro para el espíritu”. A través de su trabajo, este joven galerista invita a los visitantes a explorar nuevas formas de entender la realidad y el arte en su más pura esencia.
Vista de la exposición: Michael Stank, Between here and Now.
¿Cómo fue tu primer acercamiento al mundo del arte y qué te motivó a convertirte en galerista
Marc Bibiloni: Mi primer contacto con el arte fue cuando me mudé a Londres tras estudiar en Barcelona. Tuve la oportunidad de trabajar en la gestión de la colección del diseñador Paul Smith, casi por casualidad. Desde entonces, supe que mi vida estaría dedicada al arte contemporáneo, lo que me llevó a especializarme en este campo. Después de varias experiencias en galerías, sentí la necesidad de aportar mi propia visión, lo que me llevó a crear La Bibi. Ahora, con la intención de consolidar mi trayectoria, fundé Marc Bibiloni, un proyecto que espero me acompañe toda mi vida.
¿Qué recuerdos tienes de tu tiempo como fundador y director de La Bibi en Mallorca? ¿Cómo influyó esa experiencia en tu carrera?
Marc Bibiloni: La Bibi fue una etapa crucial en mi crecimiento. Me permitió experimentar, arriesgar y cometer errores que, hoy en día, me han convertido en el galerista que soy. Lo que más valoro es la relación que construí con los artistas, quienes siguen trabajando conmigo en este nuevo capítulo.
Vista de la exposición: Michael Stank, Between here and Now.
¿Qué te inspira de los artistas contemporáneos con los que trabajas?
Marc Bibiloni: Me interesan los artistas que dialogan con el presente, que cuestionan la realidad contemporánea. Para mí, una galería no es solo un espacio expositivo, sino una plataforma de pensamiento. Tenemos la responsabilidad de generar ideas que provoquen reflexión y ayuden a moldear nuestra percepción del presente y futuro.
¿Cómo tomaste la decisión de mudarte de Mallorca a Madrid para abrir una nueva galería? ¿Qué significa este cambio de escenario?
Marc Bibiloni: Madrid era un sueño que quería hacer realidad. La ciudad está viviendo una efervescencia artística tanto nacional como internacionalmente, y quería ser parte de esa conversación. Si tuviera que definir Madrid en una palabra, sería “ebullición”.
¿Qué diferencias encuentras entre la escena artística en Mallorca y Madrid? ¿Cómo influirán estas diferencias en tu trabajo en la nueva galería?
Marc Bibiloni: Mallorca tiene una escena institucional interesante, con figuras clave como David Barro en Es Baluard o Antonia Maria en la Fundación Miró. Sin embargo, lo que más me atrae de Madrid es su ecosistema cultural vibrante, con instituciones como el Reina Sofía o El Prado, y una mayor diversidad de propuestas que enriquecen y desafían mi manera de trabajar.
Vista de la exposición: Michael Stank, Between here and Now.
¿Cuál fue el momento más desafiante de tu carrera como galerista y cómo lo superaste?
Marc Bibiloni: El proceso de transición de La Bibi a mi nueva etapa en Madrid fue, sin duda, el desafío más grande. Replantear mi camino y construir algo nuevo implicó riesgos y exigió coherencia con mis principios. Pero creo que salir de la zona de confort es clave para crear algo grande. Mi responsabilidad es con los artistas, y eso me impulsa a seguir adelante.
¿Hay algún artista o corriente artística que hayas descubierto y que haya impactado tu visión del arte?
Marc Bibiloni: En este momento estoy revisando el pasado y admiro a los artistas que logran crear un lenguaje propio. Actualmente, trabajo con Eetu Shivonen, un artista finlandés que ha activado nuevas ideas en mi cabeza.
Vista de la exposición: Michael Stank, Between here and Now.
Madrid es conocido por ser un centro de creatividad y cultura. ¿Cómo se refleja tu personalidad en la galería que estás creando?
Marc Bibiloni: Siempre intento mantenerme fiel a mis principios. Mi galería busca contar historias que conecten con nuestra generación, que inviten a la reflexión y, en algunos casos, a soñar. Las exposiciones tienen un enfoque inmersivo, buscando que el espectador se involucre y se deje llevar por el discurso propuesto.
Cuando hablas de tu nueva galería como un “espacio para la exploración artística de vanguardia”, ¿qué significa eso para ti a nivel personal y profesional?
Marc Bibiloni: Este mensaje está dirigido principalmente a los artistas. Quiero que sientan que en mi galería pueden arriesgar, investigar y llevar su obra más allá. La experimentación es esencial, y mi intención es acompañarlos en ese proceso.
Foto: Santino Lamorte
¿Cómo equilibras las exigencias del mercado del arte con tu pasión por promover el talento emergente?
Marc Bibiloni: Creo en las carreras a largo plazo. En mi galería trabajo con artistas emergentes, de media carrera y establecidos, pero todos comparten un compromiso con su práctica. Mi papel como galerista es acompañarlos en su desarrollo, construyendo relaciones que les permitan evolucionar. Es crucial equilibrar el mercado privado y la presencia institucional para crear carreras sostenibles.
El mercado del arte está viviendo un proceso de revisión. ¿Qué opinas de este cambio?
Marc Bibiloni: El mercado ha llegado a extremos que ahora nos invitan a reflexionar. Esto es una oportunidad para volver a enfocarnos en lo esencial: el arte como herramienta de cambio. El galerista debe ir más allá del mercado y entender su labor como un medio para promover la cultura y el pensamiento crítico.