EL AGUA DE CABREIROÁ QUE NO HA VISTO LA LUZ
Cuando una botella de agua se presenta opaca, metalizada y de color negro, será que no es un agua cualquiera. Ésta viene desde la profundidad de la tierra, desciende primero por las grietas de macizo granítico, filtrándose por sucesivas capas, y a 3000 metros de profundidad el agua alcanza 100 ºC y se mezcla con el gas carbónico, de donde adquiere las finas burbujas. La presión la empuja de nuevo a la superficie donde se produce, al ascender, un segundo filtrado. Tras este camino natural, se extrae a 150 m. de profundidad y todo el proceso hasta la botella se hará también a oscuras, para que no pierda las propiedades que la naturaleza ha otorgado. Creo que todo este recorrido es una razón de peso para nombrar Premium a esta agua, ideal para usar en alta gastronomía y cócteles. Y para que no quepa duda, 4 destacados cocineros se han aliado con Magma para explorar todas sus posibilidades en la cocina: Pedro Larumbe, Sarah Stothart, Xosé T. Cannas y Pepe Solla. Si te atrae la idea de beber un agua que irá de la oscuridad a tu boca, puedes encontrarla en alta restauración y tiendas gourmet, por un precio entre 3 y 4 euros. El agua sin gas, pero con burbujitas de la combustión del magma subterráneo, es de Cabreiroá.