El punto de partida ya es bien sombrío. Una noche, un hombre de 32 años, que conduce su coche a una velocidad muy superior a la establecida, atropella a un niño que muere poco después. Al temerario conductor le espera una pena de prisión de entre tres y quince años, pero su madre, una arquitecta de la clase alta de Rumanía, intentará evitarlo por todos los medios. La película se centra en la alta sociedad rumana girando todo el guión alrededor del personaje de la madre, Cornelia, interpretado de manera magistral por Luminita Gheorguiu . La trama te hace sufrir esquizofrenia momentánea durante todo el film, te ves inmerso en un juego de intereses cruzados con unos personajes deplorables que te sacan de quicio y te crispan los nervios, pero que a la vez despiertan empatía y te hacen sentir culpable por ello. Cosa muy difícil de conseguir. El guión, poblado de casualidades, te vuelve loco y te hace incapaz de anticiparte a lo que está por venir. La estética de la película o su manera de rodar c ula te trague absolutamente.ez hace que la pelace incapaz de anticiparte a lo que estde quicio y te crispan los nervios, pero qámara al hombro a la manera “europea” resulta un poco mareante, pero a la vez hace que la película te trague absolutamente.
Madre e Hijo sorprende mucho por el montaje, planos cortos (en duración), con un ritmo distinto, diálogos kilométricos que desprenden realismo y otorgan verosimilitud al poder de manipulación de una mujer en estado de alarma permanente y con los cinco sentidos puestos en su presa. Razvan Radulescu firma un guión y una película la mar de interesantes, sólidos, ásperos, y que constituyen sin duda otra joya del cine rumano. Luminita Gheorguiu está fuera de sí en esta película, magistral, brutal, una interpretación muy heavy. A partir de ahora al oír el nombre de Cornelia sentiremos escalofríos, o por lo menos inquietud.
“Madre e Hijo” se ha estrenado en algunos cines el pasado 21 de mayo, y en otros lo hará hoy, 23 de mayo