La estrella de “Crepúsculo” demuestra una vez más ser una actriz superdotada en “Sangre en los labios”: magnífico “thriller” de venganza con dos lesbianas de armas tomar. Pero esto es mucho más que cine “queer”. Lo podrás comprobar el 12 de abril… si tienes agallas.
El 12 de abril llegará a las salas de cine de toda España la película “Sangre en los labios”, distribuida por Filmin. Pero ya se ha visto en el Festival de Berlín y ha desencajado algunas mandíbulas. Es sangrienta, es violenta, es un desafío al estómago del espectador. Y como Kristen Stewart ha explicado en la Berlinale, va un paso más allá del cine “queer”. Porque sus personajes son lesbianas… pero el film no trata sobre ello. Es una historia de venganza, género negro puro y duro, con crimen, seducción y pasiones al límite. Y con dos lesbianas. La propia Kristen nos lo cuenta.
Kristen en Berlín, harta de entrevistas empoderadas
Ha dicho Kristen Stewart que cuando los periodistas te preguntan sobre personajes femeninos empoderados, están lavando su conciencia por la forma sexista en que se ha entrevistado siempre a las actrices. Y que es hora ya dejar atrás los lugares comunes, también en el cine “queer”. Porque, según Kristen, “la era en que las películas queer deban hablar sobre el hecho de ser queer ha terminado”. Y en esa línea va “Sangre en los labios”: cine negro protagonizado por una pareja de lesbianas, cuya sexualidad marca su romance y su forma de ser, pero no define la propia trama del film. Las dos heroínas hacen lo mismo que habrían hecho Humphrey Bogart o James Cagney, lo mismo que Robert De Niro o Al Pacino. Solo que, y esto lo añadimos nosotros, solo que mejor.
De qué trata “Sangre en los labios”
Kristen Stewart es aquí la propietaria de un gimnasio, además de ser la hija díscola de un mafioso red-neck encarnado por Ed Harris. Entre pesas y mancuernas Kristen conoce al personaje de Katy O’Brien, la otra gran protagonista del film (culturista en la vida real, que acabó en la película al responder a un anuncio de Internet en el que buscaban chicas con su perfil para un rodaje). Entre ellas surgirá la pasión, la ambición y la venganza, y por el camino no va a quedar títere con cabeza. Y hablando de cabezas, el alopécico Harris se puso extensiones el primer día de rodaje, para gastarle una broma a la directora. Pero a ella le gustó tanto que le ordenó que se las dejara: de ahí el extravagante aspecto del actor en esta película.
La directora más admirada del momento
La directora de “Sangre en los labios” se llama Rose Glass, nació en Inglaterra en 1990, y Kristen Stewart se convirtió en su fan número 1 al ver el debut de Glass en el largometraje: “Saint Maud”, una película tan punzante en las retinas del espectador como las suelas del calzado en los pies de la protagonista (y quienes la han visto lo entenderán). Después de ver “Saint Maud” Stewart se propuso trabajar con Glass en su siguiente película, costara lo que costase. Y ha costado exactamente 3 millones de dólares: ese es el presupuesto total de “Sangre en los labios”. Lo que significa que, para poder rodarla, Kristen Stewart ha renunciado a su salario habitual, que llegó a rondar los 13 millones de dólares por película. Es el precio del arte.
El resto del reparto
Junto a Kristen Stewart, Katy O’Brien y Ed Harris, también aparece en la película Jena Malone. Que empezó en el cine de niña, con films como “Contact” (donde encarnó al personaje de Jodie Foster en su infancia) y que, ya adulta, mostró su sensualidad en “Sucker Punch” de Zack Snyder. Entre una película y otra, en “Quédate a mi lado” interpretó curiosamente a la hija de Ed Harris, ahora compañero en “Sangre en los labios”. Y otro ilustre nombre de este film es el de Anna Baryshnikov: hija del legendario bailarín ruso Mikhail Baryshnikov, que escapó de la Unión Soviética para acabar rodando en Estados Unidos “Noches de sol” o “Espías sin fronteras” (títulos que hacen pensar si no le habría ido mejor quedándose en la URSS). Con 31 años de edad, Anna lleva 18 películas y series como actriz… y su carrera en el cine es ya casi mejor que la de su padre.
De Albuquerque a Sundance
Con su brillante reparto totalmente entregado a su directora, “Sangre en los labios” se rodó en Albuquerque, Nuevo México: estado conocido, entre otras cosas, por los grandes beneficios fiscales que aporta a las producciones que se ruedan allí, robándole cada vez más rodajes a California. Tales beneficios recortan mucho los costes de rodaje, lo que explica que “Sangre en los labios”, con su espectacular acabado, haya costado sólo 3 millones. Y con tan prudente inversión, llegó al pasado Festival de Sundance, en Utah… y arrasó. Ovación de público y crítica, con todos aplaudiendo en pie durante minutos.
Y eso que esta película, implacablemente agresiva, no es para todos los públicos. Lo podremos comprobar cuando llegue a los cines de España, el 19 de abril, por cortesía de Filmin. Y no nos guiemos por etiquetas, porque “Sangre en los labios” es cine “queer” que no se queda en lo “queer”. Palabra de Kristen Stewart.