Louis Vuitton nos lleva de excursión a la cultura street de los 90 con Supreme como compañero de viaje.
Sin complicados temas conceptuales o sociológicos, Louis Vuitton ha sorprendido gratamente a todos con su colección masculina para el próximo otoño invierno 2016-17. Eso si, como en cada propuesta de la casa francesa, el tema del viaje está siempre presente.
En esta ocasión, Kim Jones, como director artístico de Louis Vuitton, nos propone una excursión al Nueva York de los años 90 de la mano de una marca mítica de Manhattan: Supreme.
Por un lado, las siluetas textiles recogen la herencia que dejaron los 70 y los 80 en los estilismos neoyorquinos de los 90, donde todo vale y todo se puede mezclar… Denim con sastrería, workwear con pijamas, streetwear con high fashion… siempre con una relajada y natural decadencia. Para que te hagas una idea, Basquiat es uno de los referentes de la colección de Louis Vuitton.
Por otro lado, los complementos llevan el rollo de Supreme, marca mítica del streetwear neoyorquino. Creada en 1994 por James Jebbia, Supreme sigue siendo un símbolo de culto en nuestros días. Todo gracias a una cuidada imagen de marca, con colecciones a veces impredecibles y con un número muy limitado de piezas, y colaboraciones artísticas de lo más exquisito: desde Ryan McGinness a Jeff Koons, pasando por Larry Clark, Richard Prince, Damien Hirst, Baldessari, Takashi Murakami, Futura 2000, Peter Saville o Terry Richardson. Pero Supreme también ha colaborado con más marcas antes de Louis Vuitton: Nike, Levi’s, Timberland, Comme des Garçons… Como muy bien sabes, el cobranding está a la orden del día en el siglo XXI.
Sin duda, otro acierto en la estrategia de Louis Vuitton para posicionarse en un segmento de población que ha mamado la cultura creativa de las calles, y que hoy, probablemente, siga en zapatillas, pero pisando elegantes despachos. Vamos, como Kim Jones.
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