Virgil Abloh propone el nuevo uniforme masculino para Louis Vuitton FW20. ¡Pasen y vean! Bienvenidos al show de Virgil.
En 1998 se estrenó una película que predijo el futuro, nuestro presente actual. El Show de Truman vaticinaba una vida en directo 24 horas. Hoy gracias, o por desgracia, a las redes sociales somos los propios protagonistas de nuestro reallity show. Virgil Abloh se inspiró en una de las escenas de esa obra maestra para crear el escenario de su última propuesta para Louis Vuitton FW20. El Jardín de Tullerías acogía este esperadísimo espectáculo que, además, promete ser el pronóstico de nuestro próximo cambio estilístico.
Hace unos meses Abloh afirmaba que el streetwear estaba en sus horas bajas. La expectación por la propuesta para Louis Vuitton FW20 era muy alta. Todos los ojos estaban puestos en ese desfile para descubrir como sería la nueva estética del gurú de los millennials. ¿Ha muerto realmente el streetwear?
Virgil Abloh ha hecho un estudio sobre la evolución antropológica del traje y la reprogramación de los códigos de vestimenta tradicionales. Con ello quiere redefinir el término streetwear.
Lo cierto es que el streetwear es la ropa que usamos en nuestro día a día, vestimos en la calle y le damos todo tipo de usos. ¿Dónde entra la clásica sastrería en nuestro armario? Retorcidos y girados, los códigos de vestimenta de un viejo mundo son neutralizados, reapropiados y adoptados para una alegría de vivir progresiva.
“Me inspiré en cuando vas a un distrito financiero y ves a un niño que trabaja en una empresa y está rompiendo el código de vestimenta masculino”, dijo Abloh después del espectáculo.
Para la colección de Louis Vuitton FW20, Virgil Abloh quiere volver a la infancia. Volver a ver las cosas con inocencia y restar formalismos establecidos con el paso del tiempo. El surrealismo es el acto instintivo de hacer que lo ordinario sea extraordinario.
Mirar al mundo a través de la óptica de un niño equivale a vivir una primera impresión, a la pureza mental y al optimismo refrescante de la ingenuidad. El cambio de una década anuncia un apetito por nuevas motivaciones.
En conclusión. Su sastrería no es convencional. Sus códigos estéticos siguen presentes como, por ejemplo, sus arneses que pasan del cuerpo a los pies. Las prendas evolucionan para crear una nueva silueta que se adapte al nuevo momento. La formalidad queda latente con el uso repetido de corbatas. Sin embargo los bolsos con formas “deformes” rompen ese formalismo.
La colección es también una reivindicación del lujo de la maison. Tejidos premium como los cueros o las pieles, entre los que destacan los abrigos en zorro plateado o la bomber en piel de cocodrilo. Prendas que, sin duda, no están al alcance del bolsillo millennial.
Volantes que crean volúmenes atractivos a la vez que exagerados. Prendas que de decosntruyen en el patrón. Y una de las fórmulas estrella: la reutilización de prendas para crear otras nuevas. Como la camisa hecha de otras camisas. Y como nota vibrante el rosa flúor que salpica algunas prendas convirtiéndose en el color estrella de la colección de Louis Vuitton FW20.
“Un paseo por las nubes” (otra referencia cinematográfica) que nos hizo soñar con la fantasía de la moda. Brilla y luce extraordinario. Juega al juego de la moda. Bienvenidos a la nueva década.