El próximo 19 de junio se estrena en cines “Los Indeseables”, la nueva película del director francés Ladj Ly.
“Los Indeseables”, drama con toques de acción, narra una sorprendente historia de resistencia que refleja el trasfondo político de la Francia actual y de otros países europeos. Tras el éxito de “Los Miserables”, lo nuevo del cineasta francés Ladj Ly.
“Los Indeseables” nos presenta a unos personajes que están a punto de perder todo lo que tienen y que, ante el desamparo de las instituciones, se verán obligados a actuar. Con ello, el director centra el foco en la importancia de que las nuevas generaciones se impliquen en la lucha y las nefastas consecuencias del tradicional “ojo por ojo”.
De que va “Los Indeseables”
Haby vive con su familia en un deteriorado bloque de apartamentos. Tras la repentina muerte del alcalde de la ciudad, Pierre, un médico idealista, toma el mando. Está decidido a continuar a toda costa con el proyecto de rehabilitación del barrio, que consiste en demoler el edificio de Haby. Cuando la joven y su familia descubren el plan de Pierre, lucharán por todos los medios para impedirlo y conseguir detener la desmesurada ambición del nuevo alcalde.
Declaraciones del director
“Los Indeseables” alude claramente a situaciones reales como las de Montfermeil o de Clichy-Sous-Bois, pero la película se sitúa en una ciudad ficticia llamada Montvilliers. ¿Lo hiciste para universalizar tu mensaje?
Yo nací y crecí en Montfermeil y me he nutrido de las historias de sus habitantes, que inevitablemente impregnan mis películas. Pero en este caso he querido ampliar el escenario. Lo que está ocurriendo en los barrios de Montfermeil está sucediendo en muchas otras ciudades, en Francia y en otros lugares. Me dije que si inventaba una ciudad todo el mundo podría identificarse con lo que sucede en ese lugar.
Lo mismo ocurre con el principio de una película con un reparto coral, que explora historias dentro de la historia, desde la trayectoria de este alcalde hasta la de una activista de una asociación, de su amigo o la del teniente de alcalde. Todo ello vinculado a una reflexión sobre la política.
El mensaje de “Los Indeseables” es que ha llegado la hora de pensar de otra manera.
Haby, la activista, lo simboliza, porque busca formas de avanzar, nuevas maneras de hacer las cosas. A través de ella quería evocar a esta nueva generación de gente salida de los barrios periféricos que empieza a interesarse por la política y también a aquellos que siguen detentando el poder pero que ya no entienden nada de nuestro mundo.
Esta ampliación del escenario supone también una puesta en escena distinta a la de “Los Miserables”. En “Los Indeseables” no filmas el espacio urbano de la misma manera…
La forma ha cambiado porque aunque las dos películas se desarrollan en el mismo entorno, sus temas son diferentes. El tema de “Los Miserables” era el comportamiento policial, y sobre todo del de la BAC (Brigada contra el Crimen).
“Los Indeseables” se ubica en el mismo territorio pero aborda otros temas, en particular el de la vivienda social. Así que basé mi puesta en escena en algo más arquitectónico, tanto en el aspecto simbólico como literal: La toma aérea inicial es una auténtica introducción general, que sirve como mapa de la ciudad para indicar en qué contexto, tanto urbano como social, va a desarrollarse la historia.
Si esta película se llama “Los Indeseables” (título en francés Bâtiment 5, es decir Edificio 5) es porque yo crecí en ese edificio. Vi cómo se puso en marcha el plan de rehabilitación urbana, uno de los más importantes de Francia, pero también cómo la población de los barrios fue víctima de ese plan.
La expropiación de personas a las que les compraron sus pisos por cantidades ridículas tal y como se muestra en esta película es una realidad que me impactó. Hay que llamar a las cosas por su nombre: fue una estafa gigantesca. Volviendo a la puesta en escena, creo que siempre me quedará la huella de la formación autodidacta de la Escuela Kourtrajmé y su sistema para salir adelante sin dinero. En cierto sentido, “Los Miserables” me permitió “profesionalizarme”.
En “Los Indeseables” tuvimos más recursos lo que nos permitió hacer las cosas con tranquilidad, no trabajar como si estuviésemos en una especie de guerrilla, con la cámara al hombro. Pero al ser esta película más política, hemos podido reforzar ese mensaje integrándolo en la forma, es decir, en la manera de filmar los espacios, ya sean las escaleras de los edificios o los pasillos de un ayuntamiento, porque debían transmitir cómo eran en esa época y sus luchas de poder.
Otro cambio destacable es el lugar que ocupan las mujeres, mucho más presente en “Los Indeseables”. De hecho, en la película hay binomios: Haby y Blaz, el alcalde y su mujer o su asistente, hasta esa familia de inmigrantes sirios, formada por un padre y su hija. ¿A qué se debe esa elección?
Me criticaron mucho por no haber incluido suficientes personajes femeninos en “Los Miserables”. Pero no queríamos que fuera un tema esencialmente masculino, que la relación con la policía siguiera siendo “¡una historia de tíos!” Sin embargo, el lugar más importante que ocupa la mujer en “Los Indeseables” no ha sido tan consciente. Solo se debe a que es lo que sucede en el mundo real.
Ellas existen, son fuertes, luchan. La imagen que tenemos de las mujeres de los barrios que viven escondidas es un cliché. Al contrario, están muy presentes y son muy activas, especialmente en el ámbito asociativo.
Hay un personaje que se diferencia del numeroso reparto que compone “Los Indeseables”. Se trata de Roger, el teniente de alcalde. Él encarna mucho más que los demás el límite entre los compromisos necesarios y la corrupción.
Es sin lugar a dudas el personaje más sintomático de nuestro mundo político. Roger lleva mucho tiempo allí, conoce a todo el mundo y ha hecho todo lo posible, cosas buenas y no tan buenas, para encontrar su lugar en el ayuntamiento. Pero, a pesar de haberse ensuciado las manos, a él también lo engañan: él es quien debería haber sido alcalde en lugar de Pierre.
Roger fue uno de los personajes más interesantes a la hora de escribir el guion por sus ambigüedades, sus contradicciones que lo convierten en un verdadero canalla pero sin dejar de ser humano.
En muchas ciudades de la periferia hay Rogers, personas que se implican en su ciudad. Al principio tienen buena voluntad pero acaban convirtiéndose en un elemento del sistema. Con él quería transmitir la idea de que, a pesar de las buenas intenciones que tienen estas personas al principio, al final todo se diluye en la política y sus trapicheos.
Enfrente tiene a Haby, la activista comunitaria y a Blaz. Mientras él se deja llevar por la ira, ella le deja claro que la solución no puede depender sólo de la ira. ¿Cuál es tu postura entre ambos?
Es complicado. Sobre todo cuando una situación que dura ya 40 años no cambia. ¿Pero qué podemos hacer? ¿Deberíamos rendirnos? Yo creo que no. Pero tampoco quiero agobiar a Blaz. Él representa el cansancio y luego la locura, a veces en el sentido psiquiátrico del término, que puede apoderarse de estas personas que, a pesar de su formación y sus estudios, se ven superadas por el desamparo, después por la desesperación y acaban perdiendo el control.
“Los Indeseables” está poblada de numerosos personajes. ¿Cómo diseñaste el casting, compuesto por actores con los que ya habías trabajado como Alexis Manenti y Steve Tientcheu y debutantes como Anta Diaw?
Me gusta trabajar tanto con personas que tienen experiencia como con otras que aún no la tienen y que aportan una mezcla de inocencia y sinceridad. Y más allá de los actores principales, seamos sinceros: el 80% de los papeles secundarios o de extras son gente de Montfermeil. Ya había trabajado con Alexis y Steve y me pareció interesante que interpretaran papeles totalmente diferentes.
Vi a Anta durante el casting de “Le jeune Iman” El joven Imán), la película de Kim Chapiron que coproduje. Ella tenía un papel pequeño, pero me encantó.
Entre el momento en el que te embarcaste en “Los Indeseables” y su estreno, el clima de desconfianza hacia las instituciones ha ido en aumento. Hasta el punto de que, como ocurre en una escena de tu película, los alcaldes fueron víctima de agresiones violentas. ¿Cómo lo percibes?
Sin revelar demasiado el contenido de esa escena, lo cierto es que el paralelismo entre ficción y realidad resulta inquietante porque la noticia era casi idéntica a esta escena. Está claro que eso me plantea preguntas.
Pero sobre todo me confirma que efectivamente hay un problema enorme en la relación con estas instituciones. Resulta evidente que algo se ha roto.
Al escucharte, pareces mostrarte pesimista respecto a la política…
Con Haby intento insuflar un poco de esperanza en “Los Indeseables”. Es cierto que muestro a personajes desilusionados que ya no creen en nada, pero ella representa una posible llave para abrir la puerta al decidir implicarse y llega muy lejos ya que decide presentarse a las elecciones municipales. No hay garantías de que salga elegida, pero al menos ha dado el paso.
Retrato de Ladj Ly
Sobre el director
Ladj Ly nació el 3 de enero de 1978 en Malí. Es director de cine y guionista francés. Ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes por dirigir la película ‘Los Miserables’ en 2019.
De padres de origen maliense, Ladj Ly creció en Montfermeil, en el barrio de Bosquets. Apasionado del vídeo, siguió una formación multimedia y rodó sus primeras películas en su barrio con sus amigos Kim Chapiron y Romain Gavras, entre otros. Su primer largometraje, ‘Los Miserables’, fue nominado a los Globos de Oro y seleccionado para representar a Francia en los Oscar 2020.