La nueva colección de Loewe Men SS 2020 reafirma el savoir faire de la casa de lujo española
Loewe Men SS 2020 eligió la Maison de l’Unesco de París para presentar su nueva colección; durante el show se colocaron nueve monitores en columnas y carritos cromados donde se proyectaron las obras de Hilary Lloyd.
La artista inglesa mostró escenas cotidianas y aspectos del mundo artificial y natural en bucle con sonidos “discotequeros”. Durante el show Loewe Men SS 2020 las obras mantuvieron un diálogo con las prendas formando un tándem perfecto durante el desfile.
Jonathan Anderson, director creativo de la firma, ha querido jugar con las líneas, los tejidos y volúmenes. Las siluetas alargadas y los cortes más puros fueron un continuo durante un desfile donde se dejó claro que Loewe tiene un compromiso con lo artesano y el trabajo bien hecho.
El algodón rojo y blanco bordado a mano llegó desde Bangladesh, la tela índigo teñida a mano venía desde Burkina Faso y la gasa de algodón perforado y el lino azul se trajo desde Japón.
La colección de Loewe Men SS 2020 nos transportó directamente al verano y al mar, con su lado más marinero en prendas de punto, camisetas de rayas estilo chevron y trajes cortos monocromáticos hechos con capas de popelina y gasa.
La sastrería fue otra de las protagonistas materializándose en americanas con solapa de pico de dos botones, esmóquines de satén y lana seca y gabardinas de mangas desiguales.
Ya enfocándonos en los accesorios, en esta nueva entrega de Loewe SS 2020 nos llama la atención el broche de plumas de marabú del que brotaban lirios de organza y el colgante en forma de luna a modo de tótem.
Tres modelos de bolso se presentaron durante el show: el modelo Puzzle con la silueta deconstruida de calf flexible, el modelo Berlingo en su versión de gran tamaño con acabados en ante,lienzo y calf y por último la nueva mochila Shopper Backpack hecha de napa suave.
Los Mocasines de paja y las sandalias entrelazadas de ante daban el toque náutico al calzado pero, por otro lado, Loewe no se quiso desprender de sus raíces españolas reflejando el toque más latino en las botas de cordones de franjas de alpargata.
Esta colección nos transportó desde los comienzos de la marca en aquel taller de pieles en Madrid hasta la Maison de l’Unesco de París para recordarnos que Loewe no estaría donde está si no fuera por sus raíces.