ARCO 2022 clausuró ayer su 41 edición, estos días nuestro colaborador y comisario independiente Aurélien Le Genissel ha recorrido la feria y en este post nos comenta lo más destacado.
La nueva normalidad se va pareciendo extrañamiento a la vieja. Y más en el caso del arte contemporáneo en el que los discursos de tenemos demasiadas ferias, viajamos mucho, el sistema es insostenible…. vuelven a dejar paso a la sobresaturación de stands, las fiestas habituales y los reencuentros sociales de antaño.
Imagen superior: Piezas de Irma Alvarez Laviada en el stand de la galería Luis Adelantado.
Maria Tinaut.
Esta edición de ARCO (40+1) parece ir cerrando ese extraño círculo que empezó hace exactamente dos años al finalizar la edición 2020 de la feria madrileña y el inicio de la pandemia. Cualquiera que se haya pasado estos días por Ifema se ha dado cuenta de que las cosas vuelven a sus antiguos cauces/excesos. El negocio reaparece y -para ser sinceros- pocas cosas han cambiado: poca novedad en el apartado formal -la gran evolución del slow, la proximidad y la introspección parece haberse desvanecido- y mucho conservadurismo en las galerías -algo previsible teniendo en cuenta las dudas que genera la situación.
Pablo Capitan del Río.
Pese a eso, entre la infinidad de propuestas se esconden sorpresas emergentes o consagradas que justifican la visita protocolaria. Empezando por las galerías del sureste peninsular (como dirían en un telediario…), como Rosa Santos, Artnueve o Luis Adelantado, que confirman la buena salud del contexto de la zona.
Fuentesal & Arenillas.
De la primera, destaquemos tres jóvenes artistas: María Tinaut, con un precioso díptico montado con una funda de colchón llena de historias personales y acierto visual -referencia a González-Torres-, Greta Alfaro con una video billviolesco que combina lo poético y lo imaginario y Marina Glez. Guerreiro con un sorprendente tapiz en forma de collage de citas de ‘motivación’. Tres mujeres que de hecho encontramos también en la brillante exposición colectiva en la nueva sede madrileña de la propia galería, comisariada por (otra mujer) Paula Noya de Blas.
Jose Luis Cremades.
Por el contrario, tres hombres destacan en Artnueve. Christian Lagata, cuya fascinante escultura de curvas hipnóticas dialoga con la foto de una venosa mano, Pablo Capitán del Rio con una instalación evocadora que juega con la percepción de los materiales -presente también con una maravilla en el stand de Genalguacil Pueblo Museo- y los cuadros, siempre potentes y expresivos, de Manuel M. Romero.
Poco que decir del stand de Luis Adelantado, sin fisuras ni estridencias, con apuestas tan seguras como Àlex Marco, Fuentesal & Arenillas, Javier Cruz, Irma Alvarez Laviada o José Luis Cremades cuyo sólidos recorridos avalan una propuesta llena de consistencia y calidad.
Miguel Marina.
Otro de los aspectos interesantes que encontramos en la feria son los ecos que resuenan de algunas exposiciones que podemos encontrar en la ciudad. Empezando por Generación 2022 -en la Casa Encendida- que nos brinda este año un muy buen cru, y cuyos protagonistas – Nora Aurrekoetxea, Esther Gatón, Christian García Bello o Abel Jaramillo – repiten con mucho acierto en diferentes stands de la feria. Los cuadros sutiles de Miguel Marina también se desdoblan con su exposición en The Goma y en los stands de galería Nordés (y la propia The Goma) en ARCO.
Martin Llavaneras.
Martín Llavaneras o Oriol Vilanova, presentes en Panorama Madrid 02, protagonizan las apuestas de Intersticio o Ángels barcelona respectivamente. La magnífica exposición de Francesco Arena en Nogueras Blanchard se completa con otras piezas presentadas por la galería italiana Studio Trisorio en los pasillos de Arco. Sin olvidar a Juan López cuyas imponentes esculturas/instalaciones se muestran en el stand de Juan Silió -así como en Panorama Madrid 02- y a Almudena Lobera, presente en la exposición de Conde Duque y en los muros de Max Estrella.
Oriol Vilanova.
Para los amantes de lo conceptual y poético, no hay que perderse las obras de Bernat Daviu (una sala de espera con cuadros inteligentísimos) o Enric Farrés Duran (un valor más que seguro) en Bombon Projects. O la surrealista, crítica y poética instalación de Tania Blanco en Formato Cómodo acerca de la industria alimentaria.
Enric Farres Duran.
Guillermo Mora.
Y los que prefieran la pintura, pueden estar contentos -suele ser el caso en ARCO– con el maravilloso tríptico de Álvaro Negro en galería F2, el stand (casi completo) de Heinrich Ehrhardt y la mise-en-bouche que nos ofrece Guillermo Mora en Moisés Pérez de Albéniz antes de su desembarco en abril en la sala Alcalá 31.
Bianca Bondi.
ARCO también sirve de alguna manera para reafirmar gustos personales. Pasen y vean los magníficos cuadros de Elena Alonso y Jorge Diezma en Espacio Valverde, las esculturas siempre geniales de Alberto Peral en galería Alegría, las peanas salinizadas de Bianca Bondi en la parisina mor charpentier o la brillante propuesta- a medio camino entre lo conceptual y lo visual- de Irene Grau en Juan Silió.
Cristina Mejias.
Mención aparte se merece Cristina Mejías que parece ganar premios en ferias como Rafa Nadal torneos de Gran Slam -perdón a los puristas por la comparación…- y, en esta edición, entra en la colección de la Fundación ARCO -con un sutil mobile en Alarcon Criado- y se lleva el premio de la Comunidad de Madrid para artistas jóvenes con un video en Rodríguez Gallery.
Sreshta Rit Premnath.
Justamente en esta última galería encontramos uno de mis dos descubrimientos de esta edición: el trabajo político (en el mejor sentido de la palabra) de Sreshta Rit Premnath, cuyas reflexiones matizadas y nunca evidentes -algo imprescindible en el arte engagé…- sobre la condición inestable y la resiliencia de los inmigrantes resonaron tristemente con la actualidad.
TR Ericsson.
La otra grata sorpresa fue TR Ericsson en la galería Harlan Levey Projects cuyo solo show se centra en la figura (y la relación) de su madre, cuyos problemas de abusos, excesos y dificultades el artista trata con un cariño doblado de cruda veracidad. Un equilibrio acertado entre lo personal, lo político y lo formal en el que descubrimos cuadros pintados con alcohol (vodka, tequila…), fotos hechas con humo (de cigarrillo) o cartas escritas en las que se esconden las cenizas de su madre. Una melancolía de la desesperación y el cuidado más que arriesgada en los pasillos asépticos de una feria.
Miriam Cahn.
Acabemos con los nombres que no hace falta descubrir pero simplemente disfrutar. Los cuadros de Miriam Cahn, una instalación de hilos y anillos de Dominique Gonzalez-Foerster en la interesante sección comisariada ARCO 40 (+1) o un inigualable video retro de un beso efímero, cortesía de Val del Omar.
Ragnar Kjartansson en el Museo Thyssen.
Y más que nada, cuando hayáis acabado ARCO, lo mejor es irse para Madrid. Entráis en el Thyssen. Y disfrutáis de esa espectacular obra maestra que es ‘The Visitors’ de Ragnar Kjartansson. Solo eso ya justifica un viaje a la capital (y no suelo ser tan enfático).
Os apuesto que será lo mejor que veréis este mes.
Y probablemente en el 2022.