A Todo Lujo
Paris sigue siendo la capital de la moda, su trono parece irremplazable y sus cánones siguen siendo los de siempre, mucho negro, mucho lujo y mezclas de texturas de las buenas, esas de encajes y pieles, de cristales y sedas. Las míticas casa parisinas conviven con las nuevas incorporaciones pero ninguno se duerme en los laureles, saben que la competencia es dura.
Arriba: Chanel lo ha vuelto a hacer, Karl ha convertido el Grand Palais de París en un aeropuerto. Dejando de lado los colosales escenarios de la casa de las dos C, la propuesta es amplia, con una gran presencia de los accesorios que a simple golpe de vista ya se han convertido en must haves para el próximo verano. Siguen presentes los esenciales de la casa como el tweed, los mitones, los canotiers y por supuesto su bolsos que además ampliamos a una gran colección de maletas y artículos de viaje, porque desde luego que un viaje intercontinental no está reñido con el buen gusto.
Arriba: Loewe está imparable en su crecimiento, sin duda, el ficha de J.W. Anderson ha traído aire muy fresco a la casa y sus toques ochenteros lo han convertido ya en el rey del glam. Jerseys y pantalones con cristales, prendas con multilogo o, como el de la foto, con flecos metalizados y todo sin perder la esencia de lo chic. Un auténtico Savoir faire.
Arriba: Miu Miu nos tiene muy acostumbrados a su explosión de color y formas divertidas. Con esta colección Muccia vuelve a dejar claro que las pieles también son para la primavera -ya lo haría con la colección de Prada del SS11- Encotramos punto, transparencias, pieles, pitones y metalizados, todo en un mismo look, ¿quién necesita más?
Arriba: Balmain y su ejército de mujeres explosivas, siempre preparadas para la fiesta. Su propuesta va más allá de prendas sexis y brillantes, es más bien una costura a porter, piezas de exquisita confección y calidad que, además, resaltan a la mujer y las convierten en auténticas diosas. Los vestidos a modo de malla recuerdan los míticos creados por Paco Rabanne en los 60’s.
Arriba: Comme Des Garçons puede hacer que la ames o la odies, pero sus desfiles son increíbles puestas en escena con gran majestuosidad en sus prendas. No es la primera vez que vemos su característico desconstructivismo realizado con cinturones, pero en esta ocasión mezclado con las plumas de avestruz es una auténtica master piece.
Arriba: Valentino inspira su propuesta en Africa y sus tribus, estampados geométricos y formas que evocan las vestimentas de las mujeres indígenas. Tachuelas, plumas, flecos… prendas llenas de riqueza, tanto cultural, como en los materiales que componen la colección.
Arriba: Louis Vuitton tiene una visión más futurista para la próxima temporada estival, cargada de cuero, transformando y reversionando el mítico monogram, digno de cualquier estrella del rock que se precie.
Arriba: Christian Dior siempre está en boga temporada tras temporada, sus piezas bordadas con aplicaciones en 3D son ya un auténtico objeto de deseo, pero su silueta cocoon en punto se llevan la palma en esta propuesta.
Arriba: Lanvin sigue fiel a sus formas, los drapeados y los volúmenes pero con un toque rockero. Alber Elbaz ha creado una silueta característica ya de la casa, en esta última salida del desfile quedaba impresa además su dirección de origen, la rue Faubourg St Honoré, donde su antecesora Jean se instalaría tiempo atrás, creado así la conexión entre el pasado y el futuro de la maison.
Arriba: Rochas es una de esas casa míticas que tienen al frente un extranjero, en este caso Alessandro Dell’acqua que sabe interpretar los clásicos del chic a la perfección, faldas midi, volúmenes comedidos y una feminidad recatada.
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Editor: Javier de Juanas / Fotos: Estrop – Francesc Tent
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