La Hayward Gallery presenta Danger Came Smiling, la primera gran retrospectiva en Londres de Linder, una de las figuras clave del arte británico contemporáneo.
La exposición en la Hayward Gallery revisita la trayectoria de Linder, una artista que ha desafiado constantemente los discursos visuales establecidos. La retrospectiva de la icónica artista británica propone un recorrido por cinco décadas de arte radical y feminismo, explorando su impacto desde el punk hasta la performance contemporánea.
Imagen superior: Vista de la exposición. Danse Sacrale (L’Élue) (2011); Action Rituelle des Ancêtres (2011); Glorification de l’Élue (2011). Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
Linder, Principle of Totality (Version I), 2012 © Linder. Cortesía de la artista; Modern Art, London; Blum, Los Angeles, Tokyo, New York; Andréhn-Schiptjenko, Stockholm, Paris and dépendance, Brussels.
Hasta el 5 de mayo, podrá visitarse Linder: Danger Came Smiling, la retrospectiva de la icónica artista británica. La exposición, comisariada por Rachel Thomas, ofrece un recorrido por cinco décadas de producción artística, desde sus primeros fotomontajes inspirados en el punk hasta sus más recientes exploraciones en performance, textiles y medios digitales. Con una mirada crítica, feminista y profundamente experimental, la exposición subraya el impacto de Linder en el arte contemporáneo y su capacidad para desafiar los discursos visuales convencionales.
Vistas de la exposición Linder: Danger Came Smiling. She/She, (1981). Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
Una trayectoria entre el punk y el arte conceptual
Linder emergió en la vibrante escena punk de Manchester en los años 70, un contexto en el que su trabajo se convirtió en una poderosa herramienta de resistencia visual. Su icónico fotomontaje para la portada del sencillo Orgasm Addict de Buzzcocks (1977) sigue siendo una de las imágenes más emblemáticas del punk británico. Su trabajo con Ludus, la banda experimental que fundó en los años 80, consolidó su lugar en la intersección entre la música y las artes visuales, mientras que su colaboración con diseñadores y artistas amplió su práctica hacia otros territorios creativos.
Vistas de la exposición Linder: Danger Came Smiling. It’s The Buzz, Cock!, (2015). Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
A lo largo de su carrera, Linder ha transitado múltiples disciplinas: del collage a la performance, del diseño textil a la fotografía, del perfume al cine. Su imaginario visual está marcado por una estética DIY de recortes y ensamblajes que descontextualizan las representaciones comerciales del cuerpo y la feminidad, exponiendo los códigos de consumo y los estereotipos de género con una irreverencia mordaz.
Linder, SheShe, 1981. Cortesía de la artista; Modern Art, London; Blum, Los Angeles, Tokyo, New York; Andréhn-Schiptjenko, Stockholm, Paris and dépendance, Brussels. Photo: birrer.
Fotomontaje como crítica visual
El fotomontaje ha sido una constante en la práctica de Linder. Con un bisturí de precisión médica, la artista corta y recompone imágenes de revistas de moda, pornografía y publicidad, creando escenas que desmantelan y reconfiguran las narrativas visuales dominantes. Su serie SheShe (1981), donde adopta diferentes personificaciones satíricas de la feminidad, ejemplifica su interés en la identidad como una construcción performativa.
Vistas de la exposición Linder: Danger Came Smiling. Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
La exposición en la Hayward Gallery traza la evolución de su lenguaje visual y su obsesión por la complejidad del deseo, el fetichismo y el glamour. Linder entiende este último en su sentido original, no solo como sinónimo de belleza sino como un concepto ligado a la magia y el encantamiento. Desde sus primeras obras hasta sus piezas más recientes, la artista emplea el humor y la ironía como armas para desestabilizar las normas de representación.
Linder at the Hayward Gallery. Foto: Hazel Gaskin. Outfit: Ashish. Make-up: Kristina Ralph Andrews. Cortesía de la artista; Modern Art, London; Blum, Los Angeles, Tokyo, New York; Andréhn-Schiptjenko, Stockholm, Paris and dépendance, Bru.
Una mirada feminista entre el surrealismo y lo ritual
Más allá de su energía punk, Linder ha absorbido influencias de la historia del arte religioso, el surrealismo, el misticismo y la cultura digital contemporánea. Su trabajo se sitúa en la frontera entre lo personal y lo político, entre la belleza y lo grotesco, entre el arte y el activismo. En sus performances y colaboraciones, lleva su exploración de la identidad a nuevas dimensiones, experimentando con el sonido, el movimiento y la moda.
Vistas de la instalación Linder: Danger Came Smiling. Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery
Vistas de la instalación Linder: Danger Came Smiling. Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery
Esta capacidad para transformar los códigos visuales establecidos es lo que la comisaria de la exposición Rachel Thomas destaca al afirmar que, durante los últimos 50 años, Linder ha sido “una de las grandes artistas inconformistas de la escena británica, convirtiendo la poética del diseño punk en obras de arte que redefinen provocativamente la imagen femenina”.
The Liverpool Sphinx, (2025). Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
Para acompañar la muestra, se ha editado una publicación con ensayos de Marina Warner, Chris Kraus y Rachel Thomas, además de una conversación entre la artista y la comisaria Gilly Fox.
The Pool of Life, (2021), (2025). Foto: Mark Blower. Cortesía de la artista y Hayward Gallery.
Linder: Danger Came Smiling podrá visitarse hasta el 5 de mayo en la Hayward Gallery de Londres. Más información aquí
