James Dean y el fotógrafo Dennis Stock según Anton Corbijn
Que un director de videos musicales se meta a realizar labores de director de cine, no siempre está bien visto. Si de todos esos ejemplos hablamos de Anton Corbijn, la cosa cambia. Depeche Mode, U2 y Nirvana se encargaron de encumbrar a este fotógrafo holandés a lo más alto del mundillo show business, gracias a haber puesto en imágenes temazos como Personal Jesus, One y Heart-Shaped Box, y el tiempo y su profesional recorrido han provocado que poco a poco la crítica fuera totalmente benevolente con este intruso de maneras más que cinematográficas. Si en 2006, Corbijn decidió con su película Control, hincarle el diente a Ian Curtis, al frente de Joy Division, casi una década más tarde gira su mirada a James Dean y a la relación de amistad que mantuvo con el fotógrafo Dennis Stock, encargado de realizar para la revista Life, un reportaje sobre esta estrella hasta el momento desconocida. Es agradable ver como Robert Pattinson (Stock) sigue marcándose papeles mucho más adultos y complejos, para hacernos olvidar la saga a la que prestó su lado más vampírico. Lo que en un principio pudiera parecer el hilo conductor de la típica película años 50, se convierte en Cicerone de una historia en la que tanto Dean (Dane DeHaan) como Stock se complementan, definen y explican el uno al otro. No es el típico biopic sobre una estrella de cine que pretende homenajearse una vez muerto, sino relatar un momento de la vida de la estrella en ciernes y cuyos miedos, reparos y decisiones empezaron a perfilar lo que sería su leyenda, dejándonos sus más icónicas instantáneas. Una manera de abordar la historia de un modo melancólico y bucólico, sobre todo durante la estancia de la pareja en Indiana, momento en el que Dean vuelve a casa para reencontrarse con la familia. Dane DeHaan planta cara a la leyenda realizando un papel absolutamente mimético, lo que en ocasiones nos hace creer que estamos face to face con el rebelde Dean, al que no parecía importarle la fama o las complicaciones y sí, el hacer buenas películas. Una cinta, por tanto, que hace cine de una leyenda del cine americano, que argumenta la trama al son del margen menos mainstream de la historia, celebrando el espíritu indie de su argumento y de un personaje que sin saber que era aquello de ser hipster, descubría el estilo de vida que tanto gustaría décadas después al neoyorquino con más rollo, al europeo con más flow. ¡Apunen a Corbijn entre los directores a no dejar de seguir!
ESTRENO, mañana viernes, 20 de noviembre
