Lauren Halsey transforma la arquitectura en un lenguaje de resistencia, celebración y posibilidad. Su obra mezcla afrofuturismo, estética funk y cultura de barrio para imaginar futuros donde la comunidad negra es protagonista.
Criada en South Central Los Ángeles, Lauren Halsey convierte la arquitectura en una herramienta de empoderamiento colectivo. Su práctica, marcada por el maximalismo y el funk, se nutre de la cultura visual del barrio, la historia negra y el afrofuturismo. Inspirada por la utopía especulativa de Archigram y la energía expansiva de Parliament-Funkadelic y la noción de “estar en el Uno” de George Clinton, Halsey propone una estética radical donde la comunidad, la memoria y la imaginación reconfiguran el espacio urbano.
Imagen superior: Suzette n lil bit fly on (detalle), 2024. © Lauren Halsey. Cortesía de la artista y Gagosian. Foto: Thomas Lannes.
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Lauren Halsey transforma la arquitectura en un espacio de resistencia, memoria y celebración.
Criada en South Central Los Ángeles, un barrio históricamente marginado, su trabajo surge de una observación atenta del entorno urbano y de cómo este moldea la identidad de sus habitantes. A través de instalaciones monumentales, esculturas y collages, reinterpreta la historia de su barrio y la conecta con referentes que van desde el Antiguo Egipto hasta la estética del funk y el afrofuturismo. Inspirada por el pensamiento especulativo de Archigram, Halsey concibe la arquitectura como un organismo vivo, adaptable y en constante evolución. Su obra desafía las narrativas de marginación, proponiendo una visión alternativa donde la comunidad es protagonista. Este compromiso se materializa en iniciativas como Summaeverythang, un centro de apoyo vecinal que refuerza su apuesta por el arte como herramienta de transformación social y empoderamiento colectivo.
Lauren Halsey. Foto: Eddie Salinas
Arquitectura, comunidad y resistencia en la obra de Lauren Halsey
Lauren Halsey creció en South Central Los Ángeles, un territorio cuya arquitectura, materialidad y organización social influyeron profundamente en su práctica artística. Desde joven, observó las diferencias entre los barrios de la ciudad: en su comunidad, los negocios estaban protegidos con rejas y vidrios blindados, en contraste con la arquitectura más abierta de otras zonas menos estigmatizadas. Según Halsey, estos elementos no solo definen el espacio físico, sino que también moldean la percepción social del vecindario, estableciendo narrativas de exclusión y resistencia.
”¿Quién tomó la decisión de utilizar estos materiales? ¿Para comunicar que soy peligrosa, que mi comunidad es peligrosa, que somos una amenaza y que necesitamos ser oprimidos y controlados?” Lauren Halsey
Vista de la instalación The Roof Garden Commission: Lauren Halsey, the Eastside of South Central Los Angeles Hieroglyph Prototype Architecture (I), 2022. © Lauren Halsey. Cortesía de la artista; David Kordansky Gallery, Los Angeles/New York The Metropolitan Museum of Art. Foto: Hyla Skopitz.
Uno de los pilares de su obra es su interés por el vecindario y su cultura material. Al igual que en Harlem y en otras comunidades de la diáspora africana, Halsey encuentra en South Central un lenguaje visual propio, basado en el color, la densidad y los materiales del entorno. Su trabajo desafía las narrativas que reducen estos espacios a la marginalidad y, en su lugar, celebra su vitalidad y creatividad. A través de sus instalaciones, la artista propone una visión alternativa en la que el barrio es un entorno dinámico, lleno de color y producción artística, donde la identidad colectiva se expresa a través de la creación y el comercio local.
“Uso el arte para explorar y honrar las diferentes formas en que las comunidades negras y latinas imaginan y experimentan sus vecindarios, sus historias vividas y sus entornos físicos.” Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Su pasión por la construcción nació en su infancia, cuando creaba escenografías para obras en la iglesia con materiales reciclados que le proporcionaban sus padres.
Tras algunos años en la escuela de arquitectura, Halsey comprendió que su verdadero interés no se centraba en el diseño de edificios convencionales, sino en la utilización del arte como herramienta de transformación social. Sus intervenciones, tanto en espacios institucionales como en lugares públicos, buscan conectar la memoria personal con la historia colectiva, desde referencias a la arquitectura del Antiguo Egipto hasta elementos de la cultura popular contemporánea como el funk, el hip-hop y el afrofuturismo.
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Archigram y la influencia de la utopía arquitectónica
En los años en los que se interesó por la arquitectura, Lauren Halsey descubrió el colectivo Archigram y su enfoque especulativo sobre la construcción del espacio urbano. La idea de una ciudad caminante, capaz de adaptarse y trasladarse, propuesta por Peter Cook en los años 60, la inspiró a imaginar arquitecturas que no fueran estáticas, sino fluidas y transformables. Sin embargo, al estudiar arquitectura, pronto se dio cuenta de que el enfoque tradicional no respondía a sus inquietudes creativas.
“Cuando iba a cursos de arquitectura en el instituto, el discurso no se centraba en la generación de ideas. Se trataba de cómo construir un muro, cómo hacer un garaje, cómo emplear literalmente el servicio de la arquitectura. Pero yo estaba buscando algo diferente, algo con más profundidad.” Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Archigram proponía un urbanismo experimental, basado en la tecnología y el movimiento, una visión que resonó con Halsey mientras reflexionaba sobre su propio barrio y las posibilidades de rediseñarlo según las necesidades y deseos de su comunidad. “Lo que compartimos es un compromiso con la poética del espacio. Cuando intentaba comunicar mi interés en construir, no se trataba simplemente de hacer un edificio. Quería sugerir una poética en torno al edificio, una poética sobre los espacios de mi vecindario”, aclara. Esta influencia se materializó en su práctica artística a través de collages, mapas especulativos y propuestas arquitectónicas fantásticas, donde superpone la geografía de South Central y la proyecta en un futuro posible. “Estaba superponiendo las cronologías de South Central desde la década de 1920 hasta, ese momento, 2010 y 2011.
“Cuando descubrí a Archigram pensé: Wow, ellos también están haciendo esto. Era en un contexto diferente, pero seguía proponiendo maximalismo, movimiento, vuelo, agua y tecnología de una manera que resonó conmigo.” Lauren Halsey
Land of the Sunshine Wherever we go II (detalle), 2021. Cortesía Lauren Halsey.
En sus primeros collages digitales, Halsey reimaginó el espacio urbano superponiendo imágenes, gráficos y referencias afrofuturistas a Los Ángeles. We Still Here, There (2018, Moca) exploraba la acumulación visual como maquetas de futuros posibles. En Keepers of the Krown (Bienal de Venecia 2024), presentó columnas monumentales con símbolos afroamericanos, concebidas como arquitectura en expansión y archivo comunitario. En Funk Garden (Serpentine Galleries), llevó su visión aún más lejos, creando un entorno inmersivo y mutable que invitaba a la interacción y transformación del espacio.
“Descubrí a Archigram en Blogspot o Tumblr. Fue liberador, porque en ese momento estaba aprendiendo a hacer un conjunto de planos. También estaba creando mapas donde remixaba geografías con personas y me movía entre un pasado y un afrofuturo.” Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
El Afrofuturismo como lenguaje visual
El trabajo de Lauren Halsey se sitúa en un punto de encuentro entre lo urbano y lo mitológico, lo documental y lo especulativo. Su estilo visual se caracteriza por la acumulación y el ensamblaje de materiales diversos, en un proceso de remezcla donde lo monumental convive con lo cotidiano. En sus instalaciones, el afrofuturismo no solo se manifiesta a través de su iconografía, que incluye referencias al Antiguo Egipto, grafitis y símbolos urbanos, sino también en su manera de concebir el espacio como un lugar de transformación y autonomía comunitaria. Su obra expande la tradición del collage a una escala arquitectónica, combinando elementos escultóricos, inscripciones, imágenes digitales y estructuras que evocan tanto la estética funk como la arquitectura vernácula de South Central Los Ángeles.
“En mis obras encontrarás jeroglíficos egipcios antiguos junto a los rostros de grandes figuras del hip-hop y naves espaciales. Es un crisol del pasado, el presente y el futuro”. Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Más allá de lo estético, este enfoque responde también a una visión política del arte.
Para Halsey, el afrofuturismo no es solo una exploración formal, sino una herramienta para reescribir la historia y proyectar futuros alternativos en los que la comunidad negra se convierte en autora de su propio espacio. Inspirada por pensadores y creadores como Sun Ra y Octavia Butler, su práctica combina mitología, ciencia ficción y arquitectura especulativa, imaginando escenarios de resistencia y autogestión. A través de su lenguaje visual, Halsey no solo documenta la identidad de su barrio, sino que la expande hacia nuevas dimensiones de posibilidad.
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
El funk como estructura viva del espacio
“El funk es vida. Es oxígeno, agua, aire. El funk es libertad. Es mi fuerza vital. Me da la confianza, la actitud y la energía para llegar a mi nivel. Para alcanzar ese punto en el que todo está en el Uno, como defienden George Clinton y Parliament-Funkadelic”, afirma Halsey, dejando claro que el funk es mucho más que una influencia en su obra: es una filosofía de vida y una estrategia conceptual para construir el espacio. Inspirada por Parliament-Funkadelic y la noción de “estar en el Uno” de George Clinton, su práctica adopta la lógica del groove: una estructura flexible, expansiva y en constante transformación. Para Halsey, el funk trasciende lo musical y se convierte en una forma de pensamiento, basada en la superposición de elementos sin jerarquías fijas, generando una sensación de acumulación, energía y libertad.
“Es funk, pero para mí, es específicamente Parliament-Funkadelic. La superposición de capas es brillante. En un momento dado, George Clinton tenía ochenta y tres personas en la banda. ¡Eso sí que es maximalismo y sobrecarga sensorial! Es una ópera funk en acción.” Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Esta influencia se refleja en la densidad de sus instalaciones, donde imágenes, símbolos y materiales coexisten como capas rítmicas, evocando la riqueza sonora del funk.
“Siempre intento capturar ese demasiado en mi trabajo. El exceso.”, afirma Halsey. La repetición de motivos, la combinación de inscripciones egipcias con grafitis urbanos y la integración de elementos cotidianos de South Central generan una experiencia visual que, al igual que una composición de P-Funk, desafía la linealidad y abraza la multiplicidad. Su uso del color y las texturas brillantes remite a la estética psicodélica del funk, mientras que la disposición de los objetos en capas recuerda la improvisación de una jam session.
Vista de la instalación. David Kordansky Gallery, Los Angeles, 2020 © Lauren Halsey. Cortesía de la artista y de David Kordansky Gallery Foto: Jeff McLane Studio, INC
Empoderamiento negro y nuevas narrativas de género
El arte de Lauren Halsey reivindica el poder de la comunidad negra, no solo desde la memoria y la resistencia, sino también desde la celebración de su diversidad y fluidez. Su fascinación por el funk trasciende lo musical: lo entiende como una forma de pensar la identidad, donde los límites entre lo masculino y lo femenino, lo real y lo fantástico, lo serio y lo lúdico se desdibujan. “Lo que me atrajo de Parliament-Funkadelic cuando descubrí su música de niña fue ver a hombres ‘heterosexuales’ que se atrevían a jugar con la ambigüedad de género, con las pelucas, los vestidos, las identidades múltiples”, explica la artista.
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Esta transformación es para Halsey una estrategia tanto estética como política, que atraviesa su obra y su manera de habitar el mundo. Su arte desafía las narrativas que reducen a las comunidades negras a la marginalidad y que expande las posibilidades de representación de los cuerpos que las habitan. Su activismo y su práctica artística generan espacios donde la identidad de género, la sexualidad y la raza pueden coexistir sin encasillamientos, funcionando como una extensión del espíritu transgresor del funk. Este compromiso con la comunidad se materializa en su iniciativa Summaeverythang, un centro que proporciona recursos educativos, alimentos y espacios de encuentro en South Central. Para Halsey, el arte, además de una práctica simbólica dentro del museo, es una herramienta tangible para redistribuir el poder y fortalecer la autogestión colectiva. “
Me siento muy atraída por el vecindario, especialmente por nuestra cultura material. Mi trabajo explora y celebra una narrativa alternativa: una narrativa de South Central L.A. en la que estás en una determinada calle y existes dentro de una paleta energética, acogedora y hermosa.” Lauren Halsey
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
En su reciente instalación en la Serpentine Galleries, Emajendat, Halsey refuerza este compromiso con la memoria y la identidad comunitaria.
La obra Mirrored Palm Trees rendía homenaje a las mujeres negras víctimas del asesino en serie Grim Sleeper, cuyo caso fue ignorado por la policía durante décadas. “No quería que su última representación fuera en los carteles policiales que criminalizaban sus rostros. Quiero un día crear un bosque entero de palmeras que las conmemore como se merecen”, expresa la artista.
Emajendat, 2024. Vista de la instalación, Serpentine South. © Lauren Halsey. Foto: © Hugo Glendinning. Cortesía Serpentine.
Esta voluntad de reescribir narrativas impuestas y dar voz a los olvidados define la obra de Halsey, donde celebración, resistencia y memoria se entrelazan en un mismo gesto.
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