En las calles del barrio barcelonés del Raval la diversidad florece en cada esquina. Aquí Sasha Asensio se despliega como retratista singular de la poética de “todas la existencias”.
A través de su lente Sasha Asensio no captura simplemente imágenes, sino historias complejas de personas al margen, quienes la mayoría de las veces son ignoradas por la mirada apresurada de la sociedad. Y es que un eco poético establece el tono de la obra de Asensio, donde cada retrato explora la dualidad inherente a la existencia humana. Sus fotografías, imbuidas de una cruda sinceridad, son a la vez tiernas y emotivas.
Sasha Asensio, nacido en Brasil de padres asturianos, reside en España desde hace más de 25 años. Comenzó su carrera fotográfica a los 17 años en São Paulo, influenciado por su padre, Eduardo Asensio, reconocido pintor en el mundo del arte del país carioca.
Poética de lo cotidiano
Siguiendo con la poética, Sasha Asensio, nos recibe desde el umbral de su página web con una estrofa del poema “Auguries of Innocence/Augurios de inocencia” del poeta, pintor y grabador británico romántico William Blake. “Cada noche y cada mañana / algunos nacen en la miseria. / Cada mañana y cada noche / algunos nacen para el dulce deleite, / algunos nacen para la noche interminable”.
Palabras poderosas, cargadas de imágenes y sonidos. Pero, ¿están algunas personas destinadas a experimentar una oscuridad o un sufrimiento perpetuo a lo largo de su vida? Estos versos quizás intenten recapturar la vida y el tiempo que cada persona debe experimentar. Un misterio del destino en el que encontramos muchos contrastes: dulce deleite vs miseria.
Pues tanto William Blake (interpretado por Johnny Depp) como estos versos también aparecen en el filme “Dead Man”, dirigido Jim Jarmusch en 1995, exponente imprescindible del cine independiente estadounidense. “Dead Man” es una comedia existencial llena de humor negro, de ritmo pausado inherente al cine de arte y ensayo. Este western visualmente sublime está lleno de personajes especiales, como los retratados de Asensio.
Líneas de fuga y pliegues de resistencia en lo abyecto
La filósofa Julia Kristeva, en su obra seminal, nos introduce al concepto de lo abyecto. Contrario a la creencia común, lo abyecto no denota ausencia de limpieza, sino más bien cualquier cosa que perturbe una identidad, un sistema o un orden establecido. Es aquello que no respeta límites, desafiando reglas, jerarquías y lugares predefinidos. En los retratos de Sasha Asensio, encontramos lo abyecto como crítica social, desafiando las normas establecidas con la violencia del rechazo.
La idea de lo abyecto de Kristeva encuentra resonancia en la obra de Pasolini, ya que ambos buscan exponer la corrupción inherente a las estructuras sociales y políticas de su tiempo.
La violencia de lo abyecto Pasolini
Y como el cine es fotografía en movimiento nos vamos a otra película. En la escandalosa para muchos “Salò” de Pier Paolo Pasolini, se despliega una crítica feroz y brutal de la sociedad consumista de 1975. Pasolini utiliza los abyectos comportamientos de sus personajes para hacer una profunda crítica social y política. El filme se convierte en un espejo que confronta la corrupción social y la impureza de las costumbres políticas contemporáneas con las acciones de sus protagonistas sadianos. La violencia del rechazo, la repugnancia deliberada, se convierte en un medio para desvelar las fallas de una sociedad corrompida.
Lo outsider, lo marginal es sublime en Sasha Asensio
Sasha Asensio, al sumergirse en las calles del Raval (también conocido como Barrio Chino), toma esta tradición crítica y la aplica a través de su lente fotográfica, ofreciendo una mirada overground, sin la condescendencia entendida como sentimiento de superioridad respecto al otro, sino sacando del subsuelo a aquellos que nadie quiere ver. Captura a los que la sociedad prefiere ignorar, los outsiders que desafían las normas establecidas.
Así, en la tradición de Pasolini y Kristeva, Sasha Asensio utiliza la violencia del rechazo visual para poner de manifiesto la realidad que yace bajo la superficie de las estructuras sociales aparentemente ordenadas como el Raval centrificado del que yo formo parte. En cada retrato, hay una confrontación deliberada con lo que la sociedad elige ignorar, y en ese acto de confrontación, Asensio logra la empatía y la comprensión. Cada retrato es una afirmación.
Empoderamiento a través del Retrato
Cada una de sus fotografías son más que una representación física; son un acto de empoderamiento. En un mundo donde los cánones de belleza y las expectativas sociales restringen, Sasha Asensio desafía. Por eso permite a cada persona destacar, desafiando estereotipos y reclamando su lugar en la narrativa colectiva.
En palabras del propio Asensio:
“Exploro paisajes humanos extraordinarios. Visibilizando estéticas en los márgenes establecidos, abordando sin barnices existencias insólitas, forzando sentimientos y pensamiento crítico. Podrás descubrir las capas de la ternura y la tragedia a través de la mirada reivindicativa de las personas retratadas”.
El Raval: historia y transformación
Los rincones del Raval —cuyo nombre resuena desde su origen árabe “rabad” (que significa suburbios de la ciudad)— y sus habitantes sirven de inspiración a Sasha Asensio. También residente en este barrio barcelonés, todos los tipos de existencia son captadas por su objetivo, haciéndolas imposibles de ignorar.
Arraigado en el corazón de Barcelona, El Raval emerge como un rincón vibrante que entrelaza pasado y presente en la trama dinámica de la ciudad. Es un barrio con una historia fascinante y una transformación notable a lo largo de los años. Desde sus inicios en la antigua Barcino romana hasta convertirse en un crisol de culturas en los siglos XVIII y XIX, el barrio ha enfrentado desafíos, incluida una estigmatización en el siglo XIX.
En décadas recientes, El Raval ha experimentado una renovación significativa, con proyectos de esponjamiento urbano para alojar avenidas e instituciones culturales como el MACBA, el CCCB o la Filmoteca de Cataluña. Con una atmósfera única, este barrio diverso y auténtico ha atraído a figuras ilustres como Maruja Torres, Manuel Vázquez Montalbán o el mismo Picasso, y se presenta como un lugar emblemático de Barcelona que fusiona su rica historia con una visión actualizada.
Todas las fotografías de esta serie están realizadas con cámara de formato medio y lente fija. Al azar, con luz natural, en la calle, de forma espontánea así consiguiendo frescura y autenticidad.
Expansiones en el trabajo de Sasha Asensio
Sasha Asensio se sumerge en varios otros núcleos urbanos y sus habitantes, desde La Mina (también Barcelona) hasta las 3000 viviendas de Sevilla, Nápoles o Los Ángeles. Para abordar estos entornos urbanos, narra visualmente las historias de personajes que rara vez captan atención y admiración. A lo largo del tiempo, vuelve a fotografiar a estas personas, capturando la evolución de sus vidas.
Las fotos de colchones son de la serie “Colchonismo Ilustrado”. Y narran la historia de personas desesperadas que buscan refugio temporal en colchones usados, testigos silenciosos de historias abandonadas. Promesas de un posible hogar, que ahora exhiben manchas de olvido y desencanto, fusionadas con telas de obras que Asensio encuentra en sus visitas a diferentes museos.
Toda la info sobre Sasha Asensio aquí. O en su cuenta de instagram @sasha.click
