Otras miradas y otro cine son posibles en el mismo país donde la descomunal industria de Hollywood marca las pautas. Y tenemos la prueba en esta minuciosa selección de las mejores películas del cine independiente americano.
Hay dramas, comedias, terror, cine de autor y hasta un falso documental, pero todos los films de la siguiente lista tienen algo en común: son producciones independientes surgidas en Estados Unidos al margen de las Majors. Es la cantera de la que han salido los hermanos Coen, Darren Aronofsky, Charlie Kauffman, Greta Gerwig o hasta Christopher Nolan. Presentes, todos ellos, en este Top 20 de las mejores películas del cine independiente americano, ordenadas de menos a más calidad según las valoraciones generales de la crítica internacional. ¿Cuál será la número 1?
Las 20 mejores películas del cine independiente americano
20 / “Sexo, mentiras y cintas de vídeo” (Steven Soderbergh, 1989)
Con ella se puso de moda el cine “indie”, y Soderbergh se convirtió en el cineasta más joven en ganar la Palma de Oro en Cannes (26 años en ese momento). Inspirada en una verdadera ruptura sentimental de su director y guionista, la película hizo recordar a los cinéfilos la enorme sensación de verdad que puede transmitir el cine. Aunque no todo el público buscaba eso: recién caído el Muro de Berlín, los espectadores de Alemania Oriental llenaron las salas berlinesas donde se proyectaba este film, creyendo que iban a ver… una película porno.
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19 / “Malas calles” (Martin Scorsese, 1973)
Tercer largometraje de Martin Scorsese y primera colaboración del cineasta con el actor Robert De Niro, ambos jovencísimos. Scorsese venía del fracaso crítico y comercial de “El tren de Bertha”, y para resarcirse volvió al terreno que mejor conocía: las calles de Nueva York, los jóvenes pandilleros, la cantera de la Mafia. Aquí encontró su voz, y empezaron a forjarse los dos mitos: el de Scorsese, y el de De Niro. Y de paso, surgió una de las mejores películas del cine independiente americano.
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18 / “Carretera asfaltada en dos direcciones” (Monte Hellman, 1971)
“La más pura “road movie” americana jamás filmada”, en palabras del cineasta independiente Richard Linklater. Un verdadero triángulo amoroso entre un conductor, un mecánico y el coche de ambos. Conduce James Taylor, el cantante, en su único papel como actor. El mecánico es Dennis Wilson, baterista de los Beach Boys, que tampoco repitió como actor. El coche es un Chevrolet del 55. Y nunca, nunca en tu vida has visto una película como ésta.
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17 / “Easy Rider” (Dennis Hopper, 1969)
Influenciados por la “nouvelle vague” francesa, Dennis Hopper y Peter Fonda decidieron rodar una película sin guión, improvisando sus diálogos, usando como figurantes y operadores de cámara a la gente con la que se cruzaban, y dejando que todo fluyera. El resultado es una de las mejores películas del cine independiente americano… aunque, con ese método, 99 de cada 100 veces sale un truño. Ésta es la vez que salió bien.
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16 / “Frances Ha” (Noah Baumbach, 2012)
Parece improvisada, pero no lo es. Su reparto se ciñó palabra por palabra al trabajadísimo guión de Noah Baumbach y Greta Gerwig (pareja en aquel momento). La sensación de espontaneidad la lograron por otros medios, como contratar a los verdaderos padres de Gerwig para encarnar a sus padres en el film. Dulce y amarga a la vez, “Frances Ha” es una comedia romántica con romance de verdad. Del que duele.
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15 / “Extraños en el Paraíso” (Jim Jarmusch, 1984)
Una película convencional tiene, de media, 1.200 planos. Ésta tiene sólo 67, pegados uno tras otro con unos segundos de negro como intervalo. Y con tan radical (y barato) planteamiento formal, “Extraños en el Paraíso” es una de las mejores películas del cine independiente americano: una estupenda y emotiva comedia, incluida por el American Film Institute entre las candidatas a su lista de las 100 películas más divertidas de la historia del cine.
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14 / “Rostros” (John Cassavetes, 1968)
Casavettes rodó hasta 5 películas (malas) como actor, para financiar “Rostros” como director. La rodó en 16 mm, en el más crudo blanco y negro, y exprimiendo cada centavo. Y en su rodaje, como asistente de producción, trabajó un joven aspirante a cineasta llamado… Steven Spielberg. Dice Spielberg que en films como este aprendió a tratar a todos, en los platós, con la humanidad que merecen. Y si hay algo que rezuma el cine de John Cassavetes, es humanidad.
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13 / “Sangre fácil” (Joel & Ethan Coen, 1984)
Hasta cuatro titanes del Séptimo Arte debutaron en el cine con “Sangre fácil”: los hermanos Coen como directores y guionistas, el genial Carter Burwell como compositor de bandas sonoras, y Frances McDormand como actriz. De hecho, Frances y Joel se conocieron en el casting para este film, y se casaron el año en que se estrenó. Así que ellos llevan casados el mismo tiempo que llevamos nosotros disfrutando de sus películas.
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12 / “Clerks” (Kevin Smith, 1994)
Un día normal en la vida de dos dependientes de una tienda. Con tan escueta premisa rodó Kevin Smith el retrato más honesto del “nerd” de los 90. Y rodó la película en la misma tienda en la que trabajaba como dependiente: curraba allí de 6 de la mañana a 11 de la noche, rodaba de 11 a 4 de la mañana y dormía 2 horas, antes de volver al trabajo. Lástima que casi todo su talento, ejem, se agotara con este film.
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11 / “Happiness” (Todd Solonz, 1998)
Incluida por la revista Premiere en su lista de “Las 25 películas más peligrosas de la historia”. Sus desnortados personajes buscan la felicidad sin saber dónde encontrarla, incluido un padre de familia, de apariencia respetable, que en realidad… es un pedófilo. La distribuidora original renunció a la película, la controversia fue mayúscula, y la MPAA (la “censura yanqui”, para entendernos) le puso su calificación más dura. Género: comedia.
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10 / “Lost in Translation” (Sofia Coppola, 2003)
El apellido de su directora y la fama de su pareja protagonista pueden hacernos olvidar que “Lost in Translation” es una producción 100% independiente, filmada con muy pocos yenes al “estilo guerrilla”. Es decir: lanzándose a las calles de Tokio sin permisos de rodaje, y rezando por que diera a tiempo a terminar las tomas antes de que apareciera algún agente de la autoridad. El amor puede ser tan sencillo como encontrar ese alguien con quien vivir un momento de relax. Un “Momento Santori”.
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9 / “La noche de los muertos vivientes” (George A. Romero, 1968)
Una de las mejores películas del cine independiente americano… y una de las más rentables de la historia. Con un exiguo presupuesto de 114.000 dólares, recaudó 30 millones: más de 263 veces su presupuesto. Es la primera gran película de “zombis”, y ya en ella está la lectura principal de este subgénero: que los verdaderamente peligrosos somos los vivos. Casi 60 años después, esa lectura mantiene, por desgracia, toda su vigencia.
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8 / “Cómo ser John Malkovich” (Spike Jonze, 1999)
La puesta de largo de Spike Jonze como director, y de Charlie Kauffman como guionista. En la miserable oficina donde trabaja, un aspirante a titiritero descubre un túnel misterioso que conduce a la mente de John Malkovich. ¿Profunda y sesuda reflexión sobre la crisis de identidad del hombre moderno occidental? Emmmmpuede que sí. Pero es que además es muy (pero que muy) divertida.
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7 / “Nightcrawler” (Dan Gilroy, 2014)
El personaje de Jake Gyllenhaal es aquí un buen ejemplo del sueño americano: con esfuerzo, tesón y espíritu de trabajo, puede triunfar en la vida… grabando con su cámara los crímenes, los muertos y la miseria humana de las calles de Los Ángeles. Gyllenhaal adelgazó 10 kilos para el papel con el fin, en sus propias palabras, de “Parecer un coyote”. Y no hay duda de que lo consiguió. ¿Hemos dicho “sueño”? Mejor “pesadilla”.
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6 / “This is Spinal Tap” (Rob Reiner, 1984)
Falso documental sobre la desastrosa gira de un grupo británico de heavy-metal, “This is Spinal Tap” se ríe de la industria de la música, de las poses del “rock” y de la estupidez de algunos rockeros. El documental será falso, pero estrellas consagradas como Ozzy Osbourne, The Edge de U2 o el grupo Marillion coinciden en decir que es dolorosamente idéntico a la realidad. No sólo es una de las mejores películas del cine independiente americano: es que es tan buena que llega hasta el 11.
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5 / “Haz lo que debas” (Spike Lee, 1989)
En la ceremonia de los Oscar de 1990, al anunciar las nominaciones de mejor película, Kim Basinger dijo que las cinco nominadas eran geniales “porque cuentan la verdad”. Pero saltándose el guión, Kim añadió que “hay una película que falta en la lista y que debería estar en ella porque cuenta la mayor verdad de todas, y esa película es ‘Haz lo que debas’”. Al día siguiente Spike Lee le dio las gracias por sus palabras. Ambos hicieron lo que debían.
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4 / “Donnie Darko” (Richard Kelly, 2001)
¿De qué trata “Donnie Darko”? Ni sus protagonistas lo saben. En la fiesta de fin de rodaje, los actores Jake Gyllenhall y Seth Rogen reconocían no tener “ni idea de qué va el film”. Pero eso no impidió que se convirtiera casi de inmediato en una película de culto, que acumulara premios en medio mundo… y que, ante la amenaza de un estreno directo en DVD, el mismísimo Christopher Nolan acudiera al rescate para asegurar su lanzamiento en salas. Así que, ¿de qué trata “Donnie Darko”? Descúbrelo tú.
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3 / “Antes de amanecer” (Richard Linklater, 1995)
Linklater (el fan de “Carretera asfaltada en dos direcciones”) se inspiró en una vivencia personal, similar a la de “Antes de amanecer”, para escribir el guión de la película. Ya en el plató, los diálogos fueron retocados por los protagonistas, Ethan Hawke y Julie Delpy, para hacerlos más personales. Y entre los tres pergeñaron las dos secuelas, “Antes del atardecer” y “Antes del anochecer”. La mejor es la segunda, y las tres merecen estar entre las mejores películas del cine independiente americano. Pero sin la primera no habría saga.
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2 / “Réquiem por un sueño” (Darren Aronofsky, 2000)
La segunda película de Aronofsky después de “Pi”, y posiblemente la mejor de su carrera. La que guarda más equilibrio entre forma, fondo, y golpes al estómago del espectador. Rodando el monólogo de Ellen Burstyn (hacia el minuto 40) el director vio que la imagen se desviaba levemente; al gritar “corten” y encararse al operador de cámara… descubrió que éste estaba llorando. Sus lágrimas empañaron la lente y le hicieron perder el encuadre. Ésa imperfecta toma es la que aparece en el film.
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1 / “Memento” (Christopher Nolan, 2000)
El realizador más grande y aparatoso del cine comercial de hoy en día, empezó en el cine independiente. Y aún sin presupuestos millonarios ni superestrellas en cartel, los grandes “ítems” de Christopher Nolan ya estaban en “Memento”: la fractura del tiempo, la narración no lineal, el puzle temporal que exige al espectador ser partícipe. Las críticas entusiastas lanzaron al film al Número Uno de las listas del cine independiente; la pasión de los espectadores lanzó a Nolan al Número Uno de Hollywood.
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Quedan fuera de la lista algunos grandes títulos, como “Olvídate de mí”, “Boyhood”, “Pi” o “Terciopelo azul”. La obra maestra de David Lynch fue producida por Dino De Laurentiis, cuyo músculo económico lo aleja de lo comúnmente entendido como “independiente”. Los otros tres films nacen de directores o guionistas ya representados en este Top 20. Y en cualquier caso, es lo que tienen las listas: ya sean de dramas psicosexuales o de películas sobre el Holocausto nazi, siempre vamos a echar en falta ese título especial para nosotros. El que nos gusta de verdad, del que el redactor tiene la osadía de no acordarse. ¿Cuál es el tuyo?
18 de enero de 2023 a las 15:31
¡Qué buena selección! Sólo falta Take Shelter