Lakook Catering es un servicio culinario de CEAR, que lleva desde 2015 dando oportunidades a refugiados en España. La gastronomía es el refugio al que pueden acceder gracias a esta empresa social. Recetas de todo el mundo cocinadas con pasión, gratitud y esperanza se sirven cada día aquí.
La mesa y la comida siempre han sido un punto de encuentro, donde no existen las diferencias. Lakook, el catering de CEAR, parte de esta idea y sirve platos internacionales cocinados por refugiados y personas que buscan asilo. Estas recetas son, con frecuencia, aportaciones propias de los trabajadores, que cocinan platos autóctonos y, a veces, desconocidos por la mayoría. De esta manera, la gastronomía es un viaje de aprendizaje de ida y vuelta. Acompáñanos en este viaje por sus mejores recetas y sus grandes historias.
Imágenes superiores: Mesas para eventos de Lakook
Lakook, platos del mundo
El catering de Lakook es una selección de platos de todo el mundo, que recoge sabores diversos. Hummus, shawarma, totopos, minibrochetas de pollo y salsa de cacahuete o ensalada de quinoa y verduritas han formado parte de su oferta gastronómica más reciente. Los orígenes de las recetas recorren medio mundo, desde el Mediterráneo oriental y occidental, incluyendo cocina española, y Asia hasta llegar a Latinoamérica. Algunos de estos platos poseen un nacimiento ancestral y una significativa importancia cultural. Dos ejemplos de ellos son el sikil pak y las papas a la huancaína. El primero es un aperitivo prehispánico que se sirve en muchos restaurantes del sur de México, y el segundo es típico de Perú, cuya receta se remonta a finales del siglo XIX.
Sikil pak
Hummus
Cocina fusión y bebidas internacionales
El catering de Lakook también explora la cocina fusión a su manera. Un poquito de innovación y otro toque multicultural añadido rezuman estos platos que mezclan ingredientes y sabores de varios lugares. Una tabla de jamón con ras al hanout, un pan de queixo de Brasil hecho de harina de yuca, un naan de pastrami o una tostada de puerritos con cuscús son tres aperitivos de mediodía o de cóctel de este servicio gastronómico. Las diferentes identidades culinarias se combinan en cada bocado. La carta de bebidas incluye vinos tintos y blancos españoles, cervezas, kombuchas y aguas saborizadas caseras (como el karkadé o agua de Jamaica helada de naranja y jengibre). Además, nunca falta el té moruno con menta, el café ecológico y de comercio justo, y el agua siempre en jarra, porque la sostenibilidad es otro de sus retos.
Crema de calabaza y jengibre
Pausa para el café en Lakook
Los servicios que brinda Lakook están diseñados para eventos varios. Además, se encargan de un restaurante en Madrid, y tienen una food truck. En el catering se puede pedir menú para un almuerzo, un cóctel, brunch, almuerzo para llevar (“lunch box” con dos platos y postre) o lo que ellos llaman “Pausa Café”. Este último servicio es, probablemente, el más popular de todos. Se denomina así porque hace referencia a esa pausa que se hace en eventos corporativos, talleres de formación o congresos. En ellas los asistentes salen a descansar, airearse y a tomar algún bocado con el que reponer fuerzas para el resto de la jornada. Pausa Café de Lakook ofrece para esos eventos un catering completo con sus propios camareros que sirven el café y las bebidas. Se puede degustar todo tipo de galletas, bizcochos, panes, empanadas, y además existen opciones vegetarianas y veganas, y sin gluten con una petición previa.
Cacik con salmón
Ensalada de quinoa y verduritas y minibrochetas de fruta
Lakook catering, la gastronomía como refugio
Lakook nació en 2015 como “Acoge un plato Catering”, y hace dos años se transformó en Lakook Causas CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). Aquí trabajan alrededor de 100 personas, distribuidas en 15 cocinas distintas, en Sevilla, Málaga, Madrid o Valencia. Entre el 75% y el 90% de las personas empleadas en el catering son refugiadas, migrantes o personas que han solicitado asilo en nuestro país. Algunos de estos profesionales ya habían trabajado en la hostelería en su país de origen, otros han aprendido el oficio desde cero en España. Las recetas del catering, en gran parte, son escogidas por estos trabajadores. Lo cual aporta, en muchas ocasiones, al menú platos locales o autóctonos de sus países, desconocidos por la mayoría. En cualquier caso, el reto no es que ejerzan necesariamente esa profesión toda su vida, sino que les sirva este trabajo como un acicate para integrarse y asentar su nueva vida.
Totopos con guacachile y pico de gallo
Minibrochetas de pollo con salsa de cacahuete
Un catering salpicado de historias de vida
Siria, Guinea Conakry, Ucrania o Venezuela son algunos de los países de los que proceden los trabajadores de Lakook. La guerra, la falta de oportunidades y la inseguridad son los principales problemas que les obligan a huir de su entorno y buscar una vida digna en España. La formación en hostelería es un paso básico para trabajar en el catering, Y aunque no todos habían tenido previamente contacto con esta profesión, son muchos los que acaban pillando vocación, y tienen el sueño de llegar a tener algún negocio relacionado. La comida también es pasado y recuerdos; aportan su propio bagaje cultural y ofrecen recetas de su infancia al menú. Así que, de algún modo, la comida les devuelve un poco lo que dejaron atrás, y al mismo tiempo les sirve en bandeja un futuro.
Minishawarma