Atraída por la belleza y el amor, los coloridos murales de LADY AIKO suelen contar historias románticas con un toque erótico.
A pesar del auge del arte urbano en todo el mundo, poco sabemos de una de las pioneras de este movimiento en los Estados Unidos. Procedente de Japón, a mediados de los 90, LADY AIKO decidió trasladarse a Nueva York para un cambio de aires y acabó trabajando en el estudio de uno de los artistas japoneses más conocidos, Takashi Murakami.
StArt India, New Delhi, 2015, Photo by Akshat Nauriyal.
Atraída por la cultura urbana, LADY AIKO comenzó a realizar grafitis ilegales por toda la ciudad y por otras partes del mundo, llegando a convertirse en una de las artistas más reconocidas e influyentes del movimiento. Prueba de ello es su aparición en dos de los documentales imprescindibles sobre el arte urbano, Exit Through the Gift Shop, Banksy (2010) y Martha: A Picture Story, Selina Miles (2019), sobre la obra fotográfica de Martha Cooper, que documentó los apasionantes inicios del grafiti y con quien AIKO continúa colaborando.
W Hotel, Bellevue, 2017, Photo by Aiko.
El estilo de LADY AIKO mezcla elegantemente la estética clásica japonesa con la cultura urbana más underground, aportando elementos del Pop Art y de la publicidad y llegando incluso a colaborar en anuncios para algunas firmas de prestigio como Louis Vuitton, Fendi, The Standard, The First Lady y WTC.
Sus murales suelen reflejar el empoderamiento femenino mediante el uso de la belleza y la sexualidad, representando a menudo escenas explícitas, al más puro estilo shunga (género japonés que solía representar escenas sexuales). En 2012, LADY AIKO expuso en el Museum of Sex de Nueva York.
Coney Art Walls, NYC, 2015, Photo by Aiko.
Sus murales son una reminiscencia al estilo japonés Ukiyo-e, no sólo en cuanto a la temática (belleza femenina, fauna o flora) sino también en cuanto a la utilización de la técnica: muchos de los murales de AIKO se realizan sobre paneles de madera a partir de los cuales ella serigrafía, pinta al espray o con pincel, y aplica esténcils realizados con abrumadora minuciosidad.
El resultado es un estilo eclético que fusiona tradición y modernidad, y que nos traslada a un mundo apasionante cargado de belleza y de color, en el que la mujer empoderada es la principal protagonista.
Dubai Walls, Dubai, 2016, Photo by Aiko.
Háblanos de tus inicios en la escena del arte urbano
He estado involucrada en la escena del arte urbano desde finales de los años 90, cuando éste ni siquiera tenía un nombre. Por supuesto, el “grafiti” nos precedió; consistía en un acto de escritura directa sobre las paredes con carácter experiencial, donde el trabajo interactuaba con el entorno, y tenía unas características estéticas determinadas.
Era un mundo de arte “sin encargos”, que el público no sabía que necesitaba hasta que apareció y cambió el juego.
Ocurrió durante el periodo anterior a internet y a la consolidación de la grabación digital, de ahí la naturaleza efímera de nuestro trabajo, el cual sólo podía ser conocido si estabas allí, pero sin publicidad ni promoción. Si estabas lo veías y si no, no. Creamos un patrón que otros utilizaron, más tarde elaboramos un mapa de carreteras, que a su vez generó una ruta por la ciudad, cuyo lenguaje era una forma visual de comunicación.
¿Cómo afectó a tu arte el hecho de mudarte de Tokio a Nueva York?
Sinceramente podría decir que fue como como aterrizar en otro planeta. Mis sensibilidades artísticas se vieron desafiadas. Incluso la forma en la que me movía por la ciudad, el metro, los viajes que, aunque me resultaban familiares en infraestructura, parecía nuevos para mí. Comprender las sutilezas de lo que estaba de moda, y entender las tendencias era todo un reto, ya que existía una barrera lingüística y cultural que había que superar. Mi arte se hizo más fuerte y valiente gracias a estas experiencias.
Houston Bowery Wall, NYC, 2012, Photo by Martha Cooper.
Ha pasado mucho tiempo desde que trabajaste en el estudio de Takashi Murakami. ¿Qué memorias conservas de ese periodo?
Eso ocurrió justo cuando llegué a los Estados Unidos, y Takashi iba a exponer por primera vez en el extranjero. Los dos empezábamos y estábamos inseguros de nuestro entorno. Éramos pioneros en un escenario íntimo, ocupando un pequeño espacio, en silencio, tratando de encontrar nuestro sitio en un mundo desconocido. Fue agradable estar en la primera fila, y ser testigo del nacimiento de una estrella, en una escena donde los dos tuvimos unos comienzos humildes.
¿Consideras importante reivindicar el arte urbano hecho por mujeres?
Quiero que mi arte sobresalga y permanezca por sí mismo. Sin embargo, reconozco que mi trabajo está relacionado con los movimientos femeninos actuales.
Houston Bowery Wall, NYC, 2012, Photo by Martha Cooper.
Tu trabajo siempre trata temas relacionados con la representación de la mujer, la sexualidad y el romanticismo. ¿Existe un mensaje feminista tras tus imágenes?
Creo que lo que siento y transmito a través de mi obra en torno a la fantasía y la sexualidad, es algo que nos sucede a todas. Como artista, considero que tengo voz y opinión sobre los asuntos del placer, y mi compromiso al respecto se basa más en elevar la experiencia que en humillarla.
¿Qué te inspira en la actualidad?
La pandemia actual me ha mostrado lo frágiles y corpóreos que realmente somos. Vivimos el ahora porque el futuro es más incierto de lo que jamás ha sido. En la actualidad es difícil planear, así que lo doy todo en mi trabajo actual porque el mañana ya no es seguro.
Cuéntanos tus proyectos de futuro.
En breve se va a publicar un libro sobre mi trabajo (sin encargo) de grafiti y arte urbano hecho con esténcil. También voy a sacar una serie de láminas, y voy a comisariar una exposición titulada “Our New York Times”, donde se hará un recorrido por las carreras historiadas de Martha Cooper y John Fekner, y se hablará sobre la escena contemporánea del arte urbano. Conrad Sojak, también participará en esta exposición. Para finales de año formaré parte de una exposición sobre grafiti y arte urbano en Hong Kong y Shanghái.