En momentos de confusión, que se haga la luz. Sencillez y buenos alimentos, oiga. ¡Una de bravas! Yo quiero el menú del día. Hmmmm. Esto sí que es comer. Comer de verdad. Y a seguir con lo nuestro. Todo esto y más es La Tajada, el bar que Iván Sáez ha querido que hagamos nuestro. Una casa de comidas de hoy en día. Un bar donde se come como siempre se debería.
La Tajada es la cara b de Desencaja, el restaurante más formal del chef Iván Sáez, justo a su espalda del Paseo de la Habana. Un lugar que, desde que abriera antes del verano, se hace notar en los corrillos reales y virtuales. No podíamos eludir su visita un día cualquiera, que son lo que mejor se dan.
Descubrimos un lugar en el que conviven obreros y jefes, familias y pijerío. Todos a una con el deseo compartido de disfrutar de unas raciones de comida reconfortante y sin ínfulas. Adecuado con materiales industriales baratos, el local se hace algo ruidoso, pero es que tiene esencia de eso, de bar. Desde la hora del desayuno, porque el horario es ininterrumpido del primer café hasta medianoche.
Unas escaleras y varias tragaperras marcan la bienvenida. Hay lío para hacerse con una mesa si no hay hueco en los puestos altos o en la misma barra, posición estratégica para olisquear frente a la cocina, con pequeña salida directa de los platos.
Empieza el festival. Sin aspavientos ni recetas ininteligibles, sin modas efímeras ni recuerdos del lejano oriente. Carta corta, entendible y apetitosa. Y menú del día. Fácil y al pie.
Relatemos: huevos rellenos, ensalada campera, gilda y matrimonio de boquerón con anchoa y piparra, secreto ibérico, ensaladilla rusa, patata revolcona con torreznos, croquetas con jamón, buñuelos de bacalao, bravas, alitas de pollo, bacalao ajoarriero, tortilla de merluza, hamburguesa de wagyu, costilla de cerdo con barbacoa casera, callos a la madrileña, arroz de marisco…
Algunas delicias que nos parecieron imprescindibles: los garbanzos guisados con pimentón, la codorniz escabechada en salsa de Manzanilla y el flan de huevo. Un combo imbatible para convertir un trámite en algo sublime. La Tajada es uno de esos sitios que ya no quedan donde sirven de postre una pera pelada. Pero no puedo quitarme una imagen de la cabeza. El brillo gelatinoso de la oreja de cerdo con salsa brava depositada sobre la barra todavía me atormenta. Debo volver cuanto antes a resarcirme. Acompañadme, vale la pena.
Precio menú del día: 12,80 euros
La Tajada
Calle Ramón de Santillán, 15
Tel. 91 232 22 04
latajada.es