La casa Loewe se vuelve más hogareña que nunca con su programa online Loewe en Casa.
Ya sé que las intenciones son buenas, pero comienza a haber tantas sugerencias de hacer cosas en casa que personalmente me generan ansiedad, y un cierto sentimiento de culpa por no aprovechar ninguna. Y es que, desde antes de la crisis sanitaria del coronavirus, nunca ha habido tantas posibilidades de hacer cosas en casa como ahora, en la era de la accesibilidad. Tenemos toda la cultura al alcance de un click. Y es abrumador, porque por primera vez la infinita oferta de ocio se enfrenta con el aumento del tiempo libre dentro de casa. ¿Qué hacer ante tanta oferta hogareña? Las redes sociales más concurridas están tan saturadas que me provocan alergía. Por eso creo que llega el momento de ponerse un poco selectivo. He estado buscando sugerencias y para esta próxima semana os sugiero el programa de Loewe en Casa, y no se me ha ocurrido nada mejor para ilustrarlo que la colección de mujer para el próximo otoño invierno 2020, con solo mirarla me relaja, es como un viaje a tiempos mejores.
El programa hogareño Loewe en Casa
Con este programa online, Loewe quiere celebrar la artesanía creativa en primer lugar, y de paso estimular al público para que personalice su espacio doméstico con ingenio sostenible. Para ello está convocando encuentros semanales en su perfil de Instagram con algunos de los finalistas de los Loewe Craft Prize: inspiradores maestros artesanos del metal, la tejeduría, el ikebana, la orfebrería, cerámica, carpintería… Algunos de ellos ya están confirmados: Koichi Io; Sophie Rowley; Irina Razumovskaya; Idoia Cuesta; Julian Watts; Adi Toch (nos mostrará el taller temporal que ha construido en su casa para poder seguir trabajando); Jim Partridge y Liz Walmsley (conversarán sobre la experiencia de trabajar y vivir juntos); Giovanni Corvaja (ofrecerá una visita guiada del taller tipo laboratorio doméstico ideado para combinar nociones de la alquimia ancestral con tecnología de última generación); Watarai (este artista del ikebana nos ofrecerá una muestra empleando flores, palitos, ramas y plantas para crear piezas únicas); Anthea Hamilton charlará con Jonathan Anderson; y Deloss Webber mantendrá un diálogo con Sheila Loewe. Hay un poco de todo, porque el programa Loewe en Casa pretende fusionar teoría y práctica. Toda una master class que hay que aprovechar ahora que tenemos tiempo.
La Casa Loewe colección femenina otoño invierno 2020
Los desfiles para la temporada otoño invierno 2020 serán históricos. No solo porque quizás sean los últimos que se celebren durante un tiempo, sino porque es probable que nunca los desfiles se vuelvan a celebrar igual, con todo el público tan pegado, en ocasiones 2 personas sentadas en un mismo asiento. ¿Cómo serán los siguientes desfiles?¿Serán parte de un programa de actividades domésticas online? No sé sabe, todo el tema de la pandemia abre innumerables incógnitas. De momento, disfrutemos en casa con la última colección de Loewe mujer FW20-21.
Contemplar en su conjunto la última colección de Jonathan Anderson para Loewe da una sensación de paz. Transmite esa sensación de tiempos mejores a través de siluetas y texturas, más una visión humanista proyectada a través de la artesanía de siluetas y texturas. En cada look hay guiños pretéritos a otras épocas donde se juega con folclores mediterráneos y mariachis para proyectarlos al presente, y al futuro. A veces las siluetas son volumétricas y pomposas, y otras austeras y severas… volúmenes extremos, texturas justapuestas, lanas con brocados, robustos algodones con sedas jacquard, superficies firmes con estampados estrambóticos, mangas abollonadas, escotes elevados, cuellos esculturales, corpiños planos, drapeados sorprendentes… y mucha artesanía. Esos son algunos de los rasgos de esta colección, donde destacan dramáticos tocados de plumas, piezas de cerámica de Takuro Kuwatí en vestidos, broches-joya decorando el calzado… Una colección que en definitiva nos inspira a quedarnos en casa si viviéramos en una finca con vistas al mar y celebráramos una cena hogareña con 200 amigos. No sé, pero algunos vestidos me generan también el antojo de cocina mexicana. Qué rica.