No se pliegan, no se esconden, no buscan ser discretas. Tampoco compiten. Las mesas Kari, diseñadas por Konstantin Grcic para Kettal, ocupan el espacio con la soltura de un objeto que no necesita justificación. Su forma basta.
Presentada este mes, Kari se compone de dos mesas auxiliares de inspiración africana con el mismo sobre circular, idéntica proporción y una lógica estructural común. Lo que cambia es la base. Una se construye a partir de módulos cilíndricos apilados con un leve desplazamiento entre ellos, lo que genera un ritmo continuo y fluido. La otra se apoya sobre una secuencia de prismas triangulares enfrentados, creando una base más angulosa y tensa, con una geometría más marcada. Mientras una apuesta por la curva y la repetición, la otra introduce aristas y cortes que enfatizan el vacío.
Ambas están fabricadas en teca, aunque la estructura está diseñada para admitir otros materiales sin sacrificar la estabilidad. Esto amplía su campo de uso: pueden integrarse en interiores, exteriores o espacios donde el mobiliario requiera cierta flexibilidad. No lo parecen, pero son ligeras. Y esa cualidad no es un detalle secundario, sino parte de la propuesta. “Las mesas Kari funcionan como prácticas mesas auxiliares o asientos ocasionales junto a un sofá o un sillón. Su diseño ligero facilita su movilidad según se necesite”, explica Konstantin Grcic.