El trío está de vuelta con Movimientos, un disco en el que su sonido crece y les consolida como promesas del rock.
Cronológicamente, ‘Movimientos’ (Sonido Muchacho, 2016) es tan sólo el segundo disco de Juventud Juché. Pero cuando uno empieza a escuchar los primeros compases de ‘Pasos’, tema que abre el disco, se da cuenta de que supone una evolución sin precedentes en la trayectoria del grupo, algo a lo que muchos aspiran y no suelen llegar nunca. Esto no quiere decir que el trío madrileño haya dejado atrás la urgencia y la rabia que nos presentaron en ‘Quemadero’ (Sonido Muchacho/Gramaciones Grabofónicas, 2013), pero ahora la reciclan, la desarrollan y la suben de nivel. Basta con comprobar cómo las canciones ahora superan los tres minutos de duración para saber que algo ha cambiado.
Parte de culpa de este cambio la tiene Ian Crause (Disco Inferno), quién ha producido el disco en la distancia, aportándole profundidad y atención al detalle. Y por supuesto, los propios Javi (voz y guitarra), Luis (bajo) y Arturo (batería), que han sabido ver más allá de la fórmula que hasta ahora les había funcionado tan bien. Con Arturo y Luis quedamos para tomar café (Javi se excusó por enfermedad) y hablamos del disco y de su reciente paso por el SXSW de Austin.
Bueno, contadme, ¿qué tal la experiencia de Austin?
Luis: La verdad es que muy guay, una experiencia bastante buena. No sé si muy bien por el hecho de dar allí los conciertos o por ver a gente que de otra manera no podrías. Además, como al final íbamos un montón de grupos españoles, nos hemos hermanado.
Arturo: Al final es más la experiencia, conocer a gente, ir con amigos y el viaje que te das que los conciertos, que hay demasiada oferta.
He estado leyendo el diario que ha hecho Javi para Jenesaispop y parece que no habéis parado de ver conciertos.
Luis: Sobre todo Javi (risas). Está malo porque le tenía que pasar factura la paliza que se metió.
Es verdad que el diario está contado en primera persona, pero suponía que para los demás habría sido igual.
Luis: Sí, lo que pasa es que hay muchas cosas. Había como doscientos conciertos simultáneos. Yo fui a ver a Vince Staples y había ochenta personas.
Arturo: Javi fue a Cypress Hill y eran cincuenta personas en una azotea.
No hay público para tanto concierto.
Arturo: Y que te pasas todo el día andando, viendo conciertos. Hay muchos que ves dos canciones y te vas a otro.
¿Qué supone para un grupo como Juventud Juché ir al SXSW?
Luis: Es una oportunidad y a la vez un problema. La oportunidad es que al final vas allí, tocas, ves otra ciudad, otro país, conciertos; pero también es un problema porque te entra mono de tocar fuera de España. Para que funcione un poco lo del SXSW tienes que ir varias veces. En realidad es como una feria de muestras, no es un festival al uso, en la que te llevan y tienes que ir con el planning programado para que te vaya a ver determinada gente. Entonces la primera vez no te enteras de nada, y ya te das cuenta de cara a la segunda vez. Ese es un poco el gran problema.
Arturo: Claro, ya vas conociendo sitios. También te das cuentas que hay locales que son más de cierto tipo de grupos que otros. Había salas solo rap y otras de garage.
¿Se podría decir que ir al SXSW es un paso más en la consolidación de Juventud Juché como grupo?
Luis: No, yo creo que es una experiencia más que un paso. Al final cualquier grupo puede ir, lo que pasa es no todos los grupos sacan algo en claro. Tu puedes ir allí pero si no te va a ver nadie a los conciertos o no te va a ver la persona que te tiene que ver, que puede ser el programador de un festival o el director de un sello, al final no vale para nada.
¿Y vosotros habéis sacado algo en claro?
Luis: Bueno… (risas)
¿Igual todavía no se sabe?
Luis: Todavía no se sabe. Al final, sí que había gente, sobre todo en el pabellón de Sounds from Spain. Por ejemplo, programadores de festivales mexicanos, o un chico de Chicago que tenía un festival, Ruido, que le gustó mucho. Luego es lo que se hace a posteriori, el trabajo de campo de a ver quién interesas y a quién no.
Pero este disco es una apuesta muy fuerte dentro de la carrera del grupo.
Arturo: Sí, el disco es diferente y hemos apostado por otra cosa: las canciones, la producción, casi todo.
Luis: Sobre todo el arriesgarnos a hacer otra cosa. Porque si hubiésemos repetido la fórmula del primer disco se habría agotado. Si hubiésemos hecho un segundo disco igual…
Arturo: Ya no habría quedado tan fresco.
Luis: No, hubiera sido otra vez lo mismo.
¿Es ese el germen del cambio, el querer evitar repetirse?
Luis: Estaba eso ahí, pero tampoco estaba muy definida la línea hacia donde queríamos ir. Lo que pasa es que surgió la idea de grabar con Ian Crause y ya el plan fue libertad total. Sí que teníamos claro que un productor tenía que ser partícipe del disco.
O sea que lo de trabajar, ya no con Ian, sino con un productor diferente era algo que teníais claro desde el principio.
Arturo: Sí, por buscar otro sonido. Queríamos otro sonido que el primer LP, eso lo teníamos claro, y los temas iban yendo por otro sitio también.
¿Habéis sido conscientes durante todo el proceso de trabajo que el resultado iba a estar tan desmarcado del disco anterior?
Luis: Yo creo que tan tan desmarcado no. O sea, no sabíamos muy bien hacia donde iba a ir la cosa. Las referencias que teníamos eran un poco de Disco Inferno y un poco el trabajo que había hecho con El Faro, un EP que no llegó a sacar Acuarela pero que tenía colgado en su Bandcamp. Entonces más o menos sabíamos que le daba un giro a las canciones, pero yo no me llegué a imaginar cómo iba a quedar el resultado final.
Arturo: Sí, no sabíamos que iba a quedar así. Sólo sabíamos lo que no queríamos y lo que queríamos evitar.
¿Fue complicado contar con Ian para trabajar?
Arturo: No.
Luis: Bueno, era complicado porque vive en Bolivia y no tiene cuenta bancaria ni Paypal. Hay que hacerle un giro bancario a alguien random, su vecino igual, entonces tenía ese tipo de cosas. Y luego me pidió si una parte se la podía pagar en equipo, porque hacía tiempo que no mezclaba nada. Me pidió un previo. Al final tuvo gracia hacerlo con él, porque contactábamos por Facebook y hablaba todo el tiempo de profesionalizar el sonido, en plan “lo que habéis hecho antes es una mierda, intentad hacerlo bien ahora” (risas). Tenía gracia que lo dijese un tío que estaba en Bolivia sin absolutamente ningún medio.
Arturo: Pero luego el trato real fue fácil. Nos iba a mandando pruebas, premezclas…
Luis: Fue un trabajo de productor productor. Hicimos el trabajo previo y luego el posterior de mezcla pura. Fue como un productor pero en Bolivia y que hablaba castellano raro.
¿Le disteis algún tipo de directriz?
Luis: Le dijimos que hiciese lo que quisiera. Que metiera guitarras, sintes… En realidad, con un grupo que a priori podría parecer que teníamos el sonido del primer disco como una prioridad, al final ha hecho lo que le ha dado la gana, como le ha dado la gana y aquí nos hemos callado.
A pesar del cambio, uno escucha el disco y tiene muy claro que está escuchando a Juventud Juché.
Luis: Sí, eso ya nos lo han dicho. Creo que Ian sabe respetar un poco las directrices de la base rítmica. O sea, ha jugado con sintetizadores, con teclados, pero los ha sabido meter dentro del concepto del grupo.
Arturo: Más para enriquecer las canciones que para cambiar el estilo del grupo. El grupo se nota que somos nosotros, Javi se nota que es él el que canta. De hecho tiene mucha más presencia la voz.
Luis: Sí, una de las cosas que ha hecho dentro de la profesionalización es subir la voz un punto por encima.
Además ahora está mucho más tratada. Hay ecos y reverberaciones que antes no había.
Luis: Empezó a utilizar elementos los cuales nosotros todo el tiempo decíamos que teníamos que omitirlos. Siempre habíamos dicho que no queríamos eco.
Arturo: La voz más seca.
Luis: En los conciertos siempre era: la voz seca, sin reverb. Y ahora mira, lo ha hecho él y es una cosa natural.
Arturo: Y estas canciones también pedían ser cargadas con más arreglos, que fueran más densas.
¿Y todo esto cómo pensáis llevarlo al directo? ¿O vais a seguir manteniendo la misma línea que hasta ahora?
Luis: Yo creo que van a seguir siendo como antes. Evidentemente en las voces sí que habrá más reverb, la guitarra estará más ecualizada, pero es un trío y al final el directo de Juventud es una cosa y el disco es otra.
Repetís portada con Coke.
Arturo: Coke es amigo nuestro de Almería de toda la vida y ya nos conoce muy bien, sabe lo que queremos y nosotros confiamos en él.
Luis: Aparte es la continuidad del grupo. Yo creo que ya no vamos a hacer nunca nada en lo que no esté Coke en el arte. Una manera de darle continuidad al grupo de una forma real.
Desde fuera da la impresión de que Juventud Juché es un pack con las ideas muy definidas, independientemente de los cambios.
Luis: La idea es esa, siempre lo hablamos desde el principio. Me acuerdo que desde el primer EP queremos intentar dar coherencia siempre al grupo, intentar mantener una línea. Aunque ahora cambie la portada y sea un tono azul, pero siempre que tenga una línea común.
En este disco las letras están mucho más trabajadas. Recuerdo que Javi decía que las hacía deprisa y corriendo, que le daba un poco de vergüenza cantarlas. ¿Sigue siendo así?
Luis: Es algo que hemos hablado muchas veces y al final se nota. En los anteriores discos sí que las hacíamos hasta en el último día en el local de ensayo. En este caso se veía que llevaba tiempo pensando en darle valor a las letras, por lo que haya pasado en su vida el último año, que iban a tener un peso importante. Al final es una cosa fundamental en los grupos de música, la letra es un elemento más. Nosotros la utilizábamos casi como un elemento rítmico, pero ahora tienen un sentido.
Arturo: También ha cogido más confianza escribiendo y cantando. Antes pedíamos que la voz estuviera escondida en los conciertos, que era lo de menos, y ahora vemos que es una parte importante del grupo.
Hay una rabia en ellas que va muy paralela con la forma que tenéis de tocar. ¿Son indisolubles la una de la otra
Luis: Lo que sigue manteniéndose es que el grupo es muy rítmico, aunque tenga más matices Y la voz, a la hora de empastarse con el resto, tiene que mantener ese ritmo. Luego la rabia va adherida a sus letras, pensamientos, lo que haya pasado en su momento vital. Pero la forma de meterlas siempre ha sido así, y a menos que hagamos otro tipo de música lo va a seguir siendo. Aunque ahora canta más, es cierto que hay partes más melódicas. Antes era una cosa mucho más en la línea pero ahora tenemos partes melódicas mucho más rebuscadas.
En la guitarra también hay mucha más melodía. Es un disco con muchos más detalles, lo escuchas dos veces y descubres cosas nuevas.
Arturo: El disco, con la producción de Ian Crause, ha ganado mucho más en dinámica. Lo anterior era más plano, lo que había y punto, y este ha ganado en profundidad.
¿Cómo vais a afrontar la gira de presentación del disco? ¿Os vais a embarcar en el mismo ritmo frenético que hicisteis con el EP de tres conciertos en la misma semana, o ya os habéis quemado?
Luis: No sé si es quemado o que ya no tenemos tanto tiempo de estar por ahí tocando. Queremos que la evolución del grupo también se vea en las giras, que ya no hagamos noventa conciertos al año y cincuenta veces en Madrid, sino que hagamos tres veces buenas en Madrid. Creo que más que quemarse o no quemarse lo que vamos a intentar es que el grupo evolucione, tocar un poco menos pero tocar un poco mejor.
Recuerdo que cuando sacasteis el primer disco decíais que no teníais más ambiciones que tocar lo que pudieráis, pero veo que la cosa ha cambiado, que buscáis algo más.
Arturo: Sí,pero al final lo que tenemos que hacer es lo mismo, sacar el disco, tocar, y disfrutar.
Luis: Es una búsqueda hacia delante en el sentido de que el grupo con el primer disco funcionó muy bien, y este segundo había que dar un paso más, crecer como grupo.
¿Sigue siendo el hobby que hacéis a la salida del trabajo?
Arturo: Sí, al final no podemos planteárnoslo como un trabajo porque no lo es.
¿Se compagina bien?
Arturo: Sí, mientras sea en fin de semana (risas). No hacemos giras de un mes por ahí ni nada.
¿Y con el resto de grupos de Luis?
Arturo: (risas) Alguna vez ha habido que cancelar alguno de última hora pero bueno.
Luis: Alguna liada ha habido, sí.
Siempre me ha sorprendido que festivales de corte más pop hayan contado con vosotros, que tenéis una propuesta más agresiva. ¿Se reciben bien esos conciertos?
Luis: Sí, la verdad es que bastante bien. Sorprendentemente, porque yo creo que el grupo no es tan fácil como parece, no creo que sea tan sencillo de escuchar. Igual como están saliendo muchas reseñas dan pie a que sea un grupo más conocido. Si lo conseguimos sería cojonudo, meterte en una liga de grupos totalmente sonoros que están en una línea diferente sería bueno para nosotros y bueno para el público. De hecho, lo que hacen los festivales es abrirte a un público al que no sueles entrar nunca.
Arturo: Pasa que nuestra música tiene una sonoridad más agresiva, bastante diferente de los grupos pop, pero luego también este disco con lo de la voz, la forma de cantar de Javi, como van las canciones, tampoco se aleja bastante del pop. Las estructuras son de canciones pop.
Siempre habéis estado un poco desmarcados del resto de grupos de la escena, aunque sea por la aparición en cierto tipo de medios o tocar en ciertos lugares.
Luis: Sí, también es la forma de entender cada uno la cosa y de las situaciones que se han dado a la hora de desarrollar el grupo. Yo estaba con el sello y supongo que eso influye a la hora de hacer promo. Luego cada uno queríamos tocar menos. En las escena somos muy amigos pero si que es cierto que va por otro camino a la hora de desarrollar el grupo. No se muy bien por qué, quizás porque nos quemaríamos mucho si tuviéramos una gira de un mes, no me lo quiero ni imaginar, acabaría en suicidio.
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