Marina Guilarte + Julio de la Rosa
Sus letras, su voz y su talento son desgarradores y tienen el don de la oportunidad. Julio de la Rosa, músico, compositor y escritor, cuenta con una consolidada y reputada carrera a sus espaldas. Comenzó sus andanzas musicales con el grupo “El Hombre Burbuja” y “Fantasma #3”, además, ha realizado la banda sonora de las películas “ After”, “Siete Vírgenes” y “Una Palabra Tuya” y, por si fuera poco, ha publicado los libros “Tanto rojo bajo los párpados” y “Diez años foca en un circo”. Este prolífico caballero, lejos de estar satisfecho con estas rotundas creaciones, se ha aventurado a publicar su nueva obra literaria, “Peaje”, y a editar su último álbum llamado “Pequeños Trastornos Sin Importancia” (Ernie). Además, ha sido nominado como mejor compositor original por la banda sonora de la película “Grupo 7”. Por si todo esto fuera poco, hace unos días concluyó la gira de su último disco. Hemos tenido la oportunidad de hacerle algunas preguntas sobre su nuevo disco y nuevo libro, y así poder aprehender tanto de su inagotable e inabarcable talento. ¿Qué os podemos decir? Sus respuestas, inteligentes y claras, nos han hecho ver que es uno de esos genios que, lejos de parar en seco, avanza con paso lento, pero con astucia y claridad. Alguien a quien tener en cuenta y seguir, aunque el castellano no sea vuestro idioma “it” o sólo leais autores “beat”. De La Rosa dará mucho más que hablar. Estaremos atentos a sus astutas palabras.
¿Cómo haces compatible el componer discos, bandas sonoras y el ser novelista? Haciendo siempre una cosa después de otra. Me aburro con facilidad, lo que parece ser un trastorno muy típico de estos tiempos, según los terapeutas: el miedo al aburrimiento. Y una de mis formas de encontrar la diversión es ésta, porque para mí son todas la misma. El caso es que cada vez que termino un proyecto, el cuerpo me pide cambiar un poco. Si hago veinte canciones para un disco, una vez hecho el disco no me apetece seguir haciendo canciones, así que acepto una banda sonora o bien me pongo simplemente a escribir, a hacer fotos en mis ratos libres, e incluso papiroflexia. A veces, incluso, escucho música, leo libros, veo películas. Fuera de bromas, creo que todo está bastante relacionado. Empecé haciendo canciones, y las canciones se componen de música y palabras. Así que tiene cierta lógica que la música, sin palabras, haya acabado en películas, y que las palabras, sin música, hayan acabado en libros.
¿De qué va “Peaje”? ¿Cómo la definirías? ¿Cuáles han sido tus influencias literarias? Bueno, es una novela cargada de humor sobre temas tan melodramáticos como el amor y la muerte. Básicamente es un invierno en la vida de un trabajador de un peaje; todo transcurre ahí, en su cabina y alrededores, pero principalmente dentro de su propia cabeza. ¿Qué hace la gente para ser recordada después de muerta? ¿Y por qué hace lo que hace? Lo dice alguien que no tiene ningún interés en ser recordado. Se entretiene leyendo los obituarios de los periódicos, que son sacados de la prensa real, y va sufriendo una doble historia de amor, una platónica y otra terrenal. Mientras, y cada vez que tiene que soltar su manida frase de ‘Seis cuarenta, por favor’, aprovecha para charlar con todo aquel que se para en su cabina a pagar el dichoso peaje (‘pagan para entrar en su propio pueblo’), con lo que la novela acaba convirtiéndose, casi, en un libro de retratos. Retratos que él imagina y va confirmando en cada una de sus interpelaciones.
¿Cómo te has sentido tras la nominación por la banda sonora de “Grupo 7”? Muy contento, tanto por mí como por todo el equipo: han sido dieciséis nominaciones a la película, y la alegría la estamos viviendo en grupo. Dudo que le den un Goya a una banda sonora no sinfónica, pero bastante es que la hayan nominado. Una puerta abierta a la posibilidad de musicar películas evitando la herencia del cine clásico norteamericano. Que ya es hora.
¿Por qué el título de “Pequeños Trastornos Sin Importancia“? Cada canción cuenta una relación (de pareja, de amistad, de lo que cada uno quiera) en la que, detrás, se esconde un trastorno de personalidad. A veces dos. La mayor parte de las canciones de amor y desamor existentes hablan, en realidad, de trastornos de personalidad. Ya sean transitorios o permanentes. Fíjate, por ejemplo, en “With or without you”, de U2: ‘no poder vivir ni contigo ni sin ti’ es la principal característica de los pasivo-agresivos y de los esquizoides cuando tienen una relación. Quería dejar claro de que iba el disco en el título, pero al mismo tiempo, la palabra ‘trastorno’ me parece demasiado grande para lo que quería contar: todos estamos trastornados, y no pasa nada. Pero no está de más saber qué nos pasa para intentar mejorar nuestras relaciones un poco.
¿Qué te inspiró a realizar una portada así? ¿Es por algo en especial? Me interesaba lanzar una pregunta: ¿Qué es un trastorno? Y en esta foto hay cuatro posibles trastornos. El de la chica que se cree un perro; el del chico enamorado que, por hacerla feliz, la lleva con una correa; el del gato, que ve fantasmas: piensa que la chica es un perro y se asusta ante tal visión. Pero el que me resulta más interesante es el posible trastorno del que mira. Del que mira la foto. El trastorno del que ve una actitud machista en el chico, en el trastorno de quien ve que la chica le hace un flaco favor al feminismo, el trastorno de quien sólo es capaz de ver una relación de dominación-sumisión, el trastorno de quien entiende la portada pero no la ve políticamente correcta, el trastorno del que ha perdido su sentido del humor y está atrapado en las convenciones sociales de nuestro tiempo.
Para la realización de este álbum, que tiene frases tan contundentes y punzantes como “Quiero que te escueza tanto que te quieras arrancar la piel / Que la herida nunca cierre, que la sal te ayude a comprender / Que lo sufras / Que ya es hora / Y si escuece / Que te jodan”… ¿Qué es lo que tenías en la cabeza cuando lo hiciste? ¿tus canciones son autobiográficas? No son autobiográficas, pero no dejan de serlo. Y me explico. Cuando quieres escribir algo tienes que aferrarte a sensaciones propias. Nunca he sido una chica, pero si quiero escribir sobre una chica con un trastorno de personalidad histriónico tengo que sentir las veces que yo he podido comportarme así, y ponerme su piel hasta ver que podemos tener en común esa chica histriónica y yo mismo. Todos mentimos mientras contamos una verdad.
Tus influencias musicales para este nuevo álbum, ¿cuáles han sido? Supongo que tuve en la mente ciertas actitudes de, entre otros, A Silver Mount Zion, que en directo son de lo mejor que he visto. Claro que su propuesta es infinitamente más apocalíptica, desgarrada y hermosa que la mía.
¿No tienes miedo a que te tachen de despojado machista sentimental por este nuevo álbum? Llega un punto de coherencia en tu vida en el que te empieza a dar igual lo que piense la gente que te da igual lo que piensa. Y perdón por el trabalenguas.
¿Cómo ha sido colaborar con gente como Xoel López, Havalina, Anni B. Sweet, Bunbury, etc? Sorprendente ver lo poco necesario que puedes llegar a ser en tus propios discos (risas). Podría haber puesto a cantar a Enrique, a Xoel, a Miren, a Ainara o a quién fuera durante todo el disco, y habría funcionado igual; o mejor, quién sabe.
A la hora de definir tu música, ¿cómo lo harías? Hay mucha gente a la que le gusta tu música a pesar de que no sientan predilección por el indie castellano. Porque hay gente que se da cuenta de que no soy ‘indie’. El tema de las etiquetas puede servir para sintetizar y facilitar cierto trabajo en un mundo plagado de información, pero también puede llegar a ser contraproducente. A mí me han llamado indie, poeta maldito, cantautor mediterráneo… Podría continuar. El día que me llamen por mi nombre empezaré a pensar en la justicia poética. Mientras, seguiré sorprendiéndome (unas veces riéndome, otras apiadándome, otras odiando) ante todo aquel que no sea capaz de pensar por sí mismo.
¿Cómo fue el último concierto en Sevilla de la gira del álbum “La herida Universal”? Muy bonito, la verdad. Me gustó, no sé qué más decir.
Tus planes a largo y corto plazo. A corto, terminar la banda sonora que ando haciendo, presentar el disco, presentar la novela, ir a los Goya, hacer entrevistas, hacer la compra, recoger la ropa del tendedero. A largo, la muerte.
16 de febrero de 2013 a las 1:59
Si te gusta la música y obra de Julio de la Rosa, te recomendamos leas su libro ‘Vacaciones’, escrito a dos manos con Adriana Schlittler Kausch, editado por Ultramarina C&D (España). ¡Todos los libros son hechos uno por uno: son únicos!
Envíos a toda Europa: http://www.tiendaultramarina.com/category.php?id_category=41
Saludos del Equipo PLACA