JOSÉ DURÁN, DISEÑADOR DOMINICANO

Versión larga de la entrevista a José Durán, diseñador dominicano residente en Nueva York, publicada en el número de noviembre 2011 de Neo2*

En un contexto en el que el artificio es el rey, la mirada nostálgica de José Durán, diseñador de 28 años, rescata la belleza del pasado.
Hay algo grande en la moda posmoderna, y es su eclecticismo. Ese “todo vale”, su infinito abanico de universos estéticos, su capacidad para retomar, revisitar y subvertir los hitos de cada década (e, incluso, mezclarlos en un mismo look), las inagotables posibilidades estilísticas de las que el ser humano dispone para la elección de aquella que mejor case con su personalidad y, por qué no, con la imagen que quiere transmitir a los demás. Sólo en el siglo 21 podían coexistir trendsetters tan dispares como Zooey Deschanel, Agyness Deyn u Olivia Palermo, y sólo ahora resulta verosímil imaginar el pin up 50´s de Dita Von Teese, el trash-punk de Alice Dellal, el surrealismo de Anna Dello Russo y el lady naif de Alexa Chung compartiendo first row y confidencias en la semana de la moda de Nueva York, la cuna de las tendencias por antonomasia. Hoy, y sólo hoy, puede un diseñador independiente dar salida a la totalidad de sus pulsiones creadoras sin morir en el intento, y mantener sus señas de identidad renovándose temporada tras temporada. Es la apoteosis de la libertad creativa.

Y es de esta libertad de lo que ha hecho uso el joven diseñador José Durán en su colección para el otoño-invierno 2012. Si hace dos temporadas hacía alzar unas cuantas cejas con su propia visión de la estética grecorromana, hoy su mirada se posa sobre el trabajo de los mineros (hombres y mujeres) en las hacinadas e insalubres fábricas de la segunda Revolución Industrial. La deconstrucción, el efecto envejecido y el uso de materiales naturales, como el algodón, el lino o el tergal, son los pilares sobre los que Durán construye una estética deliberadamente andrajosa y anárquica, con una casi total ausencia de estampados en prendas largas, holgadas y frecuentemente asimétricas. Túnicas, pantalones de pata de elefante, abrigos de tweed arrugados y deshilachados deudores de la estética de los vagabundos, maxifaldas (para ella y para él) que barren el suelo, etéreos vestidos de una sola pieza que envuelven libremente el cuerpo, grandes retales de tela torpemente arrebujados y anudados a la cintura, chaquetas ultra-cropped que dejan el torso al descubierto, finas tiras que caen en cascada sobre la espalda, T-shirts básicas y bermudas y shorts que dejan al aire unas rodillas manchadas de hollín y un maquillaje prácticamente imperceptible, con la única concesión de acentuar las ojeras. Una colección de nostálgico encanto en perfecta consonancia con el misterio que respira su lookbook, cuya esmerada producción recupera la apariencia analógica y la textura borrosa, amarillenta y manoseada de la fotografía antigua.

Inicios: Desde pequeño me ha gustado vestir diferente a los otros chicos, aunque durante mi primera época viviendo en Estados Unidos (me mudé con mi familia cuando tenía 8 años) era mi madre quien compraba mi ropa y eso me impedía elegirla yo mismo, algo para lo que tuve que esperar hasta que nos asentamos en Nueva York. Fue entonces cuando definí mi propio estilo, con prendas extrañas y hasta estrafalarias, al margen de las tendencias de turno. Ya en la universidad, cuando estudiaba Relaciones Internacionales, una profesora me convenció de que yo era diferente y creativo y me animó a probar suerte en el diseño de moda. La decisión fue difícil, pero finalmente opté por dar ese nuevo rumbo a mi vida.

Otoño-invierno 2012: Me inspiré en las mujeres mineras de principios del S. XIX. Eran mujeres fuertes y decididas, pero llegó un momento en que se les prohibió trabajar en las minas, a lo que ellas respondieron vistiéndose con prendas masculinas para ocultar su feminidad y poder seguir con su labor. Eso explica el espíritu andrógino y unisex de la colección.
Lookbook: Me documenté sobre la vestimenta de las mineras con el material gráfico procedente de varias bibliotecas de NY, y cuando conocí el trabajo de los fotógrafos Ned y Aya me di cuenta de que eran perfectos para firmar la campaña. En cuanto al casting, buscaba algo exótico y cool, y quedé cautivado por la belleza serena y melancólica de esta modelo asiática: su mirada triste encajaba al dedillo con la sensación de esfuerzo y sufrimiento que quería transmitir, como reflejo de su lucha por la manutención de sus familias.

Nueva York: Es una ciudad mágica, muy creativa y llena de oportunidades para la gente persistente y con talento. Eso no quita que me guste viajar: viví en París durante un año y siempre vuelvo a mi pueblo natal, Moca, en República Dominicana, para trabajar en mis creaciones.
Estilo: Es algo personal que todos tenemos, pero que muchos temen sacar a relucir.
Revistas de moda: Son básicas para disfrutar de sus editoriales y ponerse al día respecto a nuevos diseñadores. Mis preferidas a nivel internacional son V y W, y en España H Magazine, ¡y Neo2, por supuesto! Mis amigos de España me tienen al tanto de lo que se cuece en cuestión de revistas españolas.

Negocio: Todo en la vida es un negocio de una forma u otra. La moda es un negocio mayúsculo. Sin él, ésta no existiría.
Influencias: Antes de lanzarme como diseñador conocí al pintor americano Kehinde Willey, un artista enorme del que aprendí mucho. Sobre todo, me instruyó en las fases de inspiración e investigación del proceso creativo, comunes a tantas disciplinas artísticas.
Recomendaciones: El libro Arte Joven Dominicano, del diseñador editorial Orlando Isaac, una obra muy inspiradora sobre la cultura y el talento que hay en nuestra pequeña isla.
Logros: El mayor es seguir adelante en el mundo de la moda, algo en lo que he invertido muchos años y sacrificio. Pero esto es sólo el comienzo…
Futuro: De aquí a cinco años estaré viviendo en París, viajando por los cinco continentes, creando bellas colecciones y mostrando al mundo que todo es posible en esta vida.

Fotos: Ned and Daya / Estilismo: Vava / Maquillaje + Pelos: Agata Smentek / Joyería: Gabriel j. Shuldiner & Simón Alcantara / Zapatos Mujer: Montana Rader / Tocados: Ashley Lloyd / Modelos: Charlene d Ford NYC + Kaan Tilki d Red NYC
*Nota del editor: la publicación integra del texto es mi regalo de navidad a Carmen Cocina