La marca referencia de destilados repasa sus más de dos siglos de historia con su nuevo packaging. Una absoluta pieza de coleccionista.
Desde tiempo inmemorial el whisky J&B ha permanecido en la retina de nuestro ojo más cinéfilo. En ‘Aeropuerto 77‘, M. Emmet Walsh se lo daba a beber a Lee Grant. Dos años después y en un remake, Robert Wagner reposaba tranquilamente con una buena copa del destilado. Mientras en ‘Desayuno con Diamantes’ reposaba en bandeja de plata, Dustin Hoffman lo utilizaba para ahogar sus penas en ‘Kramer vs. Kramer’, Maria Schneider lo bebía en su ‘Último Tango en París’ y el impoluto Christian Bale lo pedía, muy educadamente, en una de las últimas escenas de ‘American Pshyco’. J&B ha permanecido en nuestra cultura desde hace 262 años en los que se ha convertido en bebida de reyes, aristócratas, pintores, bandas de gansters, trabajadores a tiempo partido o cualquier persona que quisiera un buen trago de whisky. Ahora y en absoluto guiño a toda su historia, la firma presenta su nuevo ‘gift pack’ en formato cubo y a la venta en grandes superficies a mediados de octubre. El presente y pasado de J&B, a través de los 12 diseños que cubrirán en edición limitada (78.000 unidades) este estuche al que auguramos un absoluto puesto ‘top ventas’ las próximas Navidades.
