Llega la primavera y con ella la luz, los colores y la exposición “Cosmic Nature” de la archiconocida genia de los lunares Yayoi Kusama en el Jardín Botánico de Nueva York, que fue retrasada por la pandemia y se inaugurará esta primavera.
En 2019, el Jardín Botánico de Nueva York situado en el Barrio del Bronx, anunció la exposición de Yayoi Kusama titulada Kusama: Cosmic Nature, en la que se presentaría su primera instalación participativa, destinada a cambiar con las estaciones. Desgraciadamente, la exposición se canceló como casi todas nuestras “vidas”, y las estaciones cambiaron. Vimos pasar la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Ya de nuevo en primavera, vacunas, esperanzas renovadas y directrices de la Covid-19 mediante, Cosmic Nature abrirá finalmente sus puertas el 10 de abril.
Foto portada: YaColección de la artista
Cortesía de New York Botanical Garden
Una buena noticia para los aficionados a los selfies con piezas de arte de atrezo en sus instantáneas, la exposición, con nuevas consideraciones sobre las pautas del coronavirus, se inaugurará el 10 de abril en el maravilloso y denso New York Botanical Garden (NYBG). Un oasis de plantas y bosques en medio de la ciudad de los rascacielos. Donde las entradas se limitarán a un 33% de capacidad en los espacios exteriores y a un 25% en los espacios interiores. Y estará en display durante dos estaciones y media, hasta el 31 de octubre de 2021.
Habitaciones infinitas
La muestra incluirá una nueva iteración de las icónicas Infinity Mirrored Rooms de Yayoi Kusama. Estas habitaciones infinitas, sea donde sea que se exponen, y de un tiempo acá —desde el estallido instagramer— presentan más restricciones para su visita que la Gioconda en el Louvre. No en vano se tuvo que implementar una regla de selfie de máximo 30 segundos para evitar que la gente se acumulara haciendo fotos.
Infinity Mirrored Room- Gleaming Lights Of The Souls,2008, vía David Zwirner Gallery
Infinity Obsession at Room – en el MALBA – Fundación Costantini (2013), vía David Zwirner Gallery
Sin ir más lejos, prevemos un nuevo hit, la pieza comisionada por el NYBG, Infinity Mirrored Room – Illusion Inside the Heart (2020). La obra adopta la forma de un cubo de cristal con lados de espejo que reflejará los jardines que la rodean. La idea es que los espectadores puedan entrar en la pieza, aunque de momento, como todo esta regido por el avance imparable del virus, se podrá ver desde el exterior.
Yayoi Kusama en Infinity Mirrored Room, Love Forever, 1966, vía David Zwirner Gallery
Además Yayoi Kusama revelará su fascinación por el mundo natural, que comenzaría en su infancia con los invernaderos y viveros de semillas de su familia. Las espectaculares instalaciones del inmenso jardín presentarán piezas como Himno a la vida – Tulipanes (2007), Jardín de narcisos (2016).
La ascensión de lunares
Sin lugar a dudas, el botánico es un lugar propicio para los árboles envueltos en tela de lunares de su pieza Ascensión de lunares en los árboles que se presentó en ya 2016 y que aquí estarán repartidos por los más de mil kilómetros cuadrados de terreno que posee el jardín.
Ascensión de lunares en los árboles, Estocolmo, 2016. Colección de la artista
Ascensión de lunares en los árboles, 2018 vía NYBG
También forman parte de la exhibición materiales de archivo inéditos de los años 1960 y 1970, y muchas otras instalaciones florales que debutarán en forma de monumentales esculturas.
Izq: Yayoi Kusama en su estudio en Nueva York. Der: Show de moda en el estudio de Yayoi Kusama en Nueva York. Ambas 1968, vía David Zwirner Gallery
Lunares sanadores
A sus 91 años, Yayoi Kusama, “la princesa de los polka dots (lunares)” ha convertido su obsesión en arte. La pequeña Yayoi sufría alucinaciones tanto visuales como auditivas desde niña. Pintaba lunares de forma compulsiva que la ayudaban a sobrellevar estos extraños sucesos. Esos mismos patrones que la atormentaban, acabarían cubriéndolo todo hasta comenzar a “borrarla” a ella misma. Por eso sus en sus instalaciones ella aparece mimetizandose con los ciruelos que envuelven todo. Según ella misma cuenta, el convertir en arte su obsesión, “salva su vida” del final trágico al que estaba predestinada.
Dots Obsession – Day, with Kusama and Pumpkin, 2010. Cortesía Ota Fine Arts, Tokyo/Singapore/Shanghai; Victoria Miro, London; David Zwirner, New York © YAYOI KUSAMA
The Obliteration Room, 2002-present, vía David Zwirner Gallery
Dot Obsession, 1998, vía David Zwirner Gallery
Y es que ya en el pasado abril de 2020, Yayoi Kusama compartió un poema ante la pandemia de coronavirus, instándonos a “superar nuestra infelicidad” y “luchar contra este terrible monstruo” via hermandad, amor, luz, esperanza y fe en el futuro.
Yayoi Kusama para Louis Vuitton – Selfridges, 2015