El original torneo de fútbol Jägermeister Deer Match debuta y triunfa en Madrid por goleada
Nosotros ya habíamos asistido en Barcelona a la primera edición de este original torneo de fútbol, donde todos celebramos el importante papel de Jägermeister en la historia del balompié. El capítulo protagonizado por nuestro licor preferido se remonta a hace más de 40 años, cuando Jägermeister se convierte en la primera marca en patrocinar a un equipo de fútbol. El afortunado fue el mítico Eintracht Braunschweig de la liga alemana, un equipo que puede presumir de haber tenido en sus filas a Paul Breitner y, probablemente, la camiseta más molona de todos los tiempos con el logo de Jägermeister impreso en todo el pecho. Esa tipografía gótica, tan de moda, y la cabeza de ciervo, enmarcada en un círculo, la convierten en un objeto de culto para los amantes del fútbol, las tendencias y el diseño gráfico. Vamos, que por nada del mundo nos hubiéramos perdido esta cita. Y menos después de haber vivido la fantástica primera edición de Barcelona hace un año y que en su momento también os narramos en este post.
La segunda edición de Jägermeister Deer Match se acaba de celebrar en Madrid. Y como buenos hinchas, casi todos los aficionados fuimos juntos en autobús, desde Plaza de España hasta Vallecas, uno de los barrios con más solera futbolística de la capital. Allí descubrimos un campo con mucho encanto, el de Nuestra Señora de la Torre. Uno de los porteros del recinto nos cuenta que se construyó en 2003 y que desde entonces es el feudo y observador de las jóvenes actividades del Rayo Vallecano. Bueno, en realidad había 2 campos. Uno estaba reservado para las juventudes rayistas, lo cual daba un carácter muy auténtico a esta especial jornada futbolera. Y el otro era para los amigos del ciervo (nosotros).
Debo admitir que me hubiera encantado ser uno de los 56 jugadores que saltaron al terreno de juego, uno por cada ingrediente de la receta secreta del famoso licor alemán. En total competían 8 equipos formados por periodistas, promotores de festivales, bandas del roster Jägermeister y amigos de la marca, todos lucían unos uniformes súper chulos, rollo años 70, década en la que la marca patrocinó al Eintracht Braunschweig. Además, bautizaron con nombres muy totales a sus equipos. Por ejemplo, el Spartak de Malasaña, el Atlético de Wölfenbuttle o el Sporting de la Nit.
El torneo fue heavy, todos los jugadores defendieron sus colores sobre el terreno de juego como si de una competición profesional se tratase, bueno, pero con mucha más deportividad y compañerismo. Todos merecían ganar, la verdad. Mientras ellos lo daban todo y sudaban la gota gorda, yo le explicaba a un fotógrafo, colaborador habitual de Neo2, lo que era un fuera de juego con una sabrosa costilla en una mano y en la otra un Ginger Deer -un fantástico cóctel con Jägermeister, ginger beer y zumo de lima-.
Yo, al igual que los buenos jugadores, me coloqué estratégicamente, y lo hice en un banco a la sombra -hacía una solana importante-. A un lado tenía el terreno de juego y a otro el escenario. Sí, también había música en vivo. Es lo bonito de este torneo, que además de fútbol, también hay barbacoa, djs sets y conciertos.
La banda sonora de la jornada estuvo encabezada por 2 representantes del programa Jägermusic: comenzaron los bilbaínos Vulk, todo un descubrimiento hay que decir, menudo directo se marcaron estos chicos. Después fue el turno de Kaixo, quien mantuvo el nivel muy arriba con sus rimas transgresoras, uno de los grandes del trap nacional. Andrea Vandall y Miqui Brightside se marcaron unas buenas sesiones. Y el toque más internacional lo puso el músico británico Al Dobson Jr., dj y productor con una carrera reputada en sellos como 22a o Rhytm Section, de hecho su fundador, Bradley Zero le define como “el J Dilla de nuestro tiempo”. Y nosotros podremos presumir orgullosos de que le vimos en Madrid, en una de sus sesiones más especiales, en la segunda edición de Jägermeister Deer Match, como cabeza de cartel. Esto es hacer historia.
Desde mi posición privilegiada pude seguir todas las actuaciones y partidos eliminatorios, hasta que llegamos a la gran final. Yo habría apostado que ganaba el Spartak de Malasaña. No sé, el nombre prometía mucho. Sin embargo, los que mejor demostraron su valía en el terreno de juego fueron otros 2 equipos: el Shalke 56, formado por periodistas de diferentes medios, y el conjunto, llamémosle local, integrado por miembros del equipo de marketing de Jägermeister. ¿Quién ganó? El trofeo se lo llevó el Shalke 56 tras imponerse por un 5-2 a su oponente. Lo bueno es que todos terminamos celebrándolo con unos ice cold shots (chupitos helados a -18ºC).
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