En un claro de la densa vegetación que crece a las afueras del municipio chileno de Futrono, delimitado al norte por unos cerros envueltos en niebla y al sur por las mansas aguas del lago Ranco, se alza Humo House, obra del estudio Iván Bravo Architects.
Ideado por el arquitecto Iván Bravo y el arquitecto asociado Martín Rojas, el escultórico diseño de esta casa de vacaciones se caracteriza por su caparazón compacto, completamente revestido de madera, que cambia de apariencia en función del punto de vista desde el que se observa. Las fachadas sur y oeste revelan un cubo perfecto de once metros de lado. En cambio, los alzados norte y este sacan a relucir su angulosa geometría, derivada de los dos faldones de cubierta que descienden hasta confluir en el alero protector de la puerta de entrada, hábilmente camuflada en la belleza rústica de la envolvente.
“La atmósfera del lugar siempre nos hizo imaginar la obra como un objeto parco, que diera la sensación de haber estado allí desde hace tiempo”, revela Iván Bravo, fundador del estudio. Esta poética da origen a los fuertes lazos que Humo House establece con su entorno natural inmediato: la amplia parcela de 10.750 m2 de la vivienda, donde concurren un sinuoso camino de grava, dos pequeñas lagunas, un riachuelo y un variopinto cúmulo de árboles. “El pequeño bosque entre la casa y el lago se compone principalmente de arrayanes y lengas. En la zona de acceso, se encuentran algunos nogales y manzanos. Y, en el resto del terreno, crecen árboles de especies típicas de la zona, como el coihue, el mañío y el canelo”, detalla Bravo.
El tono grisáceo realza las vetas naturales de la madera y se funde con el paisaje de cerros envueltos en niebla
El rotundo lenguaje de la madera consolida la singular estética atemporal de esta arquitectura. “Nos parecía que la utilización de un único material permitía entender las relaciones de la obra con mayor claridad. Es un proyecto que, por sus lógicas espaciales y formales, necesitaba cierto silencio en su acabado”, cuenta Bravo. Una expresión serena que los arquitectos han logrado con madera de pino procedente de aserraderos locales. Su peculiar textura y abanico de tonos se debe a que “cada tabla fue teñida de manera individual antes de ser instalada, por lo que el color de cada una de ellas es ligeramente diferente. Además, hemos utilizado la parte exterior del tronco, que es áspera y propensa a tener imperfecciones, pero por la misma razón es la más adecuada para estar expuesta a las condiciones climáticas de esta zona, que pueden llegar a ser duras”, afirma Martín Rojas.
La aparente sencillez material se vuelve compleja a nivel estructural, donde entran en juego tres materiales: la madera, el acero y el hormigón. “La estructura principal es un esqueleto de vigas y pilares de acero en el que se inserta un framing de madera. Y los forjados de cada piso están construidos con una delgada losa de hormigón dispuesta sobre la estructura de madera”, explican los arquitectos.
El interior de Humo House descubre los inclinados planos de la cubierta en toda su magnitud
Los 185 m2 de la vivienda se organizan en tres niveles, pensados para acomodar tanto a la pareja de propietarios como a sus invitados. La planta baja alberga las áreas comunes en un espacio diáfano, donde la cocina-comedor se abre a una sala de estar de triple altura. Esta decisión de diseño permite potenciar la monumentalidad de la estancia, concebida como el corazón del hogar, y a la vez mostrar los planos inclinados de la cubierta en toda su intensidad. En la pared, unos ventanales de suelo a techo orientados a poniente enmarcan el paisaje, proporcionando abundante luz natural hasta las últimas horas del día. En esta planta más pública se ubica también una habitación de invitados con baño, a la que se accede directamente desde el vestíbulo de entrada.
Los actos de preparar y degustar la comida se dan la mano en el centro de la cocina-comedor, donde se distingue una estufa de leña anexa a la colosal mesa diseñada por los arquitectos. Su largo tablero, con placa de cocina integrada y apoyado sobre una ligera estructura de acero, ha sido fabricado con la exclusiva madera del tronco de un alerce caído en los alrededores. “Este árbol está actualmente protegido en Chile porque de esta especie son algunos de los ejemplares más antiguos del hemisferio sur. La madera es de una calidad increíble y se presenta en grandes dimensiones. Solo es posible usarla cuando cae de manera natural, así que tuvimos mucha suerte”, asegura Rojas.
El mobiliario diseñado a medida se convierte en parte de la arquitectura
Los dos dormitorios principales se acomodan en la primera planta, uno para ella y otro para él, conectados a través de un corredor. Los arquitectos cuentan que el objetivo era diseñar una zona de noche íntima, pero al mismo tiempo independiente, en la que cada miembro de la pareja pudiera tener su propio espacio. Y es que era la primera vez que iban a vivir bajo el mismo techo, ya que, en la capital, Santiago, situada a diez horas conduciendo hacia el norte, ambos tienen su domicilio permanente en la misma calle, pero residen en apartamentos distintos.
Los tres niveles de la vivienda están conectados por una escalera en L, abierta a la triple altura de la sala de estar y coronada por un lucernario. La segunda planta se reserva para el cuarto de estudio, donde los aristados techos, inclinados a 45 grados, cambian abruptamente de altura, llegando incluso a alcanzar los cinco metros. Y también acoge un dormitorio adicional con baño.
La decoración de Humo House es espartana, despojada de todo objeto fútil, de modo que la materialidad de la madera teñida se convierte en la protagonista de los interiores. Los arquitectos ocultan el almacenaje en el espesor del perímetro para aprovechar al máximo el espacio. Y es que, como precisa Rojas, “los armarios, las estanterías y los gabinetes están hechos con la misma madera teñida, por lo que no hay realmente una diferencia entre lo que es arquitectura y lo que es mobiliario. Todo está integrado en esa idea de proyecto total”. Así es Humo House, un hogar insólito para disfrutar en calma de la naturaleza del sur de Chile.
—–
Créditos de Humo House:
Arquitectura: Iván Bravo Architects
Equipo: Iván Bravo (arquitecto), Martín Rojas (arquitecto asociado), Juan Oyarzún (colaborador)
Ubicación: Futrono, Chile
Finalización: 2023
Superficie del terreno: 10.750 m2 (terreno), 185 m2 (vivienda)
Programa: Vivienda unifamiliar
Ingeniero estructural: Pedro Bartolomé
Contratista: Erik Torres
Fotografía: Marcos Zegers (imágenes: 4, 7 y 8), BARO