Uno de los últimos trabajos de Isern Serra y Sylvain Carlet ha sido la reforma y el interiorismo de Orvay, una vinoteca en la rambla del Born.
Isern Serra (Barcelona, 1981) y Sylvain Carlet (París, 1974) se conocieron trabajando en el estudio de Antoni Arola y se establecieron por su cuenta cuando empezó la crisis. Desde entonces hacen proyectos de interiorismo, instalaciones expositivas e incluso diseño de producto. Tienen una forma curiosa de trabajar, y es que aunque son socios y por lo tanto comparten proyectos, cada encargo es liderado por uno de ellos. “Cada uno tiene su web y los trabajos se ejecutan de una manera común. El que lo lidera lo va resolviendo más a su manera, teniendo en cuenta al otro, pero tomando la última decisión para no entrar en esos bucles infinitos” nos comenta Isern. Este sistema hace que no necesiten un nombre común de estudio, aunque sí comparten un espacio de 200 m2 en el zona 22@ de Poblenou, Barcelona.
Orvay: Oximoron en el Tiempo
Uno de sus últimos trabajos ha sido la reforma y el interiorismo de Orvay, una vinoteca en la rambla del Born. “Su dueño Vicente Orvay, de aquí el nombre, tiene una tradición familiar en la hostelería tanto en Ibiza, su isla natal, como en Barcelona. Su concepto era traer platos típicos de su isla natal como la ‘frita de pulpo’, plato que me encanta, y diferentes vinos y licores para mezclarlo con platos de mercado y producto local. Durante mucho tiempo estuvimos buscando el nombre del local y le propuse Orvay porque al final era su casa y tenía esta relación directa con la isla” nos explica Isern.
El concepto del proyecto se basa fundamentalmente en el color y su relación con el vino: el tierra que hace referencia a la geografía o denominación de origen; el verde alude a los campos de viñas y las diferentes tipologías de cepas, y el rosa que evoca la uva. Estos tres colores son protagonistas de los diferentes espacios del local.
“La primera zona que es donde está la barra, sus paredes se han dejado de piedra natural y el ambiente se tiñe de un color beige, como metáfora de la denominación de origen, la tierra. Esta zona es la de degustaciones, se compone de tres mesas altas de mármol blanco de carácter escultórico, que juegan con el equilibrio entre contundencia de su base circular maciza y la livianidad de su sobre. Los taburetes escogidos son Afternoon de la firma Menu que contrastan por su ligereza de líneas con las mesas de mármol diseñadas a medida. Como idea transversal nos gustaba crear estos grandes círculos como concepto abstracto del mundo del vino. Así en esta zona el círculo se materializaba en espejo teñido de rojo donde su reflejo de color es como el mirar a través de una copa de vino tinto.
La segunda zona alude a las viñas, a las distintas tipologías de la vid con las cuales se generan los vinos, por eso se tiñe de verde a modo de color block. Esta zona además de albergar la gran estantería de vinos de tubo de hierro negro acoge también la zona de mesas, con un gran banco de roble natural que da unidad al ambiente y un gran espejo que resalta el uso del arco medieval existente, generando un nuevo espacio. Las sillas son las Result de la firma Hay diseñadas por Friso Kramer & Wim Rietveld.
Por último, la tercera zona que hace referencia a la uva, otra de las propuestas a la hora de escoger vino donde todo el espacio es de un color rosado. Esta zona más pequeña, coronada por una gran mesa de madera formada por el mismo patrón de la tablilla Punta Hungría que se utiliza en el suelo, sirve como reservado para grupos.” Nos explican desde el estudio.
El local, de 80m2, es relativamente pequeño y el precio por metro cuadrado ha sido de 1.800 €. Algo más elevado del precio medio en Barcelona que es de 1.200 a 1.300 € el m2. Pero hay que tener en cuenta que se realizó mobiliario diseñado a medida como las mesas altas de mármol o la gran mesa de madera que son piezas de carácter escultórico y además se compraron piezas de mobiliario de autor. La iluminación también ha sido un elemento clave en Orvay, ya que se tuvo en cuenta que funcionase igual de bien por la noche como por el día. Han utilizado tubos para crear líneas, neones para dibujar círculos y esferas (Anastassiades para Flos) para trazar unas geometrías que se mezclan con los elementos medievales del local y así crear un oxímoron en el tiempo.
Fotografías de José Hevia