La obra de la artista Isabel Flores plantea un universo envolvente y transitable, impregnado de colores y formas de diferentes culturas, aplicadas sobre diferentes soportes.
La obra de Isabel Flores plantea la cualidad expansiva del ornamento, mediante el cual genera espacios inmersivos, a través de la pintura fuera del marco, aplicado sobre la arquitectura, el textil, el papel, o mediante instalaciones de gran formato. De ahí, que el ornamento y la repetición, se postulen como constantes en una obra que, además de resultar impactante, cada uno de los diseños aportan un propósito simbólico, haciendo referencia a diferentes culturales como la española, la turca o la armenia.
Imagen superior: Pattern Reveal + Cartografías. Palacio Montemuzo, Zaragoza. 2022. (Fotografía: Gonzalo Bullón).
Pattern Reveal. Sala Santa Clara, Junta de Extremadura. Mérida., 2020.
A pesar de haber sido relegado a una categoría inferior por los maestros del diseño, a principios del siglo pasado, el ornamento conforma la parte central de la obra de la artista extremeña, Isabel Flores, quien lo reivindica por su capacidad de establecer diálogos sociales y artísticos.
Su obra suele incorporar patrones y diseños obtenidos de objetos y superficies encontradas a lo largo del tiempo y que componen el núcleo de sus investigaciones como artista. El uso de materiales como el papel decorativo o el textil enfatizan la cualidad decorativa de una obra, que pretende configurar la relación entre el ser, el objeto y el lugar.
S/T (Pattern to Abstraction), 2019.
Isabel Flores nos lo explica.
Neo2. Desde el 2012 que iniciaras tu proyecto, cargas a tus espaldas una gran trayectoria. Háblanos de tu práctica y de aquello que te inspira.
Isabel Flores. Al inicio de mi proyecto, Alberto Ruiz de Samaniego me planteó un ejercicio, responder a la pregunta: ¿cuál es la obra de arte que más te inspira y por qué?. Tras varios días de reflexión, respondí con el nombre de una ciudad: Estambul.
Me inspiran las cualidades del ornamento y sus significados. Fuertemente criticado y relegado a un segundo plano, el ornamento abre diálogos sociales y artísticos.
Hay muchas obras y artistas que me inspiran como Joyce Kozloff, Teresa Lanceta, Daniel Buren, Michael Lin, Almudena Fernández Fariña, Judy Ledgerwood… Contemplar o estar en sus obras. Me gusta la expresión “estar” porque, cuando veo sus obras, tengo la sensación de estar en ellas, más que de mirar sus pinturas y esa sensación me acerca a lo que siento cuando estoy en un espacio ornamentado, como por ejemplo Süleymaniye Camii, en Estambul. Esta es la sensación que quiero transmitir con mi obra. En mis instalaciones “Pattern Reveal” (Sala Santa Clara, Mérida, 2020), o “Formas e Tránsitos” (Sala Alterarte, Ourense, 2021), la mirada y el cuerpo se descentralizan y la obra abarca el espacio de manera global, el ornamento se expande del muro a la tela y viceversa.
Pattern to Abstraction. 2019.
Neo2. Tu obra suele incorporar motivos ornamentales de diferentes culturas y países. ¿Cuáles son tus influencias culturales y cómo dan éstas forma a tu arte?
Isabel Flores. Mis primeras influencias provienen de la historia de mi lugar de nacimiento, de la casa donde crecí y, que a día de hoy, es mi estudio, y sobre todo, de la experiencia de vivir en Estambul. También de estancias en Sevilla, Marruecos, Armenia, Bulgaria, etc. A partir de ahí, no he cesado de investigar en torno al ornamento, que es el motivo principal de mi obra, después viene el soporte y el medio instalativo.
El ornamento está presente en todas las culturas del mundo y al mismo tiempo es identitario de cada una de ellas, no es el mismo ornamento el que podemos encontrar, por ejemplo, en Turquía, Marruecos, Ecuador, Bulgaria o España.
Sin embargo, es un elemento capaz de traspasar fronteras y de transformarse, de funcionar conjuntamente y de adaptarse a nuevos medios, y esto se manifiesta en los diferentes soportes que utilizo: tela, muro, forja y cerámica, entre otros, donde se revela la capacidad expansiva y desjerarquizante del ornamento. También es un elemento que la crítica, especialmente desde el siglo XX, asoció a la artesanía, las artes aplicadas, el trabajo de la mujer y los procesos de culturas no-Europeas y no-norteamericanas, relegándolo a un segundo plano.
Por ejemplo, en la obra “Kaufman no durmió debajo de su edredón”, parte del proyecto “Decorar, Instalar, Decorar” que desarrollo desde 2021, se pone de manifiesto la alta carga política que adquiere el ornamento con el acto de decorar un espacio fuera del espacio “decorable” del hogar. Me interesa esta capacidad del ornamento de traspasar fronteras físicas, culturales y jerárquicas.
Pattern to Abstraction. Museo histórico de Lorena, 2021.
Neo2. ¿Cómo abordas el proceso creativo cuando comienzas una nueva obra de arte? ¿Existe un enfoque específico?
Isabel Flores. A lo largo de estos años he ido generado un archivo de formas ornamentales de lugares donde he estado, un archivo que sigue creciendo, que refleja una trayectoria y que me permite plasmar estas cuestiones en mi pintura.
Cuando me plantean un nuevo proyecto en el espacio urbano, lo primero que hago es conocer el lugar donde va a realizarse, su historia, así como el contexto social y político del momento, son fundamentales a la hora de apropiarme de uno u otro ornamento y enfocar el discurso de la obra, puesto que trabajo de manera in situ y site-specific. En el espacio expositivo, la manera en la que se genera un discurso y el planteamiento varían, también las obras, materiales y técnicas, entra en escena la instalación, hago un estudio de las características arquitectónicas del espacio y el proceso de producción requiere de un ritmo diferente.
Mi pintura se sitúa en el espacio y al combinar ornamentos de diferentes procedencias, genera un diálogo abierto que invita a la persona que se enfrenta a la obra a conducirlo.
Son procedimientos distintos porque cada lugar te exige unas cosas, lo que no varía es que una vez en producción, comienzo a aplicar las pautas del ornamento y el espacio empieza a transformarse. Acepto el error como parte del desarrollo de la obra y las variaciones reflejan el proceso manual, especialmente en la obra sobre textil, donde el proceso creativo se encuentra completamente visible en el resultado, por ejemplo en los restos y el rastro de la pintura, o las variaciones de la impresión manual, que hacen que cada obra sea única, incluso cuando utilizo técnicas asociadas a la producción de obra múltiple.
Formas e Tránsitos, 2021. Sala Alterarte, Ourense.
Neo2. A la vez que ha ido evolucionando tu carrera también lo ha hecho el formato sobre el que trabajabas. Has pasado del lienzo al muro, del papel al textil. Tu obra transita entre el espacio urbano y el espacio expositivo. En tus últimos trabajos introduces la forja y la cerámica esmaltada. ¿Hacia qué camino evoluciona tu obra?
Isabel Flores. El cambio de soporte es parte de la metodología que aplico al utilizar el ornamento, es la propia investigación teórica y práctica la que me lleva a uno u otro. Sin dejar de lado el muro y el papel, quiero seguir investigando la forja, el textil y la cerámica, mediante procesos manuales y artesanales. El contraste entre las característica de estos materiales refleja esa condición del ornamento para subvertir jerarquías de género y expandir la pintura, y me permite crear espacios envolventes y transitables, transmitir sensaciones y abrir diálogos.
Formas e Tránsitos, 2021. Colección Museo de Cáceres.
Por ejemplo, la obra “Pattern to Abstraction”, proyecto seleccionado por ArtMustang para la VIII beca Puenting en 2019, fue la primera instalación textil de gran formato que llevé a cabo.
Esta pintura, de 605 cm de alto x 1200 cm de ancho, que ocupaba el espacio de ArtMustang, interfería en la manera de interactuar con el espacio, con la pintura y con el ornamento, de todas las personas que lo utilizaban a diario. Esto lo desarrollé más en “Pattern Reveal” (2020), en la Sala Santa Clara (Mérida), donde las formas ornamentales visibles en la instalación textil y sus variaciones, se expandían sobre el muro de la sala multiplicando los puntos de vista.
S/T, 2022. Festival Muro Crítico, Cáceres.
Neo2. ¿Has considerado en algún momento el diseño de escenografías?
Isabel Flores. El camino siempre dependerá de cómo evolucione el ornamento, de qué me requiera. Pienso en las obras de una manera amplia, en el espacio y el conjunto de la instalación, de manera que la pintura y el ornamento transitan de un material a otro, de la tela al muro, la cerámica, la forja y viceversa, y también es transitable e invita a interactuar con la obra. Hacer una escenografía su-pondría un nuevo reto que me resulta interesante afrontar.
Detalle S/T, 2022. Festival Muro Crítico, Cáceres.
Neo2. Según explicas, tu obra “No es delito” (2022), surge en respuesta al texto del arquitecto Adolf Loos “Ornamento y delito” (1907), en el que este habla del ornamento como algo despectivo, vulgar y relegado al trabajo femenino. Háblanos de esta obra.
Isabel Flores. “No es Delito” es una obra creada para la II Iberoamericana de Toro, comisariada por Victor del Campo. La obra se encuentra en el Hospital de la Cruz, un espacio austero y con una historia compleja. El ornamento que compone esta pintura surge de la deformación, en una caligrafía arabesca, de la frase “no es delito” que da título a la obra. Al mismo tiempo, los vacíos que se generan de esa caligrafía son planos de color, como los que encontramos en los suelos hidráulicos.
Kaufman no durmió debajo de su edredón. 2021.
La declaración de Loos hace que el término ornamento se asocie a lo que, desde su punto de vista y contexto político y social, es impuro y degenerado.
Esta crítica hace que el ornamento se emplace en un segundo plano al considerarse primitivo, erótico, femenino y no representativo de la civilización actual. Afirmar que el ornamento no es delito es enfatizar su valor a muchos niveles. El texto que acompaña esta obra es casi una transcripción positiva del texto de Loos. El ornamento es estético, moral, inclusivo, “antideshumanizado”, “antipatriarcal” (J. Kozloff), el ornamento está lleno de sentido y significados. “No es Delito” podría interpretarse casi como un manifiesto contra la desornamentalización en el arte.
Espacio de Experimentación. 2018. Festival Dinamo, Piornal.
Neo2. Háblanos de tus proyectos futuros
Isabel Flores. Estoy trabajando de manera intensa tanto en la investigación teórica como en la práctica. Tengo proyectos en el espacio urbano y exposiciones programadas para 2023, entre ellas dos individuales, una en la Sala Vaquero Poblador (Badajoz) y otra en La Galerie Philosophique (Grandson, Suiza). En 2024 mostraré mi proyecto “Decorar, Instalar, Decorar” en la Sala El Brocense de Cáceres, un proyecto que recibió en 2021 las ayudas a la creación de VEGAP y que cuenta con el apoyo de la Junta de Extremadura para su ampliación y documentación.
Estoy realmente volcada en mi proyecto y abierta a nuevas propuestas.