Menorca ha sido la fuente de inspiración de los arquitectos de Idearch Studio para reformar los interiores de esta alegre y luminosa vivienda de 135 m², que tiene por protagonista el color verde y un robusto cedro como gran telón de fondo.
En pleno centro de Madrid, en un edificio de ladrillo visto original de los años sesenta, se encuentra este nuevo hogar que asoma al cruce de “dos calles de caracteres muy diferentes. La fachada más tranquila, orientada al sur, tiene vistas a un jardín privado con un cedro muy alto que pasa justo por delante de la vivienda. De ahí, que el diseño del ventanal del comedor fuera fundamental desde el primer momento”, afirman Joaquín Mosquera y Syra Abella, los fundadores de este estudio de arquitectura madrileño.
Y es que, lo primero que llama la atención al entrar en la agradable cocina-comedor es la majestuosidad del bello árbol que asoma tras el cristal y que puede ser contemplado desde los distintos rincones de la zona de día. Un espacio diáfano, estructurado en distintas áreas que conviven en equilibrada armonía. “Uno de los mayores retos de este proyecto fue, precisamente, la creación de estos rincones especiales en la casa”, revelan Mosquera y Abella.
Los arquitectos han sabido aprovechar el potencial de las dos terrazas para crear una vivienda en continuo diálogo con el exterior. “La terraza del comedor la dejamos abierta para el disfrute del jardín y del cedro. Y la lateral, que da al oeste, decidimos integrarla en el salón para evitar el ruido de la calle Guzmán el Bueno, que tiene mucha actividad y dinamismo. Se gana así un espacio interior adicional con mucha luz, pensado para la lectura, donde hemos mantenido el ladrillo visto de la antigua terraza como recuerdo”, cuentan los directores de Idearch Studio.
El color verde es símbolo de bienestar, abundante en la naturaleza y popular en las contraventanas de Menorca
El verde reina en los interiores en homenaje a Menorca, lugar de nacimiento de Ramón, el propietario junto a su pareja Elena de este nuevo hogar donde viven con su hija, la pequeña Eva. Por eso no es de extrañar que, desde el inicio, el objetivo fuera “traer un poco de Menorca a Madrid, algo mediterráneo y fresco”, dicen los arquitectos. Y el color está presente en las elegantes puertas metálicas de cristales translúcidos y ornamentos en forma de arcos, diseñados con: “un tubo rectangular muy fino. Los junquillos con perfiles en L son también de poca sección porque queríamos conseguir la máxima luz, limpieza visual y sensación de ligereza. La elección del acanalado fue fundamental, un guiño a los vidrios tradicionales de Madrid”, explican Mosquera y Abella.
El color verde también está presente en uno de los frentes de la cocina, fabricados con tableros de DM lacados, creando contraste con el color crudo del frente opuesto y la isla, concebida como el volumen central que organiza este sencillo y funcional espacio vinculado al comedor. Idóneo para cocinar de forma despreocupada entre sus claras paredes, donde las aguas de los yesos quieren evocar la apariencia de la piedra del marés típica de Menorca.
Idearch Studio apuesta por la elegancia del roble para realzar el acogedor ambiente de los interiores
La distintiva veta ondulada de la madera de roble aporta calidez y eleva la sensación de confort en los interiores. “Los diferentes acabados se consiguen mediante tintados o barnices. El suelo es más neutro y apagado. En cambio, el frente de la estantería y el panelado de las paredes y las puertas se realiza con un tinte que resalta su tono más intenso”, explican los arquitectos. La madera de las paredes es utilizada para lucir objetos decorativos, como sucede en las estanterías del salón. Pero también para ocultar las puertas de los cuartos húmedos entre los panelados. Ejemplo de ello es el corredor que conduce al dormitorio principal, que además da cobijo a unos prácticos armarios de suelo a techo.
El diseño del baño destaca por aprovechar muy bien sus metros cuadrados. “La creación de mobiliario a medida es fundamental y aparece en varios puntos de la casa, ya que es la manera de sacar el máximo partido al espacio. En el caso concreto del tocador, diseñamos un frente completo que pudiera integrar el lavabo, un cajón, las baldas y el espejo. Nos parecía interesante volver a utilizar en este elemento la cerrajería y la madera que ya estábamos utilizando en la vivienda”, detallan Mosquera y Abella. El blanco es el color predominante para generar mayor sensación de amplitud. Y también una atmósfera serena, que es clave para disfrutar de la tranquilidad del hogar y poder desconectar del bullicio de la capital.
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Créditos de Casa para Elena y Ramón:
Arquitectura: Idearch Studio (Joaquín Mosquera + Syra Abella)
Fecha: 2023
Situación: Madrid
Superficie: 135 m²
Fotografía: David Zarzoso
