Para encontrar belleza, relajación, desconexión y espacios asombrosos creemos que hay que irse muy lejos de donde uno vive, pero encontrar sitios con encanto a veces no hay que irse tan lejos. En este artículo te hacemos una selección de hotelitos y cabañas que cuidan el diseño y que están todos dentro de España. Lanzarote, Cantabria, La Rioja, Navarra, A Coruña, San Sebastián, Asturias, Huesca y Alicante son los destinos que te proponemos. Aquí tienes las mejores escapadas por España para un fin de semana o unas vacaciones.
Imágenes superiores Fachada en bruto e interior de Buenavista Lanzarote Country Suites
1) Buenavista Lanzarote Country Suites
Un paisaje irreal que mezcla uva malvasía y lava pétrea, algo así como vida y muerte, hace caer rendido a cualquier viajero ávido de emociones. Allí, en La Geria, tras mucho buscar y perderse encontrará el escondite de Gonzalo y Mayca Bethencourt, los anfitriones junto a sus dos perrazos. Nada parecido en una isla ya de por sí radical en su aspecto y espíritu. Entre viñas y volcanes, pasarelas de madera distribuyen unas cuantas habitaciones. Por una cara, bonito encalado rústico. Por la otra, una ruina fake. Dentro, amplitud y cierto minimalismo rural. Lo mejor está fuera, enmarcado por los ventanales estratégicos. Desde la bañera de obra, tal vez una de las mejores duchas de hotel que existen, el cielo gradúa el paisaje lunar. Más info
2) Villa Slow —> Cantabria
Otra ruina de piedra, esta vez en el Parque Natural de Valles Pasiegos, fue transformada por la arquitecta Laura Álvarez en una cabaña pasiega pero contemporánea y ecológica pensada para el alquiler vacacional. En lo alto de una colina, la casa se abre a las vistas del valle con dos ventanas panorámicas que dan continuidad en la sala de estar al paisaje verde de la finca, de dos hectáreas de terreno. En el ala este, dos dormitorios ponen la parte privada. Inundados de luz matinal, estos cuartos sencillos tienen la gracia de unos entrepisos que ganan espacios adicionales. Seduce el contraste entre la aspereza exterior y la pulcritud interior, con carpintería de castaño y mobiliario de diseño (Arne Jacobsen, Theo Ruth o la misma Laura). Más info
3) Casa Josephine —> La Rioja
Año 2006, Íñigo Aragón y Pablo López Navarro inauguran una casa-hotel en el pueblecito de Sorzano. La actual villa veraniega, con servicio de limpieza y atención pero en la que los huéspedes viven a su aire, fue la antigua casa de la abuela de Íñigo, del siglo XIX y a la que hubo que restaurar a fondo para darle ese aire mediterráneo. Muros blancos de ladrillo y adobe, maderas claras, textiles rayados, muebles pintados, baldosa hidráulica Bergasa, forja en balcones y ventanas… Y la escalera y la galería acristalada con arcadas de madera como elementos más reconocibles. Los principios de Arts and Crafts se cumplen en este trabajo lento de artesanía sentimental. Tiempo después montaron en Madrid su estudio de interiorismo. Más info
4) Basoa Suites —> Navarra
Vivir en un árbol es posible. Hacerlo sin causar impacto ya es otro cantar. Por eso, el compromiso de esta empresa pionera en los parques de aventura en árboles es poder dormir en lo más alto de un bosque sin apenas rozarlo. El robledal húmedo de Amati es una joya de gran valor arbóreo y ornitológico. Para no compactar su suelo ni desenterrar raíces ocultas es mejor ni pisarlo. De ahí las pasarelas elevadas que dan acceso a las cinco cabañas de madera, con su sistema de baño seco sin tuberías ni desagües, todas diferentes y todas muy coquetas en su sencillez bucólica. Doseles, florecillas silvestres, acabados en roble y alerce y terrazas entre las ramas para creerse pájaro por unos días. Hay que escuchar el bosque. La naturaleza se abre paso. Más info
5) Cabañitas del Bosque —> A Coruña
Proyecto en constante expansión, nace como casa y apartamentos rurales y evoluciona en forma de cabaniñas de arquitectura singular repartidas por diferentes fincas del municipio de Outes, tierra adentro de la ría de Muros e Noia. Camufladas en su entorno, algunas entre las copas centenarias de bosque caducifolio, otras con vistas a la misma ría, las cabañas se elevan sobre zancos de madera, a unos cuatro metros de altura. Líneas geométricas en el envoltorio de batea y también en los sorprendentes rematados interiores. Bien equipadas, las más lujosas cuentan hasta con jacuzzi. Pero el mayor aliciente de la experiencia es adentrarse en este refugio gallego de biodiversidad, lleno de rutas de senderismo, observatorios, arboledas autóctonas e hitos naturales como las Marismas del Tambre. Las cabañas son la mejor excusa. Más info
6) Arima Hotel —> San Sebastián
Estar en la ciudad sin notarlo del todo. Algo así se siente en este alojamiento sostenible que forma parte de la marca Senso, un concepto integrador que abraza cuerpo, mente, alimentación, descanso y trabajo y que por ahora presenta además el restaurante Misura y la cafetería Tilia en el mismo lugar, frente al bosque Miramón. Todo aquí tiene conciencia eco, desde el momento en que el diseño del hotel responde a tecnología eficiente de última generación. Alma natural en el uso de materiales y en su relación con el entorno, en las habitaciones con ventanales elevados, en sus terrazas voladas o en el lobby con fachadas transparentes. Mínima huella ambiental, alimentos saludables y alto confort. Más info
7) Hotel A Miranda —> A Coruña
De camino a Cariño, un edificio discreto se tiende en horizontal hasta integrarse en la pendiente. Es la casa de Marisa y su hotel de naturaleza, un negocio abierto en 2007 tras apenas siete meses de obra con diseño de su primo arquitecto Jorge Cao Abad. Un retiro poco convencional en esta zona de Rías Altas, un turismo rural de atmósfera actual con seis habitaciones y una suite abiertas al espectáculo de la ría de Ortigueira. La arquitectura define la ausencia ornamental: “Cuando algo está bien es bonito”, afirma el propio Cao Abad. No hay necesidad de recargar unos espacios sencillamente equipados. Tan sólo flores frescas. La baldosa de hormigón marca el ambiente social de la planta baja. Las maderas, el contacto más orgánico. Los enormes ventanales conectan con la ría y el jardín. Y la cubierta vegetal restituye lo prestado del suelo. Más info
8) Cae a Claveles —> Llanes
Otra manera de “estar” en el medio rural asturiano. Así lo quiso la artista plástica Emma Fernández Granda. Diferenciarse por el enclave y el diseño elegido. Con el macizo de la sierra del Cuera de telón de fondo, buscó un ejercicio inédito de integración con el paisaje, al menos en el Oriente de Asturias. Frente a la lógica de tipismo y tradición popular, esta guesthouse se adapta a la topografía de una finca de 8.000 m2 de La Pereda, junto a Llanes. Los arquitectos Longo + Roldán, acreedores por este trabajo del Premio Asturias de Arquitectura 2012 junto a la impulsora del proyecto, recrearon una colina nueva a imagen y semejanza de muchas otras, cuyo espacio interior se proyecta a la vegetación. El resultado bajo el techo vegetal sostenido por una losa de hormigón en forma de hélice da para vivienda, estudio de la artista y hotel. Más info
9) Terra Bonansa —>Huesca
Morros de cristal desde el pueblo de Bonansa para otear el imponente paisaje pirenaico de la Ribagorza oscense. El hotel, diseñado íntegramente por los propietarios, no está hecho más que para cuatro habitaciones, un pequeño spa y un generoso jardín. Así es su filosofía de respeto medioambiental. Por un lado, la construcción bioclimática se vale de la madera como elemento central y biomasa. Aprovecha los recursos naturales para optimizar los consumos energéticos sin renunciar a un diseño moderno. En cocina, se da valor a la proximidad, por lo que las carnes y verduras son de temporada y ecológicas. El medio se exprime sin golpearlo, y si la mera contemplación no sacia la estancia, siempre se pueden recorrer a pie o en btt los alrededores, desde el Parque Nacional de Aigüestortes a los valles de Boí, Arán y Benasque. Además, ornitología, micología y fotografía. Más info
10) Vivood —> Alicante
Conforme al paradigma de los hoteles desfragmentados y paisajísticos, el hotel Vivood es fruto del sueño aspiracional de Daniel Mayo, arquitecto experto en el diseño modular y sostenible. Más allá del pintoresco Guadalest, los barrancos se despeñan hasta el pantano. En sus terraplenes, Mayo instaló en tiempo récord y con grúas un campamento de cajas de madera y viroc negro previamente montadas en taller. También un restaurante y una piscina de borde infinito y postal salvaje. Sobre pilotes, las suites se desperdigan sin afectar ni a la intimidad ni al terreno. Antes aquí hubo un zoo de retiro de fieras hasta que las jaulas fueron sustituidas por el lujo de unas habitaciones que son todo vistas al valle y el atardecer. Entorno, emoción, encanto, exclusivo y ecológico, las premisas de un hotel visionario del futuro de la hospitalidad en la naturaleza. Más info