Ubicada en la villa alsaciana de Breitenbach (Francia), la construcción reinterpreta la tradición escandinava hytte -casa de campo- para dar lugar a un perfecto lugar de retiro y desconexión. Pero el hotel ecológico 48° Nord también sabe aprovechar las oportunidades culinarias, naturales y paisajísticas propias de la región gala.
El hotel ecológico 48° Nord nace del encuentro de dos culturas -Francia y Escandinavia-, dos pasiones -naturaleza y arquitectura-, dos hombres -Emil Leroy y Reiulf Ramstad- y, en fin, de una comunidad local muy comprometida políticamente con el enfoque eco-responsable. Se trata de una edificación paisajística en la que se combinan una arquitectura y un diseño atrevidos, un espíritu de bienestar persistente y una cultura gastronómica muy a tener en cuenta. Además, el diseño limpio de 48° Nord y las líneas de la firma evocan inevitablemente a los países nórdicos; sin embargo, la visión completa del conjunto también incluye el arte de vivir en armonía con el entorno.
Un cliente franco-danés, un arquitecto noruego, una atracción común por el diseño y los materiales naturales han constituido los componentes básicos de 48° Nord.
En este sentido, y al unir la identidad local con el paisaje a través de formas aún desconocidas en la región, el arquitecto del hotel ecológico 48° Nord supo proporcionar a su creación una expresión arquitectónica única.
El objetivo del proyecto no era construir un hotel en sí, sino componer un lugar para vivir, un hábitat para recibir a las personas y trasladarlas a un viaje sensual para experimentar un nuevo universo en un entorno natural.
Un espacio donde los huéspedes vienen a conocer gente y a disfrutar de un tiempo exclusivo para ellos mismos, ya sea para compartir una comida, un fin de semana de descanso o para caminar por las colinas y valles de los Vosgos.
A pesar de su sencillez, 48° Nord no pasa desapercibido, aunque rodeado de naturaleza, la sobriedad garantiza la integración en el panorama. A través de árboles, setos naturales, pastos silvestres y herederos del hytte noruego, 14 cabañas salpican la ladera como rocas en una pendiente, equilibrando la privacidad y la perspectiva.
Pequeñas, ligeras, discretas, simplemente se colocan en la vertiente. Construidas sobre pilotes, e incluso desmontables, de modo que el paisaje se mantiene preservado y natural, intacto.
El castaño sin tratar y de origen local -cortado en la colina frente al hotel- reviste todos los volúmenes, combinado solo con grandes aberturas de vidrio. Además, cuatro tipologías distintas componen una familia de formas con cualidades diversas: los hytte ‘Grass’, en un nivel universalmente accesibles, se agrupan cerca del edificio principal; el ‘Árbol’ y la ‘Hiedra’, altísimos y esbeltos, combinan verticalidad y vistas panorámicas. Y, por último, el ‘Fjell’, en la cima de la colina, recibe a las familias con espacios protegidos al aire libre. Se trata del hotel ecológico 48° Nord.
Los interiores son mínimos y rústicos, calificados por la madera clara, los cómodos muebles empotrados, las vistas enmarcadas y los contrastes espaciales, que encarnan a la perfección el concepto nórdico de hytte.
Al entrar en el hotel 48° Nord, se encuentra el edificio principal dedicado a la recepción, la restauración y el centro de bienestar, cuyo volumen está envuelto en tejas de castaño de Alsacia creadas en un taller de integración en Saverne.
Junto a esto, y respondiendo a la etiqueta de construcción Passivhaus, este entorno íntimo acolchado con madera oscura teñida y finamente detallado de hotel 48° Nord, se abre ampliamente al paisaje ofreciendo un espacio único de encuentro, intercambio y contemplación.
Mientras, la experiencia culinaria del hotel 48° Nord, clave entre la inspiración escandinava y las técnicas ancestrales locales, reúne sabores relevantes de la naturaleza, todos ellos procedentes de productores orgánicos cercanos y del propio huerto del hotel.
En el hotel ecológico 48° Nord, la magnificencia se redefine. Espacio, privacidad, tranquilidad, sobriedad, naturaleza y aire puro determinan el nuevo lujo, quizás convirtiéndose en la antítesis de la opulencia tradicional, de la pompa y lo superfluo.
Solos, frente al paisaje, los huéspedes de 48° Nord pueden encontrar otra esencia de belleza y bienestar tanto en los colores cambiantes de la estación, como en sus luces y sombras: en la fragancia misma de las cualidades de la naturaleza.
Para Emil Leroy-Jönsson, arquitecto paisajista y propietario de la construcción, ” 48° Nord simboliza el encuentro de mis dos pasiones, de mis dos culturas: naturaleza y arquitectura, Dinamarca y Alsacia. Me he imaginado un espacio de libertad, abierto e íntimo, donde todo el mundo pueda disfrutar de la tranquilidad del entorno. He creado un lugar para vivir, simple y amigable, que responde a mis valores profundos con un edificio ecológico, con un restaurante 100% orgánico y casero de nuestra propia huerta y de nuestros proveedores locales. Más que un hotel, el hotel 48° Nord es un universo”.
Por su parte, Reiulf Ramstad, arquitecto de Oslo (Noruega), añade que “el proyecto arquitectónico, Hotel 48° Nord, debe encontrar un denominador común a ambas culturas, desvanecerse en el lugar pero no desaparecer, y mostrar que naturaleza, ecología y modernidad no son incompatibles”.
Igualmente, Frédéric Metzger, Chef del hotel ecológico 48° Nord, también muestra su opinión: “mi cocina nace del encuentro entre la inspiración escandinava y la diversidad de productos locales. Técnicas ancestrales de ahumado o fermentación y sabores más cercanos a la naturaleza circundante forman la base de mi menú. Y desde allí, exploro. Exploro los alrededores para encontrar productos orgánicos que escasean. Exploro la naturaleza para descubrir nuevos sabores. Exploro los procesos para sublimar y conservar las materias primas. El resultado es una cocina intuitiva y creativa, inspirada en la tierra, las estaciones y los productos locales. Las posibilidades son tan vastas, los ingredientes tan de temporada y las ideas tan geniales que mi menú evoluciona según mis deseos “.
Por último, Amélie L’Homel, Gobernanta del hotel 48° Nord, declara que “hay una armonía relajante en cada espacio. Nada es superfluo y todo es comodidad y refinamiento. La madera en bruto y los tejidos suaves se complementan. Los colores responden a líneas limpias. Si los espacios son pequeños, el lugar no es menos vasto. La cálida sobriedad de la decoración deja paso al placer la vista. Y en la privacidad de su habitación, el huésped experimenta un precioso tête-à-tête con el paisaje y sus riquezas”.
Ficha técnica del hotel ecológico 48° Nord
Ubicación: Breitenbach, Francia
Finalización de la construcción: 2020
Área del proyecto: 20.000m2 de área de planificación total
Hytte de 20m2 a 60m2
Equipo de diseño: Reiulf Ramstad Arkitekter & ASP Architecture
Cliente: Emil Leroy-Jönsson
Fotógrafos: Florent Michel, Yvan Moreau, Reiulf Ramstad Arkitekter
+ www.reiulframstadarkitekter.com