Hinds vuelve con un segundo trabajo sobresaliente, más maduro y reposado pero sin perder su esencia garajera
A veces ocurre en la música, que como con el Cometa Halley, aparece un grupo que consigue atraer todas las miradas. Este es el caso de Hinds. Desde que estas madrileñas comenzasen su andadura, han copado titulares internacionales y nacionales, han estado en todas y cada una de las revistas del sector y han recibido multitud de premios.
Todo comenzó con dos amigas haciendo música y llamándose Deers. Y desde que Carlotta Cosials y Ana Perrote comenzasen a grabarse tocando en sus habitaciones, esta bola de nieve no ha parado. Un cambio de nombre y dos incorporaciones a la banda después (Ade al bajo y Amber a la batería) hicieron ¡pum! y se convirtieron en Hinds.
Leave Me Alone fue su carta de presentación en el mundo discográfico.Un debut lleno de fuerza, ruidismo armónico y cargado de intenciones. Y aunque parece que fue ayer, hace ya más de dos años.
Hoy sale a venta su segundo LP I Don’t Run y tras empezar a escucharlo, te das cuenta de que las intenciones se mantienen intactas. En este nuevo disco podemos encontrar todo eso que nos enamoró de Hinds pero pulido y elevado a la máxima potencia.
Instrumentos con sonido lo-fi, voces disonantes superpuestas, letras desenfadadas y un aura de diversión generalizada. En cada una de las canciones del disco notamos que Ana, Carlotta, Ade y Amber son amigas que tocan y se lo pasan muy pero que muy bien. Y que esa sensación no se pierda, ya que es sin duda un punto a favor que enriquece el sonido del grupo.
En este nuevo disco podemos encontrar todo lo que nos enamoró de Hinds elevado a la máxima potencia
Cuando escuchamos I Don’t Run nos damos cuenta de que es un trabajo más cohesionado y que da la sensación de menos arbitrario. Todo está donde tiene que estar, manteniendo el sonido garage rock que caracteriza a la banda. Sin duda, la experiencia y las mastodónticas giras que llevan Hinds a sus espaldas, han hecho mella en el disco para muy bien.
Para producir este trabajo han contado con un partenaire de excepción, Gordon Raphael. A muchos este nombre no os sonará de nada pero si os digo productor de Is This It, seguro que lo ubicáis. Raphael es el artífice de los primeros discos de The Strokes, es decir, estuvo presente en el génesis del nuevo sonido rock. Su mano planea sobre este largo, aportando ese empaque y haciendo crecer exponencialmente el sonido Hinds.
Pero si algo destaca en este trabajo a nivel sonido, es la mayor presencia del bajo. Ade Martín ha ganado bagaje y dominio del instrumento, logrando que este adquiera un puesto en primera linea de mezcla. Y por supuesto, junto con la batería de Grimbergen, logran una sección rítmica potente y deliciosa, que sobresale en todos los temas del disco y en especial en temas enérgicos como The Club.
Cuando escuchamos I Don´t Run nos damos cuenta de que es un trabajo menos arbitrario y más cohesionado
Canciones llenas de ritmo, se mezclan con tracks mid-tempo, hasta llegar a una de las composiciones que más sorprenden en I Don’t Run. De repente todo se queda en calma y con una grabación de lo más amateur y especial, arranca Ma Nuit. El tema, en cuya letra se entremezclan varios idiomas, es vuelta a los orígenes y una declaración de intenciones de Hinds en toda regla. La banda cierra el circulo, juntando su pasado y su presente.
I Don’t Run es un LP que supera con creces la prueba del temido segundo disco. En cada uno de sus minutos destila pasión, ganas y talento. Hinds no se han relajado y han facturado, aunque suene precipitado, uno de los mejores discos nacionales en lo que llevamos de 2018. Ahora ponte I Don’t Run, pilla una cerveza y simplemente…disfruta.
