Cine y música se combinan en el cortometraje ‘Bones In the Water’ de la mano de Wesphere y Héctor Prats.

¿Qué sería del cine sin la música y viceversa? Son el dúo perfecto en el terreno de la creatividad audivisual. Por eso, cuando el realizador Héctor Prats (@hectorpratsc) y Max Grosse de la banda Wesphere (@wesphere) nos hablaron de este proyecto, no pudimos evitar echarle un ojo. Héctor Prats es un joven realizador barcelonés de 28 años que ha hecho videoclips a mucha gente como Roosevelt y actualmente trabaja con gente como ETM y Carlota Urdiales. Max Felix Leopold Grosse Majench tiene 26 años, es mitad barcelonés y mitad berlinés y lleva años haciendo música, tanto en solitario como con su banda Wesphere con la que acaba de publicar un segundo disco: ‘no brainer 0202’.
Fruto de la colaboración entre Héctor Prats y Max Grosse nace Bones In The Water, un cortomentraje realizado por Héctor con música de Max, en el que se reflexiona sobre el ciclo de la vida y el infinito bucle en el que se encuentra atrapado el ser humano.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

 

Entrevistamos a Héctor Prats y Max Grosse sobre su proyecto cinematográfico conjunto: Bones in the waters

¿Por qué habéis querido colaborar juntos?

Nos conocemos desde hace años y siempre hemos sentido respeto y cariño el uno por el otro, pero no había surgido la ocasión. A raíz de un encuentro fortuito por las calles de Barcelona estas pasadas navidades, acabamos en un bar con nuestra amiga Marta Cruañas consolidando esta colaboración, un hecho que sería irreversible. Después de intercambiar materiales respectivos (las demos del mixtape de ‘no brainer 0202’ y el material rodado, en barbecho desde hacía un tiempo), sentimos que la unión podía florecer en una obra conjunta bonita y de valor. Cabe decir que, después de esta experiencia, nos quedan muchas ganas de seguir colaborando.

¿Qué os gusta del otro como artista?

(Max) Héctor ha realizado montones de proyectos muy diversos, cosa que me atrae mucho de un artista. Es muy agradable trabajar con él porque como director transmite mucha seguridad tratándote muy, muy bien y con una curiosidad y rigor que hacen que las cosas queden tan bien como ha quedado ‘Bones In The Water’.

(Héctor Prats) Max es un torbellino en calma que atrae inevitablemente energías creativas, a través de generar puntos de encuentro y cuestionar asuntos muy contemporáneos a la par que intemporales. Trabajar con él es muy enriquecedor y divertido, consigue tocar teclas eclécticas con las que despierta en uno lo místico, lo crítico y lo espontáneo.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

A la hora de componer la música para el corto, ¿cómo habéis trabajado?

Tanto la música como el film existían antes de llegar a unirse en este proyecto. Cada uno mostró al otro el material que tenía, y vimos claro que ambas obras tenían muchos puntos en común. Empezamos a hablar sobre la muerte, el paso de las almas hacia el más allá, y dimos con la figura mitológica de Caronte, el barquero que lleva las almas hacia el reino de Hades. Nos sirvió para unir la música, que habla del estado de tránsito y lo binario, con el viaje visual cíclico de las imágenes, retratadas por el director de fotografía Josep Pardo, llenas de misticismo y magia. Encontramos elementos simbólicos como huesos en las aguas, ojos cerrados que ven y travesías infinitas que se cruzaban entre las letras, las imágenes y el mito, y nos daban aún más pistas de lo acertado de la dirección a tomar. El elemento final para acabar de soldar ‘Bones In The Water’ fue la poesía de Luca Dobry. Luca entró a mitad del proceso y absorbió todo nuestro imaginario y lo convirtió en el monólogo interior de Caronte. Durante los meses de confinamiento hemos dado forma al cortometraje y la unión de todos los elementos hasta llegar al resultado que estrenamos.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

Para Héctor Prats, ¿Qué querías contar con el corto ‘Bones In The Water’?

Durante el trayecto, el protagonista recuerda y olvida una condición que le es inherente. Su papel, interpretado por Chen Min Kao, es el del guía, alguien que no se encuentra en una costa ni en la otra, sino eternamente transitando en medio. En un viaje de ida y vuelta, entiende que el ciclo es infinito, y que el único destino que puede aceptar es una condena funcional. Quería intentar entender cuánto de humanas, de vivas o de muertas, tienen estas figuras del imaginario colectivo que damos por sentadas e inexistentes, en las que, en algunas fases vitales, podemos llegar a sentirnos extrañamente reflejados.

¿Cómo relacionais música y cine?

Ambos tenemos muy presentes las dos formas artísticas durante el proceso creativo, de forma retroactiva. La música de Wesphere se crea de una forma cinemática, en el sentido que a lo largo de la creación de las melodías y los paisajes sónicos intentamos ser muy conscientes de las imágenes sinestéticas que nos evocan los sonidos. Paralelamente, los guiones y films en los que trabajo (Hector) toman forma a partir de un inevitable componente musical. Me resulta esencial involucrar música desde el principio del proceso, y experimentar con los patrones en los que un sonido musical, una canción o un grupo de pistas pueden afectar una película a nivel emocional y narrativo.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

Para Héctor Prats, ¿por qué elegiste a Max, Wesphere, para la música del proyecto?

Teniendo en mente el proyecto de Wesphere desde su despegue en 2014, sólo hacía falta una casualidad para unirnos. Cuando Max me pasó la mayoría de los temas que componen el mixtape ‘no brainer 0202’, todos me despertaron sensaciones particulares. Hay mucho donde escoger y reflexionar. ‘Sol’ provoca un trance místico de vibraciones. La primera vez que la escuché, casi lloro. Era perfecta. Encajaba con las vibraciones que creía que las imágenes también podían desprender, remando en una misma dirección. Ya conocía ‘Swimming deeply’ y era un hit favorito. Su flow juguetón empieza acariciando la superficie del agua y se zambulle en una meditación que consigue hipnotizar. Por último, ‘Connection’ fue de las sorpresas más recientes, y terminó de soldar las piezas, permitiendo crear interrupciones e interconexiones en la narración. El hecho de estar usando tres canciones del futuro álbum fue una elección muy consciente que tomamos con Max para trascender el formato habitual de videoclip y acercarnos a un film total, que terminó aunando cine, música y poesía.

Para Max, ¿Qué fue lo que más te gusto del corto?

Las imágenes creadas por Héctor y el equipo en el Pantà de Sau y en esa sala interior logran dar esta sensación de no saber muy en qué época o lugar están pasando. Además, me pareció muy jugoso el reto de intentar hacer un film que no fuera sencillamente un videoclip. Poder colaborar con Luca en el proyecto ha sido la guinda del pastel.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

Planes 2020.

Acabar de vivir este año, el cual no sabemos si es final o inicio de década, pero que nos ha traído muchísimas sorpresas, con toda la sensibilidad y fuerza posibles.

(Max) ¡Y deseándole a Héctor un buen viaje a Nueva York!

(Héctor Prats) Aprovechar el tiempo y las oportunidades que se presentan en formas dispares, aprendiendo y siendo conscientes de todas las situaciones que nos rodean y tomando iniciativas. Ojalá sacar adelante más proyectos así de personales (hay algunos en marcha) antes de asentarme en Nueva York durante una temporada larga. Muchas video-llamadas también, seguramente.

Tu BSO actual.

(Max) Tarta Relena, Marina Herlop, Arca, Caroline Polachek.

(Héctor Prats) Wesphere, Romare, Agar Agar, Against All Logic.

Cine y música se combinan en Bones In the Water

Para Máx, ¿qué puedes contarnos de tu banda Wesphere?

En Wesphere nos imaginamos un mundo orquestado en torno al cosmos, la emoción y la tecnología blockchain: una sociedad donde el trabajo se entiende como un proceso interno del ser y el algoritmo como su leal camarada. Con la motivación de una fuerte creencia en la magia y lo sobrenatural, partimos de lo preestablecido para ir al estudio a crear nuevo material psicodélico y de ensueño. Entendemos la música como una escultura sónica. Durante las intensas sesiones de estudio en las montañas asturianas, tallamos múltiples formas de sonido de alta fidelidad, palabras honestas, riffs emocionales de guitarra y beats sosegados. Luego volvemos a la Gotham City catalana a seguir con nuestras diversas tareas (Hello Samples, El Pumarejo, VVAA collective, MANS O, Habla de mí en presente).

¿Y de ‘no brainer 0202’?

‘no brainer 0202’ es la segunda referencia de WESPHERE. El hecho que estemos metidos en tantas otras cosas hace que vayamos publicando material a cuentagotas y que no respondamos 100% al patrón de “grupo musical”. Este segundo álbum es una recopilación de temas hechos a fuego lento entre 2013 y 2020 y funciona como una narración a través de pedacitos de alta definición de la cultura pop. Lo mejor de sacar un álbum es el equipo humano que hemos generado a nuestro alrededor. A parte de Hector y Luca hemos trabajado con artistas visuales como Luis August Krawen (para Too Much), Roman Cadafalch (para BOSS EMO y otro vídeo que saldrá a finales de mes) y con el estudio de diseño multimedia holandés Post Neon para un vídeo que saldrá en otoño y que cuenta con la colaboración del guionista británico Josh Mansell. Nos hace muy felices poder decir que ‘no brainer 0202’ es la primera referencia de Amēn Discos, el recién creado sello discográfico de nuestra sala favorita, El Pumarejo, que en los próximos meses sacará algunas referencias del underground barcelonés. ¡Shout out a María, Nico, Sandra, Juan Luis, Xavi y Pau!