Haider Ackermann debutó como nuevo regente de Tom Ford y la colección fue -justo- lo que necesitábamos ver de la casa tras la partida de su fundador.
La nueva colección Tom Ford FW25 trajo de vuelta la emoción y la vanidad que extrañábamos de los diseños de su fundador. Pero ojo, esto no es un re dux de la fórmula ganadora; sino todo lo contrario. Aquí, el lenguaje de diseño oscuro, andrógino y afiladísimo de Haider Ackermann ayudó a revitalizar la identidad de la casa con un nuevo semblante, mucho más severo y aséptico.
Tom Ford FW25. Fotos: Estrop Barcelona/ Francesc Tent.
Solo muy pocos diseñadores logran clavarla a la primera
Desde la partida de Tom Ford de su casa homónima, los diseños y la novedad estaban de capa caída. Su sucesor, y eterno segundo al mando desde sus días de regencia en Gucci intentó y falló en mantener esa grandilocuencia, vanidad y opulencia sexy en la que se había formado; por lo que se decidió tomar una nueva dirección; y una bastante radical. Aquí es cuando entra en juego Haider Ackermann, uno de los prodigios de nuestro panorama contemporáneo.
Su lenguaje de diseño, al igual que el de Tom Ford, se basa predominantemente en la sastrería. Pero, a diferencia de esta, la de Ackermann es mucho más andrógina, afilada y un tanto oscura y aséptica. Su trabajo es celebrado por insiders de la industria y celebrities rarunos por igual y no podía haber un mejor fit que este nombramiento.
Nos atrevemos a decir que la gloria de la casa Tom Ford ha vuelto para FW25, pero no como era antes. La elegancia, la sexualidad sin disculpas y el lujo absoluto se mantienen, pero ahora ese sibaritismo alegre ha quedado atrás. La esencia de la casa sigue más viva que nunca, pero ahora está traducida a un nuevo lenguaje… y nos encanta.
El debut de Haider Ackermann en Tom Ford FW25 es una de las mejores colecciones de PFW
En cuanto al concepto, la colección Tom Ford FW25 explora la idea de difuminar los límites entre lo masculino y lo femenino a través de los pilares clave de la identidad de la casa. Trajes, cuero, ante, elegancia y sensualidad son los métodos que el colombiano ha elegido para hacerlo. ¿Ha funcionado? Una ovación en pie y un abrazo de parte de su predecesor nos indica que sí; y fue todo lo contrario a lo que pasó entre él e Yves Saint Laurent hace años.
Hablando de la colección per sé, Tom Ford FW25 basa gran parte de su oferta en sastrería. Ahora, el clásico traje de Tom Ford se presenta con un corte mucho más pitillo; con las hombreras afiladas características de Ackermann y solapas mucho más comedidas. A parte de esto, el cuero también es otro de los grandes puntos, desarrollado en cazadoras biker y pantalones cortados impecablemente, con tops y abrigos al mismo nivel.
Los vestidos de Tom Ford FW25, por muy Ackermann y asépticos que sean, no dejan de enaltecer un sentido de la sensualidad elegante con aperturas y piel vista en los lugares correctos. Y, entre medias de todo esto, un poco de casual wear minimalista y trajes en colores fuertes (pero igual de fríos) ayudan a balancear tanto monocromatismo austero. ¿Es Haider Ackermann lo que necesitaba la casa? Definitivamente.
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