GRX Arquitectos interviene en el edificio Isabel la Católica, proyectado por José María García de Paredes a mediados del siglo XX en la ciudad de Granada, para transformar una de sus viviendas en dos hogares contemporáneos.
Agustín Gor, cofundador del estudio GRX Arquitectos junto a sus hermanos Álvaro y Carlos, es autor de los dos nuevos hogares que han resultado tras la reforma de una casa de 240 m² en el proyecto de vivienda colectiva Isabel la Católica nº2. El edificio, diseñado en origen por el arquitecto José María García de Paredes (1924-1990), se encuentra en una zona de Granada avivada por el contraste entre el tejido urbano de “El Realejo, antiguo barrio judío, y la arquitectura haussmaniana de la Gran Vía de Colón”, cuenta Gor.
Unas de las experiencias más enriquecedoras de la práctica de la arquitectura son aquellas que brindan la posibilidad de dialogar con el legado de los maestros del pasado. Y es que “bebemos de gente que ha pensado y construido, más y mejor, antes que nosotros. Recuperar la memoria desde una lectura contemporánea, ya sea en la manera de usar los espacios o construirlos, es el argumento principal de nuestra arquitectura. Por eso, este proyecto se concibe desde el esfuerzo de aunar tradición, técnica y respeto por la obra original”, afirma Gor. El encargo consistía en intervenir en el edificio de vivienda colectiva, diseñado en la ciudad de Granada por José María García de Paredes, para transformar una de sus casas de 240 m² en dos unidades domésticas independientes de 120 m².
Una retícula cerámica modula los espacios respondiendo a las necesidades domésticas
En la conceptualización del diseño de la reforma, el equipo se inspiró en una de las ideas que marcaron el pensamiento de García de Paredes. Su intención de crear un sistema modular capaz de resolver necesidades complejas en diversos lugares. De este modo, surgió la retícula cerámica que conforma los paramentos verticales curvos que articulan la circulación entre las distintas estancias de las viviendas. Su materialidad está compuesta por unas piezas cerámicas de 10×10 cm, iguales a las preexistentes en los cuartos húmedos de la casa original. Los arquitectos tomaron la decisión de “construir con el mismo material, pero en su versión expandida. Utilizándolo como sistema, no como pieza individual. Un patrón unitario y rígido de 10×10 cm, que aplicado en conjunto se convierte en una malla capaz de expandirse y contraerse según las necesidades domésticas, dando solución a las demandas funcionales y técnicas”, explica Gor.
Y es que la retícula posibilita la integración de todos los elementos que invitan a habitar las viviendas, como una chimenea, una encimera, un banco o unos armarios. Aunque las nuevas casas comparten un tamaño similar (con zona de día, dos dormitorios y dos baños), presentan significativas diferencias derivadas de los condicionantes del proyecto, principalmente de su orientación. La vivienda que da al sur es mucho más luminosa y caliente que la orientada al norte. La primera ocupa los espacios comunes y la zona de servicio de la antigua casa. En cambio, la segunda se corresponde con lo que anteriormente eran los dormitorios y el vestíbulo. El equipo de GRX Arquitectos ha realizado la división aprovechando que, en este tipo de viviendas nobles, “era habitual tener dos accesos, uno principal y otro de servicio, que han servido para marcar el origen de distribución de estas dos casas independientes con similares requisitos domésticos”, cuenta Gor.
Agustín Gor da vida a la forma orgánica en sus proyectos
En ambas viviendas, los arquitectos eliminan los tabiques rectos de la casa original y organizan los espacios haciendo uso del “recurso formal de la curva. La concatenación fluida de sus trazos ha sido esencial para resolver espacialmente el proyecto. Este gesto orgánico también lo he aplicado en otras obras, como la Casa Gran Capitán o en la Casa Cerrado Calderón. Siempre fundamentado en los principios de movimiento, optimización y continuidad. Nunca por cuestiones estéticas vacías”, señala Gor. Por este motivo, fue primordial la elección de una pieza cerámica de pequeño formato para generar la retícula. “Por un lado, porque tiene la capacidad de ‘construir el movimiento’ de la casa y la plasticidad necesaria para absorber las irregularidades de la planta. Y por otro, porque responde técnicamente a los requisitos particulares domésticos de impermeabilidad, resistencia y confort”, explica Gor.
Isabel la Católica: proyecto ganador de la XXII edición de los Premios Cerámica de Ascer en la categoría de Interiorismo
Los interiores de las viviendas están definidos por la estética de la retícula cerámica, que ha convertido al proyecto en ganador de la XXII edición de los Premios Cerámica de Ascer en la categoría de Interiorismo. Y se han complementado con materiales entre los que prima la afinidad y son lo más naturales posibles. Por ejemplo, “los suelos de madera de roble que siguen el patrón primitivo de 10 centímetros”, precisa Gor. Además, algunos materiales están especialmente pensados para “contrastar con la homogeneidad de la retícula cerámica. Es el caso de los mármoles con marcado veteado orgánico”, detalla Gor. O concebidos para conseguir fondos neutros, como con los pavimentos continuos de resina pigmentados en los baños. Los arquitectos también han hecho uso de materiales locales, como la piedra procedente de la cantera granadina de Sierra Elvira para la chimenea. Con una bella apariencia mineral al presentar un acabado “en su estado más primitivo”, añade Gor. Todo un sugerente abanico de texturas, adaptadas a los modos de habitar el presente, que visten estas dos viviendas que reinterpretan de manera orgánica las geometrías de las formas de vida del pasado.
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Créditos Casa Isabel la Católica
Arquitectura: Agustín Gor Gómez / GRX Arquitectos.
Colaboradores: Asunción Cobo, Rafael Pérez Ariza y Diego Vincenz
Año de finalización: 2022
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)