Grip Face ha creado un mural en el interior del hueco de un ascensor, el proyecto ha sido comisariado por Colección Solo.
Intervenir plásticamente en un espacio de puente entre lo exterior y lo interior es un reto que el artista Grip Face junto a Colección Solo han llevado a cabo este año. “Óbices de una quimera millennial” es el título de esta obra en constante movimiento, una mural evolutivo y diseccionado en varias etapas que el espectador una vez dentro de la cabina va a ir observando dichos cambios y transformaciones. Los rostros agridulces atados entre si muestran esas redes que nos unen en los dos extremos emocionales y vitales (love/hate), que poco a poco van abstrayéndose hacía un camino donde el subconsciente visual interactúa con el espacio y el visitante.
Grip Face nos comenta: “He estado durante un mes de resi en Madrid para realizar este proyecto, conviviendo con el espacio y bajo una idea conceptual de realizar el mural en varias fases, que el espectador desde dentro de la cabina del ascensor vaya viendo una evolución de un trabajo figurativo hacia la abstracción visual. No he trabajado con boceto previo, ha sido toda una experiencia insitu y de convivencia con el lugar y el mural se creaba en directo.