Goxo, el concepto más Delivery de Dabiz Muñoz, en Barcelona. Con un objetivo claro, traer al público catalán, su propuesta más informal y “fast food”. Pero lo informal no está contrapuesto con la explosión de sabor que identifica el chef de la cresta más famoso de España.
Desde hace más de 10 años, Dabiz Muñoz y su estilo de cocina, disruptiva, han formado parte del poder fáctico gastronómico de nuestro país y fuera de él. La influencia que ha tenido su estilo de cocina sobre los y las jóvenes chefs es irrefutable. Su potencia de sabores y su colonización de la cocina asiática, ha sido su carta de presentación más personal, que junto a su carácter y su puesta en escena ha hecho de este, toda una celebridad. Te puede caer mal o bien, como todos los genios siempre hay polaridad y opiniones dispares, pero lo que no cabe duda es que es uno de los mejores chefs del mundo. Goxo es una oportunidad para acercarnos a su cocina en un formato más asequible en Barcelona.
Imagen superior: Neon del restaurante Goxo Barcelona, edificio NH Collection Constanza de Ramon Moneo.
NH Collection Constanza apuesta por primar la experiencia circular.
La colaboración del chef madrileño con la cadena hotelera NH, cada vez es más concluyente. El Goxo Barcelona, ubicado en el NH Collection Constanza, en pleno barrio de las Corts. Rafael Moneo, arquitecto del edificio, artífice entre otros del Palacio del Kursal, en San Sebastian o la catedral de los Angeles en California, premio Pritzker en 1996. Trae el concepto de rascacielos horizontal, logrando así en tan sólo 7 pisos 308 habitaciones, todas ellas premium o superior. Algo que llama la atención es el hormigón visto, dando un aspecto brutalista al efidicio.
Detalle de hormigón vista.
NH Collection Constanza se suma a la tendencia de primar el concepto guest experience. Por ello, el cliente puede disfrutar de un spa, donde todos sus tratamientos son con productos orgánicos y veganos, de la mano de Signature SPA, además de un circuito de aguas con vistas a la ciudad o nadar en su piscina descubierta en la azotea del hotel, así como un coqueto gimnasio. El día comienza con un desayuno con bastante variedad healthy, entre otras cosas.
La gastronomía no iba a ser de menos, pudiendo disfrutar de la experiencia GoXo, en la habitación, ya que la carta del restaurante está en formato room service.
Imagen superior: Room service de NH Costanza.
GoXo y Dabiz Muñoz, en Barcelona.
Goxo nace de una necesidad, necesidad que suele funcionar bien en los chefs de carácter indómito como es el caso de Dabiz Muñoz, activando así, su lado más creativo.
En plena pandemia, abren el primer Goxo, en Madrid. Otra genialidad del chef que se percató de la reticencia de la gente a entrar en los restaurantes. Un público que demandaba precisamente eso: coger la comida e irse a su casa o a un parque al aire libre. Así que, podemos decir que Goxo es un hijo de la pandemia. Un concepto dentro del ecosistema XO, en el que todo apuntaba que iba a ser un conato, dentro de una coyuntura sanitaria, ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy.
Como viene siendo habitual, en los segundos puntos de venta de Dabiz Muñoz, la reserva no funciona, por lo que vas entrando por orden de llegada. Nosotros tenemos suerte y en ese momento no hay cola, por lo que entramos directamente.
Imagen superior: Zona de recogida pedido y vaso de de Goxo.
Concepto de Fast Food con firma de autor.
Cuando hablamos de que Goxo es un concepto fast food, nos referimos exactamente a eso: FAST FOOD. El pedido se hace en barra y tras pedir los platos, te dan un número que tienes que ir controlando en una pantalla. En Goxo cortan el cordón umbilical entre la sala y el cliente. Algo que en el concepto de este local que se mueve entre un delivery y un restaurante de comida rápida, tiene un total sentido, por lo que nos parece divertido.
Tras una corta espera, de no más de 5 minutos, tu número sale en la pantalla y vas a la barra a por el pedido, servido en una bandeja. Casi toda la vajilla es reciclable, por lo que hasta aquí, nada nos indica que estamos en un restaurante de un ticket medio de 40 euros.
No hay duda de que Dabiz Muñoz, en Goxo Barcelona, se lo juega todo en la comida, algo que lo deja claro desde el minuto uno según entras por la puerta y te sirven la bebida en un vaso de cartón.
Degustación en formato autoservicio.
Es inevitable sentirse algo perdido como comensal. De repente vienes con una bandeja llena de comida, y no sabes por dónde empezar, así que nos la jugamos.
Empezamos por el Perrito japo-coreano, un brioche de mantequilla tostada con un Frankfurt ahumado, kétchup con un toque de kimchi, trufas, yema de huevo . El toque crujiente del plato viene con unas migas en tempura. Toda una explosión de sabor, en la que ningún ingrediente pasa desapercibido.
Foto superior: Perrito japo – coreano.
Seguimos con el cocido Hong Kong- Madrid, sin duda el mejor plato de la degustación. Al hablar de esta tipología de comida, es fácil caer en la trampa de la tan trillada comida fusión. Dos mundos, totalmente yuxtapuestos, se enfrentan, el de la tradición local y el de la comida asiática. En la mayoría de los casos, no se van ni a uno ni a otro y quedan a medias, haciendo el ridículo. Pero no es el caso, si pruebas por separado las elaboraciones, todas ellas son de una calidad excelsa.
Foto superior: Cocido Hong Kong – Madrid.
El caldo del cocido, algo texturizado, probablemente de los mejores que probéis. Cuando se junta todo, hace de este plato, sin olvidarnos de que estamos comiéndolo en un recipiente de cartón, una montaña rusa de sabores. Todo los ingredientes ensamblan a la perfección. Los dumpling de gallina, junto a la emulsión de ajo negro, el caldo sublime del cocido y los garbanzos fritos hacen de este “Cocido Hong Kong- Madrid” una obra maestra express en GoXo Barcelona, como nos tiene acostumbrados Dabiz Muñoz.
Seguimos con un gazpaXo de fresones y tomates maduros, chiplote ahumado y aceite de oliva. Una crema fría con sabores muy identificados nos sirve para relajar el paladar y bajarnos de nuevo a la tierra.
Imagen superior: GazpaXo de fresón.
Acabamos la parte salada con unos udones a la carbonara Singapore de carabineros. Un plato donde la mantequilla de limón y bacon le da un toque cítrico que le va muy bien a la salsa picante de “carabineros” y chiplote. Una elaboración muy bien contrastada. Quizás la más floja de todas los que probamos, ya que los sabores están menos identificados, pero aun así muy recomendable.
La tarta de la Pedroche
Guardamos el pasaporte y nos vamos al mundo postre, ya que no podemos irnos sin probar lo que es un clásico de Goxo: La tarta de queso de la Pedroche.
Una tarta de queso que visualmente parece una tarta clásica de horno, pero no lo es. La tarta se come directamente del recipiente donde viene presentada. Una tarta de queso muy cremosa tirando a liquida, donde el contrapunto lo da la pimienta de Sichuan, todo un contraste de genialidad que hace de este postre un sine qua non de los freakis de las tartas de queso.
Imagen superior: Tarta de la Pedroche.
Es inevitable marcharse con una sensación rara. Todo apunta a que has comido en un restaurante de comida rápida, la decoración sin grandes pretensiones, las pantallas con los números de pedidos, los vasos de cartón… Pero la experiencia gastronómica difiere mucho de esa tipología de restaurantes y te marchas con la sensación de haber comido en un restaurante gastronómico.
Sin duda, un imprescindible de la oferta gastronómica de Barcelona, que tras unos años en un profundo letargo parece que está volviendo a despertar. Si sois de fuera, recomiendo dormir en el hotel y hacer, del conjunto, una experiencia circular.
Fotos tomadas con Leica D Lux 7
Goxo Barcelona
Nh Collection Constanza
Carrer de Déu i Mata,
69-99, 08029 Barcelona
ig: @elgoxo