¿Echamos un futbolín Louis Vuitton? Un pierde paga. Cuesta 68.000 euros y es un sueño.
Llevo queriendo organizar un campeonato de futbolín desde hace años y no hay manera. Sabía que el futbolín iba a volver a ponerse de moda. Lo tiene todo: te retrotrae a otra época, a tiempos felices donde éramos más libres y despreocupados; un artefacto con el que socializabas en las salas recreativas de antaño y uno de los objetos más codiciados en los bares. Poco a poco fueron desapareciendo, encontrar ahora un bar con futbolín es prácticamente imposible. Solo alguna agencia de publicidad que presume de creativa tiene uno. Friends incluso le dedicó un capítulo, y Mauricio Cattelan hizo su propia interpretación multitudinaria. Y ahora Louis Vuitton saca su primer futbolín de la historia.
El futbolín es un juego de mesa que data de finales del siglo XIX. Su origen es español, aunque fue un británico quien lo patentó en 1921. Su diseño es pura carpintería, y es muy probable que fascinara a Gaston-Louis Vuitton, nieto del fundador de la casa Louis Vuitton, un apasionado del deporte y el juego. De hecho, desde sus orígenes, la maison francesa ha ofrecido a sus clientes la posibilidad de hacer pedidos especiales para transportar sus juguetes favoritos en los viajes a lo largo y ancho de este mundo. No me consta que diseñaran un baúl para un futbolín, pero sí baúles para póquer y croquet, o estuches de ajedrez y backgammon, también fundas para cartas… Todo eso forma parte de la colección Made to Order de Louis Vuitton, una propuesta que se ha ido ampliando y renovando como homenaje a Gaston-Louis Vuitton.
Dentro de esa colección Made to Order ahora nos encontramos el futbolín Louis Vuitton. Una pieza más que deseable, disponible en cuatro versiones: en la mítica lona Monogram, en lona Monogram Eclipse o Damier Graphite, y también en piel Epi con interesantes versiones de color (azul cian, pistacho, fucsia y una opción bicolor en caramelo y blanco. Un detalle simpático del futbolín Louis Vuitton lo encontramos en los jugadores que no son los típicos futbolistas, sino botones. Unas simpáticas figuras, fundidas en aluminio y pintadas a mano, inspiradas en la ilustración de Louis Vuitton de 1921. Todos los modelos cuestan 68.000 euros, 55.000 euros. Ya sabes, un pierde paga cuando quieras. Lo puedes comprar en la web oficial de la legendaria casa francesa.