Soy Una Pringada ha dado a luz a una criatura del infierno deliciosa que promete convertirse en un libro de culto: Freak
Hace casi dos años, un huracán barrió YouTube. Acostumbrados a challenges absurdos, a videotutoriales con maquillaje caro pero nada acertado y a vlogs de pésimo gusto, saltó en nuestro timeline un curioso vídeo con una sentencia prometedora como título: Odio a los heteros. En ese vídeo veíamos a Esty Quesada aka Soy Una Pringada, arremetiendo contra el machirulismo de turno y dando voz a todos nuestros pensamientos. El fenómeno no había hecho más que comenzar.
Muchos meses y vídeos afilados después (podríamos hacer un análisis extenso de ellos, pero preferimos que los descubráis por vosotros mismos) llegamos a FREAK.
Decir que FREAK sólo es un libro, sería quedarse corto. A lo largo de este manual de vomitona, cutrelux y mal gusto, Quesada se abre en canal y nos narra los episodios más duros y a la vez más preciosistas de su existencia.
Cada capítulo es un recorrido de lo más bizarro y pornográfico, por los momentos cruciales de la vida de su autora. Pero si algo destacamos en FREAK es que asistimos al nacimiento y génesis de Soy Una Pringada. Vemos como Quesada, a golpe de bullying, muertes, canciones de The Smiths y películas de John Waters, da forma a este bello cisne negro que es hoy en día.
Y cuidado, no nos referimos a Soy Una Pringada como un personaje, sino como una persona y una autentica superstar, con toda la carga warholiana que implica la expresión. Esty Quesada se ha transformado y convertido en una de las figuras clave de nuestra trash culture patria y también en una abanderada de los inadaptados.
Porque si amigos. Entre toda la sangre y las vísceras que encontramos esparcidas en las páginas de FREAK, también hay hueco para la redención y la esperanza. Esty nos demuestra que siempre hay un roto para un descosido y que aunque la oscuridad sea un modo de vida adquirido y llevado con orgullo, todo puede ser menos negro.
FREAK es sin duda uno de esos libros que con el tiempo se convertirá en un estandarte de nuestra generación. Un coming of age imperfecto, sucio y atractivo. Esty Quesada es esa Holden Caulfield que necesitábamos en esta era. Una era plagada de fachadas, de youtubers mediocres y robotizados. Sin duda, FREAK es ese manual disgusting que es oro en nuestras manos de inadaptados. Ahora sólo queda vomitar y disfrutar.