#FOTOMATIC Foto: Gonzalo de la Vega

“#FOTOMATIC” ES EL NUEVO DISCO DE SALA @ THE STRANGE SOUNDS

El próximo 10 de febrero ve la luz el segundo disco de Sala & The Strange Sounds. Una de nuestras bandas más internacionales y eclécticas, con sede en Londres, que acaparó la atención mediática y popular en 2012 con su primer disco: It’s Alive. Ahora, tres años después y bajo el nombre de #Fotomatic, el grupo retrata en un trabajo rotundo y evocador el espectro del sonido americano de mitad del siglo 20, paso a paso, década a década. Todo un road-álbum que te invita a una interesante expedición por el pasado. Desde el cabaret de los años 20 al punk de los 70 en Nueva York, pasando por toda la ola californiana de los 60 al más puro estilo Beach Boys pero con el ímpetu y la rebeldía de unos Ramones más pulidos. Un resquicio de cada historia y de cada estilo, a veces fusionados y otras en estado puro, que comienza con la homónima “#Fotomatic” (con hastag incluido); antesala de la vuelta de tuerca al sonido que, Sala Elassir y los suyos, presentan en este nuevo trabajo. Apetecible, pegajosa y, sin duda, uno de los hits del disco.

Rebelión punk: “Take it” explota desde el comienzo. Rápida y de acordes muy similares al “Do You wanna dance” de la banda de Dee Dee y Joey se instala en nuestra cabeza. Un punk pop renovado y actualizado que revive el espíritu teenager del imperdible y las crestas neoyorkinas. Pura actitud si, además, tenemos encuenta el mensaje de reivindicación que llevan implícitos y explícitos los diez temas que conforman #Fotomatic. Barniz de folk y american sound, ya más tirando hacia la costa oeste, con “This Old Town”. Introducción de guitarras apaciguadas para acelerarse segundos después. Limpia y rápida. Influencia de la escena instrumental británica, que podríamos encontrar en cualquier taberna de la Irlanda o la Escocia más callejera.

Lo que importa es el mensaje: Con “Now that we know” y “Shout” la banda da prioridad a la parte vocal. Tras el eufórico calentamiento inicial comienza el mensaje. La primera continúa con la aceleración alcanzada en los tres primeros temas. La segunda, con un toque más melódico, deja patente el gusto por los coros y la segundas voces que otorgan volumen y dimensión a la obra. También destacables en “What it is to be loved”. Vuelve el punk de guitarras punzantes con “I get fucked”, otra de las perlas del disco. De voz rasgada, sonidos agrietados y la rabia del inconformismo.

También los 50: No podían faltar en este collage sónico las reminiscencias del rock and roll clásico. Y para ello, “Rock & Roll”, como no podía ser de otra manera. Un tema vertebrado en los sonidos pioneros de aquella década, pero con la neurosis punk que caracteriza al álbum. De cierto gusto crooner llega “Still on my mind”. Una balada rock que recuerda la grandiosidad del género y que precede a “Kali ali”, quizás el tema con mayor influencia inglesa, en detrimento de la americana que envuelve la genialidad de #Fotomatic. Suave pero contundente, sencilla pero con sustrato OI.

Ojalá que las listas de Mejores Discos de final de año recuerden esta joya que nos llegó en febrero y caldeó nuestro invierno y el ánimo de una etapa social sin rumbo.