La Galleria Nazionale en Roma ha acogido la exposición Food Age. Food as Influencer, comisariada por el diseñador Martí Guixé y la fotógrafa Inga Knölke.
La comida es un elemento cotidiano y efímero; paradójicamente es el objeto con el que más nos relacionamos a lo largo de nuestra existencia. Con la muestra Food Age. Food as Influencer el diseñador Martí Guixé (Barcelona, 1964) y la fotógrafa Inga Knölke (Hanover, 1965) han escenificado la comida y la han presentado al público desde un punto de vista inédito a través de una lectura subliminal.
Imágenes superiores: 1) Pino Pascali. Gruppo di personaggi. 1964 2) Bioplastic Fantastic, Foto: Johanna Schmeer
La comida como un objeto de representación pública y museística
De igual manera han cuestionado nuestros puntos de referencia al despojar a los alimentos de su comestibilidad y transfigurarlos mediante el arte, la artesanía y el diseño. Así, convierten la comida en un objeto de representación pública y museística que se convierte repentinamente en algo complejo y multifacético.
Felice Casorati. Mele sulla Gazzetta del Popolo.
Un importante modelo relacional y de reflexión
Para los comisarios, la comida no es sólo producto de funciones exclusivamente alimenticias o experienciales, sino que también es un importante modelo relacional y de reflexión. Un influjo omnipresente que puede remodelar activamente el presente y convertirse en un campo ineludible y aún desconocido de experimentación de diseño para nuestro futuro.
Imagen superior: Common Odd Things. Foto: Mishael Phillip
Obras en Food Age. Food as Influencer
Se pudieron ver obras como Bioplastic Fantastic de Johanna Schmeer, que nace con la intención de plantear preguntas sobre el futuro de los alimentos. Aplicaciones de la biotecnología y la nanotecnología que podrían llegar a formar parte de nuestra vida cotidiana. La autora expone objetos elaborados con bioplásticos mejorados con enzimas, a medio camino entre los objetos y los organismos vivos.
Pino Pascali. Gruppo di personaggi, 1964
Obras que buscan el emplatado gastronómico
La muestra también incluyó las formaciones poliméricas y distópicas de Raquel Quevedo que muestran un original proceso de acción sobre la materia donde se crea un producto híbrido. El resultado son objetos complejos muy estéticos, creados con una intención similar al de un emplatado gastronómico.
Melted organic, mist, salami. Foto: Raquel Quevedo
Activando la sensualidad digital
¿Más ejemplos? El dúo sueco Wang & Söderström, usa las nuevas tecnologías como base para sus trabajos. Con su obra Common Odd Things crean imaginarios de presente y futuro a través de narrativas digitales. Ocupando el ámbito liminal entre lo físico y lo digital. Combinan los avances tecnológicos y las cualidades sensoriales para activar una sensualidad digital.