Segunda parte de la entrevista realizada a Filip Custic.
Como dices, tu proceso creativo indaga en la fragmentación de los estímulos que recibes y que luego transformas, ¿está esto descrito e implícito en el resultado final de tu obra?
Filip Custic. Me gustaría transmitir la idea de que, cada proyecto es un retrato de mi presente, de mi paisaje mental en ese momento. Es un proceso muy orgánico, le doy muchas vueltas a todo, pero siempre hay una parte que suelto, que dejo que fluya y que vaya un poco a su aire. Me dejo llevar bastante por mi intuición, aunque me considero una persona muy sistemática.
Imagen superior: Cronología final. Abajo: Louboutin
Tu corpus de trabajo, a menudo trágico, sin demasiadas concesiones, nos habla de equilibrio, dolor y redención desde un lenguaje muy estético, y una factura impecable. ¿Cuáles son tus obsesiones y referentes?
Filip Custic. Buena pregunta, la verdad que la contesto conforme pasa la vida. Me ha sorprendido esto de “una obra a menudo trágica” porque, yo considero que soy bastante idílico, que trabajo muy poco la tragedia. Sin embargo, últimamente no soy tan utópico u optimista, “tengo los pies más en la tierra”.
Creo que hay que observar de cerca temas como el cambio climático, el poder, los gobiernos, el capitalismo, la industrialización, todo esto. Siento que somos una bacteria en la tierra, los únicos seres vivos que destruyen.
Si os fijáis, ningún otro ser del planeta destruye la tierra donde vive, y nosotros hacemos todo lo posible por matarla. Por eso creo que en este momento, me inspiran estas tragedias contemporáneas. De un modo u otro, muy pronto se materializarán en mi trabajo y no seré tan lumínico. Hace poco fui a una exposición del artista Tetsuya Ishida en el Palacio Velázquez. Tetsuya observaba la tragedia de la tierra con mucho dolor; le abrumó tanto que se suicidó, eso me sorprendió bastante.
Ciertamente nos estamos cargando el planeta, y lo peor es que con más o menos conciencia, todos somos cómplices. Algunas veces has hablado de descodificación de estereotipos, ¿pretendes generar un discurso más elevado, rupturista con el sistema?
Filip Custic. Por supuesto, con mi obra siempre quiero plantear al espectador, que la realidad que vive es solo una opción, una decisión, un acuerdo al que hemos llegado todos los humanos para poder funcionar. Siempre intento plantear una forma nueva de percibir nuevas lógicas, nuevas formas de entendimiento. Por ejemplo el racismo, en el pasado estaba asumido que los afroamericanos fuesen esclavos. Que eso fuese la realidad y la gente lo creyese, me demuestra que en nuestro presente vivimos y toleramos, también cosas tan ilógicas como en el pasado. Lo que pretendo con mi creatividad, es romper esos esquemas mentales para que el público esté abierto al cambio, y que entienda que quizás las cosas que hacemos ahora, no son tan éticas o no estarán tan bien vistas en el futuro.
Vamos a hablar de lugares y personas que han pasado por tu vida. Has vivido en Madrid, donde has establecido colaboraciones clave, con gente como María Forqué, ¿qué os unió?, ¿cómo nace vuestro proyecto “1por1”?
Filip Custic. He vivido temporadas fuera, pero desde hace ya casi un año y medio vivo en Madrid, me parece la ciudad ideal para vivir, cubre todas mis necesidades. Estoy muy contento, está todo muy cerca, hay de todo, hace buen tiempo y tiene muchas cosas positivas. Aquí conocí a María, ella es como mi compañera de vida, nos llamamos “1”, por eso el proyecto “1por1”.
Nuestro proyecto nació de la amistad, todo es muy orgánico. Como he dicho antes, todo lo que hago siempre parte de algo que nace en mí. El proyecto con María sigue ahí, pero con otro enfoque, en este momento más bien, nos damos soporte creativo para nuestros proyectos individuales, aunque últimamente estamos hablando de hacer algo juntos. Ambos hemos evolucionado, ella trabaja más con sonido y yo he pulido la creatividad visual. Pienso que puede salir algo muy interesante.
Sin duda, con Kito Muñoz has desarrollado campañas publicitarias para Balmain, Dior o Fisherman. ¿Qué valoración haces de la publicidad, como expresión del sistema de consumo y como soporte creativo? ¿Es para ti, como para otros creativos, una relación tormentosa?
Filip Custic. Con Kito empecé en la moda, y ha sido un punto de partida para llevar a cabo mis ideas. Hasta el presente, trabajar en proyectos comerciales siempre me ha beneficiado, porque los clientes me permitían trabajar mis ideas; de no ser por su apoyo no las hubiese podido llevar a cabo. Hasta ahora siempre me han ayudado.
A día de hoy, los clientes y los proyectos son más grandes y ese intercambio ya no es tan abierto. El cliente suele imponer bastante más, cuanto más dinero hay, más imposición, por eso soy mucho más selectivo con los proyectos que escojo, no quiero contaminar mi creatividad y perder lo que yo llamo como mi “click”, mi esencia.
A menudo observo que ciertos clientes quieren blanquear mucho, o sea, blanquear la creatividad, dejarte muy lavado. Con esto, tampoco quiero decir que la comunicación con el cliente sea tormentosa, se trata de un aprendizaje en el que hay ser muy sólido, muy firme y defender tu discurso para que el cliente, se sienta seguro con la idea. Básicamente se trata de trabajar bien la comunicación.
¿En qué estás trabajando en este momento?
Filip Custic. Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto para Selfridges, es bastante “guay”. Está dividido en varias partes, la primera parte se mostró el 13 de julio, en el festival de arte de Manchester. Ahí presenté una performance, fue muy emocionante, porque es el primer festival de arte en el que he participado. En septiembre sigo con ellos, en otro proyecto también muy muy “guay”. Es una campaña, pero la he planteado de una forma bastante futurista y experimental.
La verdad es que el hecho de que Selfridges me esté permitiendo hacer algo tan loco es muy estimulante para mí… Artísticamente y creativamente estoy buscando nuevas técnicas, trabajo mucho con 3D, animación y en la creación de filtros. Ahí creo que encontraré nuevas formas de materialización.
Y para terminar, ¿crees en el proyecto definitivo que pueda definirnos absolutamente? ¿Cuál sería el tuyo?
Filip Custic. No creo que haya un proyecto definitivo, siempre pienso que estamos aquí para canalizar mucha información. Al menos yo siento que estoy trabajando para una obra suprema, y que ahora mismo estoy practicando para llegar a una conclusión final. Aún tengo muchas preguntas sin contestar, o mejor dicho, muchas cuestiones que no he planteado.
En este momento, lo que más me apetece y lo que pienso que tiene todo el sentido en base a lo que he estado haciendo, es crear un robot con inteligencia sobre mí mismo.
Sería un proyecto a muy largo plazo, la tecnología necesita evolucionar mucho y tengo que aprender bastante de ella. Hace poco hice una pieza hiperrealista para la Fundación Social Manrique, se trataba de una escultura mecanizada, y me dije “esta es una mecanización arcaica, pero si sigo trabajando, la iré puliendo, llegará el momento en que trabaje con microchips, para proveerla de inteligencia artificial, movimiento y ese tipo de cosas”. Creo que aunque sea un objetivo ambicioso y suene pretencioso, mi proyecto definitivamente sería construir un robot de mí mismo.
Texto: Jaume Amills y María Muñoz.